lunes, 20 de octubre de 2014

MAGIA DE SALÓN

La política exige ser decidido por Luis Alejandro Rizzi Decisión: Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. Firmeza de carácter. RAE. Raúl Alfonsín ganó la elección de 1983 porque se mostró decidido ante las dudas que se le habrían a la sociedad no solo por el fin del gobierno militar sino asimismo por la grave situación en se encontraba la Nación. Su lema fue la Constitución, cuya vigencia plena era reclamada por la gente, y la denuncia de un presunto pacto militar sindical mostró su firmeza de carácter. Alfonsín construyó la imagen de una persona totalmente decidida. En esa época compartía una sociedad profesional y una sólida amistad con Horacio Domingorena y por su intermedio traté en varias oportunidades a Alfonsín y doy fe de su convicción, no compartida por muchos de los que estaban a su alrededor, sobre su triunfo en las elecciones de 1983. Más de una vez escuché decir "Pobre Ricardo cree que puede ganar". Traigo a cuento estos recuerdos, que ya pueden ser parte de la historia que he vivido, parafraseando a Carlos Ibarguren, porque creo que una vez más, aunque desde distinto ángulo la historia se itera. Una mayoría, por cierto muy dispersa, piensa que el "kirchnerismo está terminado" y que se viene de modo inexorable un cambio de ciclo, incluso prestigiosos encuestadores avalarían esta hipótesis. Me pregunto ¿es realmente así? Observando el panorama advierto que sólo en el oficialismo existe una genuina toma de decisiones que tienen dos vertientes o direcciones envolventes, una de ellas apunta a denunciar un imperioso ajuste de las cuentas públicas que tendrá sus consecuencias en incrementos tarifarios, imposibilidad de sustentar empresas hoy día inviables como Aerolíneas Argentinas y obviamente una reducción del excesivo empleo público. Ese ajuste imprescindible, para un nuevo gobierno, diría ya cíclico en nuestra política, se presenta como una amenaza de este "modelo" que solo encuentra justificación en estadísticas manipuladas en algunos casos e inexistentes en otros, pero que le dan lucimiento y visos de realidad al "relato k". Diría el lema "k" sería "lo peor es mejor que nada". La otra dirección de las decisiones "k" apunta a condicionar el futuro del próximo gobierno mediante la sanción de leyes y designación de funcionarios en lugares claves. Ese curso de acción elegido por los "k" cuenta con un soporte que no es tenido muy en cuenta y es que con su núcleo duro de votantes, se podrían asegurar el dominio del congreso, aunque más no sea mediante un poder de veto que no solo impediría legislar sino también materializar políticas que deben ser sustentadas en la respectiva legislación. Un solo ejemplo vale para reestructurar AEROLÍNEAS ARGENTINAS habría que derogar o modificar la ley 26 412 cuyo artículo 9 dispone que "En ningún caso el Estado nacional cederá la mayoría accionaria de la sociedad, la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto en las decisiones de la misma". En esta norma cabría la duda si también abarca a AUSTRAL que en los hechos forma un todo con Aerolíneas Argentinas. En ese sentido creo que estamos aún muy lejos de un genuino "cambio de ciclo". La otra cuestión que tienen que ver con la carencia de decisiones por parte de lo que llamo "mayoría opositora" es la falta de programas y explicaciones. Días pasados un dirigente o militante opositor me decía "Luis que podemos decidir si el poder lo tienen ellos..." y de ese modo ponía de manifiesto mi supuesto error. La oposición puede y debe tomar decisiones trascendentes que deben consistir en una explicación convincente de la decadencia, falsedad y corrupción de estos doce años "k" y a la vez un programa mínimo en los que se expliquen las políticas que se desarrollaran con total crudeza. Los llamados políticos opositores deben enfrentar a kristina y poner al descubierto sus baratos sofismas. Deben perderle el miedo... Los argentinos sabemos que estamos mal, no somos idiotas, pero también sabemos que no tenemos dirigencias idóneas. No es suficiente con "criticar" o mejor dicho "despotricar" que es una suerte de caricatura de la "crítica", es necesario decir que se propone hacer y que metas se le propone a la gente. Todos sabemos que la vida decente y honesta no se puede vivir sin esfuerzo y sacrificio y todos sabemos que lo obtenido con esfuerzo y sacrificio se defiende con uñas y dientes. Los argentinos estamos acostumbrados a vivir "de prestado" y luego nos enojamos cuando nos exigen pagar lo que debemos, para poder seguir gastando al cuete como diría Miguel Ángel Broda. Los ciclos no terminan por agotamiento terminan cuando la nueva propuesta es capaz de convocar y la verdad sea dicha ALFONSÍN nos convocó en 1983 y ganó, a partir de la reivindicación de la hasta ese momento maltrecha Constitución que entre otras cosas exige que la idoneidad es la única condición para acceder a la función pública y como diría Luis Barrionuevo cumplamos con esa condición durante diez años y la Argentina cambiará... Kristina y sus "k" están decididos y nosotros "en la duda metódica del fracaso continuado". Diría como corolario, nosotros como oposición solo atinamos a lamentarnos de lo que nos pasa... o como Massa contando los días que faltan para el 10 de diciembre de 1915, pero para que ese día pase algo, debemos esforzarnos... en política, el birlibirloque solo es magia de salón...

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