domingo, 4 de enero de 2015

YENDO POR TODO

"Cuando la fe es tan alta, cualquier precio es bajo". Jorge Fernández Díaz La Constitución dice que el 10 de diciembre de este año, Cristina deberá dejar el poder, por obra y gracia de Macri y Massa que, aliados en la Provincia de Buenos Aires, sepultaron en las elecciones legislativas de 2013 todo sueño de modificar la carta magna para lograr su perpetuación. La Presidente carece de un delfín confiable, sobre todo porque sabe de la tradicional deslealtad del peronismo (su propio marido fue principal intérprete), y prevé que el desierto que deberá atravesar si vuelve al llano pondrá en muy grave riesgo su libertad y la de sus hijos, y la fortuna familiar construida sobre tanta miseria y sangre. En un país normal, la situación hubiera convertido al primer mandatario en un "pato rengo" pero, como ya es obvio, no ha sido así aquí. Muy por el contrario, la noble viuda del guerrero confirma diariamente que está determinada ir por todo y a no abandonar el sillón de Rivadavia. A partir de su vocación por las noticias "sin intermediarios", la concentración de medios de prensa en manos de sus amigos ha seguido siendo la política rectora, en una nueva tentativa por asfixiar la prensa independiente. Los peores exponentes de esta guerra fueron la pretendida y fracasada adecuación forzosa del grupo Clarín y, ahora, la designación de un fiscal adicto para intervenir en la causa en la que se pretende que la adquisición de Papel Prensa fue un hecho de lesa humanidad. Por su parte, Sanatella sigue haciendo de las suyas, y muchísimas radios y canales de televisión se transfieren a cómplices, en abierta violación a la Ley de Medios Audiovisuales. Cuando los jueces encargados de investigar la corrupción comenzaron a avanzar sobre la propia Cristina y su familia, recurrió al genuflexo Congreso para sancionar, en pocos minutos, un nuevo Código Procesal Penal que permitió a la Dra. ¡Giles! Carbó desplazar a funcionarios críticos y designar casi veinte fiscales, a los cuales encomendará la investigación de las causas más peligrosas para el poder. Este renovado ataque de Mme. Kirchner contra la Justicia tuvo otro grave episodio con el nombramiento de un secretario -no habilitado para ello- como nuevo Juez federal en La Plata, con jurisdicción electoral sobre toda la Provincia que concentra el 40% del padrón, que decidirá sobre fórmulas, boletas, impugnaciones y acusaciones de fraude. Aún más gravitante, pese a que la ciudadanía no se dio por enterada, fue la sanción del unificado Código Civil y Comercial, que altera de raíz todo el sistema jurídico sobre el cual fue construida la sociedad tal como la conocimos e intenta modificar nuestro futuro. Anunciado para entrar en vigencia a partir de 2016, ya fue cambiado ese "pequeño" detalle y comenzará a regir en agosto, mientras Cristina continúe siendo Presidente constitucional. El Ejecutivo ha montado un sistema de inteligencia interna como no se veía desde la época del Proceso, encomendando a su nuevo valido, el Tte. Gral. Milani, el espionaje sobre los líderes y movimientos políticos y sociales opositores, con actitudes extorsivas o francamente terroristas tendientes a domar y desactivar a los disidentes. Para defender a su Espión no vaciló en borrar toda su falsa política de derechos humanos. Luego llegaron los acuerdos con Rusia, en pos de un financiamiento que la crisis económica que afecta a ese país por la baja en los precios del petróleo transformó en imposible. Contemporáneamente, inauguró una nueva etapa en la relación con China, con enormes lagunas secretas en su redacción, que habilitó a esa nación a instalar una base militar en la Patagonia, cediendo soberanía sobre nuestro territorio, y a invadirnos pacíficamente, como ya hizo con varios países africanos, con Venezuela y con Ecuador, quedándose con nuestros recursos naturales y "primarizando" nuestra industria. Los acuerdos firmados para el suministro de material ferroviario por veinte años, incluyendo hasta durmientes de cemento, para la prioridad en la obra pública sin licitación y con trabajadores chinos, y para la cesión de enormes áreas petrolíferas a sus empresas, facilitaron un sistema de swaps de monedas, sólo útil para el "relato". Con eso se fue por el caño de desagüe todo la cacareada política industrial desarrollista, como puede comprobarse en cualquier hipermercado con la presencia de productos basura importados desde China. Lo mismo ocurrió con la nueva Ley de Hidrocarburos que, a contramano de lo dispuesto por la Constitución de 1994, quitó el poder sobre el subsuelo a las provincias productoras para dárselo al Gobierno central, que rápidamente extendió las concesiones por décadas. Ahora, con la persistente caída en la producción nacional, además de firmar acuerdos secretos con Chevron, hemos llegado al original extremo de ¡subsidiar! a las grandes multinacionales del rubro. El inventario podría prolongarse pero creo que, a los efectos de esta nota, resulta suficiente. Resume un patrón de conducta inédito para una Presidente que, al menos en teoría, debiera dejar su cargo en menos de un año. El viernes, además, se supo que Kiciloff contratará, mediante una licitación digitada, ¡a una consultora privada para medir los precios en todo el país!, o sea, para hacer lo que el INDEC debería hacer si no fuera por la manía del kirchnerismo por esconder la realidad bajo la alfombra. El sábado, en La Nación, Héctor Guyot se preguntaba qué hará Cristina después del 10 de diciembre, e imaginó que tendría tres opciones: amparada por algún fuero (con la complicidad de Carlos Menem), ser una pacífica señora dedicada a escribir sus memorias sobre un país que resultó indigno de sus esfuerzos, convertirse en una tortura para cualquier sucesor que la desobedeciera, o tomar sol en las playas de las Seychelles. Lamento arruinarle, lector, la primera semana del año pero no creo en ninguna de ellas: no la veo en ese papel de anciana y, si se tratara de fueros, debieran cubrir a demasiados familiares y cómplices, y los jueces norteamericanos, brasileños, suizos y uruguayos los ignorarían; ningún heredero podrá garantizarle la fidelidad; y aún en los paraísos fiscales funciona Interpol. Sigo pensando que estas conductas de hoy, que ignoran los plazos y las normas constitucionales, se agudizarán exponencialmente en lo que resta del período y, al final, inventará algo (¿quizás una conmoción social que le permita decretar el estado de sitio y suspender las elecciones?) para no llegar al momento final, aquél en que debería devolver la banda y el bastón que le prestamos hace ya ocho años. No le faltan para eso armas de ningún tipo: dispone de una red de medios de comunicación que ocupa el 80% de ese universo, de hordas violentas dispuestas a todo por dinero o por droga, de información sobre cada uno de nosotros para extorsionarnos y limitar nuestra acción, y de una caja que, aún exhausta, todavía conserva la cantidad de dólares necesaria para financiar ese demencial proyecto. Los chinos dicen al despedirse "ojalá vivas tiempos interesantes". No sé si es una bendición o una maldición, pero estoy seguro que, para nosotros, se hará realidad este año que recién comienza. Mientras tanto, y si puede, disfrute de sus merecidas vacaciones. Bs.As., 4 Ene 15 Enrique Guillermo Avogadro Abogado

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