martes, 17 de septiembre de 2013
EL RELATO
La refutación del relato
Por Nicolás Márquez
En su célebre ensayo “El Orden y el desorden”, el pensador francés Charles Maurras sostuvo que “un error y una mentira que oportunamente no nos hemos tomado el trabajo de desenmascarar han ido adquiriendo poco a poco la autoridad de lo verdadero”. Este axioma viene a comento, porque ahora que el kirchnerismo tras 10 años de dislates (convenientemente anestesiados por el boom sojero) entra en visible estado de descomposición ideológica y estructural, tal como suele suceder en la Argentina con los experimentos populistas, aparecen seguidamente una recua de justificadores que a la brevedad publicarán un sinfín de panegíricos y anotaciones ficcionarias que intentarán retratar esta década signada por la corrupción ideológica y moral de una manera épica y/o edulcorada.
Asimismo, desde los relatores “opositores”, también aparecerán quienes desde el progresismo reconozcan toda una variada gama de “logros” pero que, desafortunadamente, no habrían llegado a buen puerto vaya a saber uno por qué. Incluso, sobreabundan periodistas y políticos que, influidos por el desvergonzado catecismo albertofernandista (divulgado por ex kirchneristas hoy desempleados que mutaron de incendiarios a bomberos), nos expliquen que “el gran Néstor nos señaló el camino correcto, pero lamentablemente tras su deceso, Cristina no supo proseguir el rumbo que él inició”, cuando en verdad, el colapso del modelo se debe precisamente a que Cristina siguió fielmente los lineamientos que su marido y jefe político inauguró en el año 2003.
Pero como gran parte de la opinión pública es poco afecta a la memoria política y tiende a adoptar con el tiempo percepciones parcializadas, frecuentemente acomodadas en el sentido de lo que los escribas rentados pretenden imponer, es que acabamos de lanzar en tiempo real el flamante libro “Cuando el relato es una FARSA – La respuesta a la mentira kirchnerista”.
El libro será presentado en Buenos Aires este jueves en el Club Español (Bernardo de Irigoyen 172) a las 19hs, en el marco de un panel conformado por Carlos Maslatón, Ricardo López Murphy, Vicente Massot, Agustín Laje y Nicolás Márquez. Invitamos a los amigos y lectores de La Prensa Popular a que nos acompañen masivamente al encuentro, en donde juntos primeriemos a los futuros mentirosos y comencemos a difundir y defender no un relato ficcionario, sino un enfoque ensayístico que, apoyado en una ideología sólida que jamás ocultamos, contraste de medio a medio contra los demagógicos aforismos que los oportunistas del populismo intelectual ofrecen y seguirán ofreciendo.
Reiterando vivamente la invitación a que nos acompañen este jueves en el Club Español, seguidamente transcribimos el texto de la contratapa del libro que tenemos el gusto de ofrecerles a partir de ahora:
Durante la última década, el matrimonio Kirchner supo reescribir el pasado y el presente tanto de la historia nacional como de sus propias vidas. Se auto-promocionaron como jóvenes revolucionarios de los años ’70 cuando en verdad abandonaron a sus camaradas mudando al sur no para hacer la revolución proletaria sino la robolución propietaria. Alegaron haber padecido las “cárceles de la dictadura” pero durante el gobierno de facto solamente Néstor fue demorado un ratito por un trámite administrativo, mientras se enriquecía al calor de la usura y la especulación. Respecto a los años ’90, se presentaron como disidentes al “neoliberalismo” pero por entonces apoyaron todas las privatizaciones menemistas.
Ya instalados en el poder nacional desde el año 2003, los Kirchner usaron el banderín de los DDHH para imponer feriados arbitrarios, reivindicar al terrorismo subversivo, perseguir militares y por sobre todo, lucrar con negociados infamantes. Adularon a los pobres a quienes arrendaron a bajo costo como militantes o votantes mendicantes. Incrementaron su fortuna en más de 1000% (sin contar los testaferros) alegando ser “abogados exitosos”, aunque desde 1987 sólo vivieron del modesto sueldo de la función pública. Vociferaron la “democratización” de la Justicia y de los medios de comunicación, pero la intencionalidad real no fue otra que pretender imponer un autoritarismo electivo. Apelaron a la “distribución del ingreso” mientras usurpaban tierras fiscales para edificar hoteles para “oligarcas”. En el plano estrictamente personal, la pareja siempre vendió la parodia del matrimonio fiel y feliz, pero ambos mantuvieron vidas independientes o paralelas.
En cuanto a la fabricación de héroes y leyendas, además del culto idolátrico al fallecido Néstor, el kirchnerismo glorificó los homicidios montoneros y consideró como un prócer a un obsecuente menor como Héctor Cámpora, insustancial personaje al que homenajearon montando una agrupación de yuppies bien pagos.
Para disfrazar tamañas contradicciones, el kirchnerismo alquiló intelectuales y filibusteros de izquierda, quienes se dedicaron a fabricar la defensa de este fraude maquillando de epopeya emancipadora lo que en verdad constituye una estafa institucionalizada. En efecto, estos propagandistas subsidiados desde entonces vienen llevando a cabo ingentes esfuerzos para esconder o relatar distorsivamente el sinfín de enjuagues de este latrocinio socialista, que hizo de una formidable oportunidad histórica para la Argentina un desperdicio político, institucional, cultural y económico. Así pues, este libro constituye el contrarrelato del relato.
Con documentación apabullante y narrativa punzante, los autores de esta obra nos muestran la verdadera historia de esta comedia populista. Esta es la historia de una farsa. Esta es la historia del kirchnerismo.
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