DISCIPLINA QUEBRADA

Comenzó con el Código Procesal el largo adiós del cristinismo http://www.laprensa.com.ar/429511-Comenzo-con-el-codigo-procesal-el-largo-adios-del-cristinismo.note.aspx Entre las reformas concedidas a los senadores "K" por el proyecto de Código Procesal Penal se cuentan el recorte de facultades a Gils Carbó y un mayor rigor contra la delincuencia reincidente. por Segio Crivelli La prolongada ausencia de la presidenta Cristina Fernández por problemas de salud coincidió con la aparición de las primeras señales de relajamiento de la estricta disciplina a la que siempre tuvo sometido al peronismo. Después de las críticas recibidas por el proyecto oficial de Código Procesal Penal los senadores peronistas fueron al Ministerio de Justicia a pedir cambios y volvieron con algunos fundamentales. El más importante, el recorte de facultades a la Procuración General de la Nación de asignar causas discrecionalmente entre los fiscales. La oposición denunció que la hiper "K" Alejandra Gils Carbó usaría ese poder para girar las causas de corrupción a fiscales amigos, es decir, benévolos con los funcionarios kirchneristas más comprometidos por la Justicia. Esta reforma opacó otra más importante para la gente de a pie: la que habilita a los jueces a negar la excarcelación de delincuentes violentos y habituales. Bastará comprobar que tuvieron detenciones previas (no procesos, ni condenas) o alguna causa en trámite, para que el detenido quede adentro. Este serio revés para la denominada "puerta giratoria" por la cual delincuentes peligrosos vuelven rápidamente a la calle a cometer más crímenes violentos le quita una bandera fundamental a la oposición en uno de los temas más importantes de la agenda electoral: la inseguridad. Significa al mismo tiempo un traje a medida para Sergio Berni a quien se vio durante la semana en compañía de Daniel Scioli, lo que alentó las versiones de que podría ser su candidato a Gobernador por la Provincia de Buenos Aires. De la candidatura de Scioli por el kirchnerismo ya prácticamente nadie duda. Los cristinistas -vale decir el hijo de la Presidente y el "camporismo"- se han resignado a que es el único candidato del sector competitivo con Sergio Massa y Mauricio Macri. Su estrategia ahora consiste en "entornarlo" para conservar parte del poder que les transfirió la Presidente. A favor de esa hipótesis comenzaron a circular sus posibles candidatos a Vicepresidente. El primero, Axel Kicillof, marxista al que no lo asustan ni los buitres, ni los aviones de lujo, pero cuya suerte está atada al desempeño de la economía el año que viene. Además del ministro surgieron dos "sorpresas": el todavía Ministro de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, y el camporista Larroque. Zaffaroni anunció con tiempo que dejará su cargo por lo que quedará disponible; Larroque tiene como único mérito el favor presidencial. La cuestión es si le sirve a Scioli o representa el proverbial salvavidas de plomo. La respuesta a esa incógnita depende una vez más del futuro de la Presidente que parece lejos de estar definido, aunque la alternativa de un "retorno" en 2019 no parece verosímil por varias razones. La principal que aún cuando no carece de capital político, las repetidas señales de alarma que le ha dado su salud no pueden ser desatendidas. Las encuestas demuestran que conserva después de siete años de ejercicio directo del poder, una cantidad apreciable de escándalos por corrupción y una economía en declive desde hace por lo menos un año, un nivel de aceptación que ronda entre el 25 y el 30% del electorado. Una reciente medición hecha en una provincia del norte donde la pobreza es un fenómeno generalizado arrojó que el apoyo que recoge llega al 60%. Un dato relevante, sin embargo, es que el 40% de quienes la aprueban reclaman un cambio. Esa es en apariencia la causa por la cual Sergio Massa le lleva 10 puntos de ventaja en intención de voto a Scioli en la misma provincia. La "continuidad con cambio" que predica el gobernador es representada paradójicamente por el diputado y ex Intendente de Tigre. En resumen, la ecuación para develar el futuro de la presidente tiene varias incógnitas. La primera, es si conservará su actual capital político después de permanecer en el llano por lo menos un par de años. Segundo, si querrá usar ese capital activamente. Y, tercero, si para su sucesor -en este caso Daniel Scioli- ese capital no se convertirá en tóxico. Tampoco se sabe si al gobernador le conviene conservarlo o tomar distancia como venía haciendo antes de recibir la media palabra de que será candidato "k". Lo único que se sabe es que la estrella política de CFK está cada vez más cerca del horizonte.