jueves, 29 de octubre de 2009

VOLVER AL FMI


De Gardel y Le Pera a Boudou: ¿Qué quiere decir "volver al FMI"?



"En casi todos los países adheridos al famoso Fondo Monetario internacional se sufren las consecuencias y se comienzan a escuchar las lamentaciones”. Juan Domingo Perón



Kirchner negocia con el FMI, “implacable bestia negra, hasta hace poco”

Encaramados en múltiples tribunas, el Gobierno matrimonial difunde estadísticas, desarrolla argumentos, discute, polemiza y critica a destajo, pero la realidad, cruda como es, se obstina en desmentirlo.



Sólo basta recorrer las góndolas de los supermercados o pagar las cuentas para saber que la economía está en crisis. En ese contexto, la persistencia en no sincerar información que afecta a millones de personas genera más incertidumbre y falta de credibilidad. Peor aún, esa falsificación sistemática de parámetros vitales sólo sirve para demorar diagnósticos e impide plantear soluciones.





Por Edgar Mainhard



En medio de la algarabía que provoca el kirchnerismo en su avance desordenado pero con fervor ante una oposición pusilánime, no habría que perder la capacidad de análisis de los acontecimientos.



En primer lugar, la Argentina nunca se marchó del Fondo Monetario Internacional.



Néstor Kirchner, desde la tribuna -donde a menudo pierde los estribos-, amenazó con hacerlo pero más tarde reflexionó y siguió siendo un país asociado al FMI.



Precisamente por eso el gobierno de su mujer Cristina, se benefició en 2009 con una distribución extraordinaria de Derechos Especiales de Giro que, en forma proporcional a las cuotas-partes que cada país, equivalente a US$2.500 millones (en 2 cuotas, la 1ra., más voluminosa, ya fue recibida).



Los Kirchner sí se encargaron de despotricar contra el FMI y en un rapto de locura, Néstor canceló el pasivo con el Fondo, uno de los gestos más estúpidos que recuerde la delirante historia económica de la Argentina contemporánea.



Néstor canceló con el FMI y se volvió a endeudar con la República Bolivariana de Venezuela a una tasa de interés superior a la que pagaba en el FMI.



Los Kirchner acusaron al FMI de haber inspirado la crisis 2000/2001, de haber detenido el crecimiento, de haber promovido las políticas que Kirchner llama 'neoliberales' que, según su particular visión del universo, son decadentes, perdedoras e inequitativas.



Básicamente los Kirchner rechazaron cualquier posibilidad de auditoría de las cuentas públicas a manos del FMI y afirmaron que jamás permitirían que la Argentina aceptara un préstamo contingente del FMI o sea dinero desembolsado en el marco de un definido programa macroeconómico.



Pero, entre las contradicciones habituales de los Kirchner -que van más allá de que Cristina desmienta la renuncia de Carlos Cheppi a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Alimentación y 48 horas después se anuncie la renuncia de Cheppi-, debe considerarse una que no es menor: la Argentina sigue integrando el Grupo de los 20 (una de las herencias de Carlos Menem) pero cuestiona al FMI, organismo clave dentro del G-20.



En este contexto el ministro de Economía, Amado Boudou, dice que la Argentina regresará al FMI, una definición que exigiría mayores precisiones de parte de Boudou, dado que la Argentina está en el FMI.



> ¿Acaso se refirió a la negociación de un plan económico?



> ¿Acaso se encuentra negociando con el FMI una línea de financiación especial?



> ¿Acaso se busca un beneficio especial vía el FMI?



Dominique Strauss-Kahn, director-gerente del FMI es amigo del economista kirchnerista Mario Blejer (No, sólo era un poco de humor negro), afirmó hace algunas horas:



"A pesar de que la recuperación de la economía mundial se está afianzando, los países ricos deben brindar un mayor apoyo a los países más pobres para que estos puedan recuperarse rápidamente de la crisis originada en las economías avanzadas. (...) Debemos asegurarnos de que la recuperación mundial también impulse a los países de bajo ingreso. Estos países necesitan desesperadamente un financiamiento adicional para ayudarlos a recuperarse y obtener el margen de maniobra suficiente que les permita superar esta crisis” (...)".



¿La Argentina ingresa a la categoría de 'país de bajo ingreso'? La mayoría opina que no, pero que igual hay beneficios posibles en armonizar políticas con el FMI, tal como el (ladri) progresismo comienza a denominar un probable plan de sinceramiento de variables o ajustes.



En 1er. lugar, los Kirchner necesitan, desesperadamente, un entendimiento con el FMI para seguir integrando el G-20 y para salir del 'default' en que se encuentra con el Club de París, cuyos integrantes más conspicuos participan del G-20.



En 2do. lugar, los Kirchner necesitan, desesperadamente, un entendimiento con el FMI para la colocación de deuda soberana en los mercados globales de capitales, ya que el superávit fiscal ha mermado hasta casi desaparecer, y se precisa de alguna palanca financiera para salir de la estanflación.



En 3er. lugar, los Kirchner necesitan, desesperadamente, un entendimiento con el FMI porque es parte de su plan de estabilización de variables, marco en el cual desean relanzar su gobierno y apuntar a su permanencia en el poder más allá de 2011.



Que la Argentina volvería a negociar acuerdos con el FMI ya se sabía desde 2007, cuando Venezuela se quedó sin capacidad de financiación y la Argentina ya no pudo venderle más bonos. Desde entonces, los Kirchner han intentado, una y otra vez, imponer las condiciones en que normalizarían vínculos financieros (tal como llaman a volver a endeudarse) con el FMI.



Una y otra vez, los Kirchner fracasaron en el intento. El FMI no acepta todos los requisitos que quiere imponer la Argentina, tal como se lo dijeron a Boudou hace unos días en la reunión de ministros de Economía y Finanzas del G-20. Y el tiempo corre a favor del FMI y en contra de la Argentina.



¿Cuál es el mayor problema de los Kirchner? Enfrentar a la opinión pública, en especial la 'transversal', para explicar que ha fracasado el 'modelo autónomo' y hay que regresar a las auditorías y consultas con el FMI. Por eso ha comenzado un proceso de 'preparación' de la opinión pública para lo que vendrá.



Boudou se verá, cara a cara, con las autoridades del FMI el 06/10 y el 07/10 en Estambul, Turquía, durante la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial.



Es muy interesante que la reunión de los organismos creados en el marco de los acuerdos de Bretton Woods suceda en Turquía: durante los años '90, ya caído México, Turquía era el país con el que se comparaba a la Argentina. Cuando Turquía sufrió una aguda crisis, lo registró el riesgo-país argentino. Pero Turquía no defaulteó, llegó a acuerdos con el FMI de difícil implementación doméstica pero lo hizo, y salió adelante. La Argentina, en una estúpida decisión de los dirigentes argentinos, defaulteó, destruyó su propia moneda, liquidó sus activos bancarios, inventó un falso 'modelo productivista' y resulta que termina buscando al FMI para regresar a los mercados globales de crédito.



Nadie espera que los Kirchner acepten esta realidad que, en verdad, no es responsabilidad excluyente de ellos. En la lista de culpables van desde Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna hasta Roberto Frenkel y Carlos Ruckauf, desde José Ignacio de Mendiguren y Héctor Massuh hasta Paolo Rocca y toda la UCR bonaerense, por ejemplo.



La economía luce muy desajustada, con distorsiones abrumadoras en la estructura de precios relativos, que impiden la inversión y alientan la estanflación.



Si los Kirchner recuperan alguna cordura comenzarán a ordenar las variables, de lo contrario irán a entendimientos cosméticos con el FMI que rápidamente quedarán truncos (es la vieja historia argentina) y todo podría complicarse.



http://saleconfritas.blogdiario.com/1256828260/

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