domingo, 23 de noviembre de 2014

EL TIRO POR LA CULATA

Calendar noviembre 22, 2014 | Posted by Malú Kikuchi Por Malú Kikuchi (22/11/2014) Las medidas pensadas como heroicas, para terminar de hundir una etapa histórico/política de nuestra Argentina, no siempre son heroicas y no siempre salen bien. A veces, el tiro sale por la culata. El 27/10/2014, la presidente ordenó al ministro Timerman que desclasificara los documentos secretos del ministerio de RREE de la época llamada “Proceso de Reorganización Nacional”, 24/3/1976 hasta 10/12/1983. Al anunciar el lanzamiento de la herramienta que permitiría a los argentinos acceder a 5.832 documentos y resoluciones secretas, el ministro Timerman dijo: “La gente va a tener una idea de cómo actuaba la cancillería en ese momento”. Y los que tuvimos acceso, nos enteramos. El tiro por la culata. Hablo en pasado con respecto al acceso, ya que ahora la página de RREE al respecto, no se puede ver. Una curiosidad más de la Argentina K. Antes que nada, las múltiples ONG s de DDHH, los partidos de izquierda, madres línea fundadora y las de mamá Hebe, las abuelas, ¿nunca se preguntaron por qué durante todo el Proceso (7 años largos) tanto la URSS, sus países satélites, como Cuba, no sólo mantuvieron cálidas relaciones diplomáticas con Argentina, sino que la apoyaron ante las Naciones Unidas para no ser aislados como le sucedió al Chile de Pinochet? Un oxímoron. ¿Nunca, nunca se lo preguntaron? Las familias de los “desaparecidos”, los presos, los que “luchaban por un mundo más justo como el del comunismo, TAN respetuoso de “los DDHH de los que no pensaban como ellos”, ¿nunca se preguntaron por qué los comunistas apoyaban a Videla? El nivel de hipocresía de la sociedad argentina es asombroso. Tan asombroso como nuestra presidente diciéndole a Fidel Castro, emocionada hasta las lágrimas cuando la recibió: “Lo considero una distinción para todo el pueblo argentino”. ¿Conocer al hombre fuerte de Cuba que apoyó a Videla fue una distinción para el pueblo argentino? Difícil de digerir. Imposible de comprender, desde el punto de vista de Cristina, que venera el 25/5/1973. Nuestra amistad con la URSS venía de larga data. La primera foto de Stalin con un latinoamericano, 1953, fue con el embajador Leopoldo Bravo. Y Perón no era comunista. Ya en tiempos del Proceso, el PC argentino apoyó a Videla diferenciándolo de Pinochet y declarando en “Tribuna Popular”, órgano del partido: “Videla representa una democracia renovada”. 12/8/1977 entró en vigencia el “Convenio de suministro de maquinarias y equipos de la URSS a la Argentina”. 19/12/1978, “Convenio cooperación científico/tecnológico entre el gobierno de la República Argentina y el gobierno de la URSS”. Entre 1976 y 1979 se mantuvo una estrecha colaboración entre los dos países. Salto Grande, Paraná Medio, varias turbinas para represas hidroeléctricas. El circo de Moscú en Buenos Aires. ¿A nadie le llamó la atención? Cuesta pensarlo. Y cuando la URSS invadió Afganistán, el presidente Carter decidió no venderle más trigo a la URSS y pidió a los demás países no hacerlo. Argentina siguió vendiendo. La URSS nos adoró. ¿Y “los maravillosos muchachos idealistas”, que morían defendiendo los “ideales de la URSS”?, muy bien gracias. Negocios son los negocios. ¿Y la ideología? ¿La qué? Los negocias borran diferencias. ¿Pero si Brezhnev y Videla no tenían nada en común? Negocios. Negocios. Negocios. A la muerte de Brezhnev, Argentina puso la bandera a media asta en todos los edificios públicos durante 48 hs. Un poco mucho, se suponía que estábamos combatiendo su sistema. En cuanto a Cuba, el paraíso soñado por los montoneros, hay un cable desclasificado del 20/4/1977, donde se lee la autorización del gobierno argentino a su embajada en la Habana, a intercambiar votos ante Naciones Unidas, … con Cuba. Cuba requería de la Argentina un voto a favor para poder formar parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y a cambio, Cuba votaría a favor de Argentina para que nosotros entráramos en ECOSOC (Consejo Económico y Social de la ONU). Los dos países, como buenos amigos, cumplieron. Están todos los cables entre los dos países, debidamente firmados por quienes correspondían, se supone que están o deberían estar al alcance de todos los argentinos. Esa fue la orden de la presidente. Probablemente nunca imaginó que su admirado jefe revolucionario, Fidel, le hubiera hecho favores a Videla y se los hubiera pedido. De haberlo sabido no hubiera dado la orden. Pero la dio. Ahora es imposible ignorarlo. Fidel apoyó a Videla. Toda esta movida se hizo por intermedio de la Comisión de relevamiento para la “Recuperación de la Memoria Histórica”. Bien, vale la pena. Hay que cerrar heridas. Ya lo saben todos los argentinos, Videla y Fidel, un solo corazón. Quizás aprendamos de una buena vez que hay que conocer todas las memorias, las de todos, para poder hacer una historia que se acerque a la verdad. La mitad de algo no sirve. Todos tenemos memorias distintas de los mismos hechos. Tenemos que sumarlas para construir una historia nacional. LA historia con toda la verdad. Una verdad que aunque no nos guste es cierta. Aceptemos los hechos, no es necesario opinar. Los cables lo cuentan, Argentina vendía trigo y estaba bien que lo hiciera, los países comunistas nos defendían ante la ONU gracias al trigo y otros negocios. Esos son los hechos. Votamos a favor de Cuba, Cuba votó a favor nuestro. Fue así, guste o no guste. Esa es la real Memoria Histórica. Brezhnev, Castro y Videla. *“Y disparo, disparo, disparo / a ver si mato alguna rata / pero como no veo muy claro / acabo metiendo la pata / y me sale siempre / el tiro por la culata”. Luis Eduardo Aute, español, cantautor y mucho más.

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