CIUDAD SITIADA

Diario Castellanos - 31-Oct-09 - Enfoques

La ciudadela sitiada

por Ricardo Medrano

Que la situación nacional es complicada es una obviedad; la variedad y multiplicidad de frentes abiertos es enorme, las crisis importadas y las auto provocadas son muchísimas y nuestro gobierno parece querer apagar el fuego con nafta.

Hay que hacer un verdadero esfuerzo por no caer en la denuncia repetitiva y vacía aunque el ejecutivo que tenemos lo pone bastante difícil. Porque es una realidad que apuntar con el índice acusador es necesario pero teniendo en cuenta que el fin último es la solución de los conflictos que preocupan y desvelan a los argentinos.

Las declaraciones hechas ayer por Hugo Biolcati en las que aclaraba que se terminó el reunirse por reunirse, el darle al gobierno la posibilidad de aparentar trabajar cuando lo único que hacen es entorpecer a los que realmente trabajan, se acabó, no volverán a participar de esas reuniones donde abundan los flashes pero escasean las propuestas, donde hay mucho abrazo y pose, pero no surge ninguna propuesta concreta para aliviar los múltiples problemas que padece el sector agroindustrial.

Esta decisión, absolutamente acertada, será duramente criticada por los obsecuentes de siempre, dirán que lo que quiere la Mesa de Enlace es desestabilizar, que son gorilas o que representan a lo más rancio de la derecha argentina, cuando en realidad sólo son los representantes de miles de argentinos que están pasando serias dificultades no sólo para producir sino para subsistir.

Hay que dejar algo claro, cuando la gente del campo dijo basta, no lo dijo para ganar más plata, lo hizo porque los números no dan más, porque los animales se mueren de sed, porque no ha llovido desde hace demasiado tiempo, porque no hay forraje, porque el gobierno miente, porque el ejecutivo desinforma de una manera sistemática y calculada.

El tiempo corre en contra de los productores porque su problemática es diaria y en tiempo real, no se basa en estudios predictivos sino en el día a día, el ejecutivo lo sabe y juega con ese factor sin tener en cuenta que tratando de doblegar a un sector lo que en realidad está haciendo, es profundizar una crisis de la que se tardará mucho en salir y aun más en revertir.

En su espíritu vengativo, la pareja gobernante a transformado un conflicto sectorial en una pelea personal, concientes de que la opinión pública entiende en reglas generales los reclamos del campo han logrado maquiavélicamente crear la ilusión de buscar soluciones cuando en realidad sólo están ganando tiempo, convencidos de que la prolongación de la agonía terminará con su enemigo por ellos.

Como si de una batalla medieval se tratara, el ejecutivo se ha limitado a sitiar a la ciudadela, le ha cortado los suministros de agua y comida; no intentará un ataque directo porque insumiría fuerzas y recursos de los que no anda sobrado, además sabe que a los sitiados no podrán aguantar eternamente, su destino es la inanición o la rendición y para ellos cualquiera de las dos posibilidades son buenas. Sólo espero que la presidente se dé cuenta, antes de que sea demasiado tarde, que la ciudad sitiada es el país y los habitantes que en su delirio intenta empujar al abismo es el pueblo argentino.