viernes, 17 de mayo de 2013
INVERSIÓN
Adiós a la inversión
http://www.elpais.com.uy/opinion/adios-a-la-inversion.html
por Julia Rodríguez Larreta
Brasil se ha convertido en un importante productor y exportador de alimentos; soja, carne, cítricos, azúcar, jugo y derivados. Para mantener sus cultivos y aumentarlos, lo que ya hace gracias a la demanda mundial, necesita crecientes cantidades de fertilizantes, especialmente potasio, el cual en su suelo, no abunda. Esto le exige buscar en otros lados ese elemento esencial y lo tiene que importar de lejanos lugares como Rusia, Jordania y Canadá.
Pero hete aquí que en el sur de Mendoza se descubre en Río Colorado, un enorme yacimiento de potasio. En esa provincia donde gracias a los riesgos y el esfuerzo de muchos de sus habitantes se creó una pujante industria vitivinícola de prestigio internacional. La misma de los picos nevados, donde se desarrollaron los deportes de montaña, con los centros de esquí y de alpinismo, además de en sus valles, la explotación de la horticultura, los frutales, la ganadería y también el turismo. Una tierra bendecida por la abundancia del agua del deshielo e importantes campos de hidrocarburos, cuyas reservas, sin embargo, se han ido reduciendo a raíz de la extracción y la falta de nuevas exploraciones. Y ahora resulta que también tiene inmensas reservas del requerido mineral. Baste esta somera descripción mendocina, para tener una noción de lo rica que es la Argentina.
Para los brasileños, por su lado, el potasio argentino tiene la ventaja de estar mucho cerca. Vale do Río Doce, la segunda minera más grande del mundo, empresa mixta, donde el Gobierno es un socio relevante, compró e inició una mega inversión la cual, de ser completada, sobrepasaría los US$ 10.000 millones. (Para darnos una idea, el proyecto costaría más de 6 veces el de Montes del Plata). Se lanzan a todo vapor con unos US$ 2.2000 millones, cerca del 45% de lo que se necesitaba para terminar la planta. Los proveedores locales acompañan, comprando equipos, vehículos, viviendas y otras instalaciones, parte de esto a crédito. Pero hace más de un mes Vale frenó la inversión, despidió a 6.000 obreros y anunció que se iba del país. Sigue los pasos de Petrobras.
La explicación es muy simple. Los dólares que entraban para continuar la inversión se convertían al cambio oficial. Para hacerlo fácil, entraban $ 8 (actualmente sería más) pero le entregaban $ 5. Una vez que comenzaran a exportar a $8 le entregarían $5. Vale trató de negociar, pidió una rebaja impositiva para paliar la tremenda diferencia cambiaria. Fueron pésimamente recibidos. - ¡La pagan todos los productores!- fue la respuesta. El proyecto ofrecía a la Argentina, además de interesantes regalías y trabajo para la gente, inversiones periféricas adicionales. Por ejemplo, Vale construiría unos 500 Km. de vía férrea y el reacondicionamiento de un tramo similar, poco usado, para llegar al puerto de Bahía Blanca, por donde sería exportado el potasio al Brasil. Vale tiene mucha experiencia en ferrocarriles pues su exportación de mineral de hierro (la mayor del mundo) se hace por esa vía. Además de la proximidad relativa, tiene la sinergia de sacar hierro e importar potasio con la misma infraestructura. Ningún inversor puede tener las mismas ventajas, a las cuales ha logrado asfixiar el gobierno argentino con su política cambiaria y la inseguridad jurídica que se ha instalado en el país.
El gobierno pidió a Vale no despedir a los obreros, sin éxito. Luego exigió compensarlos. Ha convocado a empresarios locales para retomar la obra. Ninguno de ellos está en condiciones de encarar semejante proyecto. Juntarse es difícil. Son más las dudas que se despiertan que el deseo de aprovechar lo ya invertido. ¿A quién se lo van a vender? ¿Localmente? Las tierras argentinas que son abundantes en potasio, más bien necesitan fosfatos. Bueno, el consuelo podrá ser que lo del potasio quedará para otro día. ¿Pero qué pasa con todos los sueños despertados en Río Colorado, en Mendoza, las pérdidas en ahorros de quienes creyeron en el proyecto, quienes hicieron planes? ¿Cómo enfrentar el repago de las deudas contraídas, abandonar la casita construida? Una innecesaria y cruel frustración.
Vale ahora considera nuevamente, invertir en Canadá.
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