jueves, 22 de octubre de 2009

DOÑA ROSA


En la Argentina K, Doña Rosa es una ama de casa confundida, amargada y viuda

En 1966, Bernardo Neustadt iniciaba junto a Mariano Grondona un programa político que alcanzó niveles de audiencia increíbles para estos momentos, Tiempo Nuevo, que lo llevó al primer plano nacional durante 3 décadas. Neustadt, empleó recursos comunicativos que serían muy recordados, como dirigirse a "Doña Rosa", un estereotipo de ama de casa conservadora que él mismo creara. Hoy Rosa está viuda.

POR JORGE HÉCTOR SANTOS

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Doña Rosa, sobrevivió a Bernardo Neustadt, como los muñecos sobreviven a sus ventrílocuos. Neustadt le daba vida a su doña Rosa hablándole y tratando de hacerle comprender a la mujer común, la más común de las mujeres y, también, al hombre, aquellas cosas casi inexplicables que suceden en este país.

Justamente, es la gente común la más necesita entender qué pasa en estos tiempos violentos, sombríos, preocupantes.

Es esa gente la que No encuentra, en la mayoría de los casos, luz para saber cómo se resolverán los problemas que la agobian, cómo se encaminará el futuro personal y el de sus hijos que a muchos les quita el sueño y, hacia dónde se dirige su país que sienten está como barco a la deriva en altamar.

Doña Rosa vive y se reproduce en millones de personas que se llaman de distintas formas. Todas esas personas, representadas en la genérica y emblemática doña Rosa, están viudas, carecen de instituciones y hombres referentes y creíbles que les ponga en blanco y negro lo que les ocupa y los preocupa.

Que se carezca de instituciones y hombres creíbles que se hagan cargo de la búsqueda de la solución a tantos flagelos que les ha hecho a los argentinos perder la sonrisa, que les ha hecho vivir encerrados, que les roban las esperanzas, que los han marginado de una vida digna, que les hagan entender que la democracia es la mejor forma de gobierno y la ausencia de verdaderos demócratas es la razón del fracaso de un bien tan añorado durante muchos años.

Estimada doña Rosa, ¿cómo hacerle entender?:

> Que la corrupción está al rojo vivo y, sin embargo no es el principal problema que sienten tener los argentinos (no le importan que le roben lo que es de todos ellos) porque hay otros temas muchos mayores que le quietan hasta las ganas de vivir.

> Que el hambre se apoderó de 16 millones de compatriotas sin que el Estado, a través del gobierno nacional, haga otra cosa que discutir la magnitud de las cifras.

> Que los fondos del Estado para atender parte de la indigencia y la falta de trabajo se van en subsidios que se emplean para armar organizaciones piqueteras cuyos integrantes, mayoritariamente, deben cumplir las obligaciones de concurrir a marchas, cortes de rutas, escraches violentos, votar como les dicen y a quien les dicen para recibir magros pesos.

> Que la vida de los argentinos no valga nada porque la inseguridad ha ganado la calle, los barrios, las plazas y todos los espacios públicos y privados donde, en cualquier momento, una persona inocente puede perder la vida de la forma más atroz, además, de lo poco o mucho que la víctima llevaba.

> Que los números de las estadísticas están todos tergiversados para que las mentiras públicas compitan con las verdades privadas y, los gobernantes se expongan carentes de pudor para NO admitir la inflación creciente, el desempleo, el trabajo en negro, los niveles reales de pobreza e indigencia y, una recesión que solo se va deteniendo en la imaginación de los que más tienen.

> Que los gobernantes hablen de que el esfuerzo lo tienen que hacer los que más tienen mientras se difunden cifras escandalosas de sobre precios en obras públicas, negocios espurios en manos de amigos de los mandamases, riquezas personales que se incrementan de la forma más mendaz.

> Que esos mismos gobernantes se muestren, en público, con joyas de incalculables valores y, con prendas de vestir de las mejores y más caras marcas nacionales e internacionales, mientras asisten a inaugurar una escuela (que tal vez ya habían inaugurado) y, los alumnos y los padres de esos alumnos estén pasando las más elementales privaciones.

Doña Rosa, espero no abrumarla más de lo que está pero ¿cómo hacerle entender?:

> Que jueces de la Nación sean puestos contra la pared o frente a un juicio político para destituirlos por haberse animado, tan siquiera, a intentar averiguar algo de la corrupción conocida en parte pero, metida debajo de la alfombra más amplia al alcance de los funcionarios públicos.

> Que los gobernantes aprieten a gobernadores, senadores, diputados, intendentes con la escasez de fondos coparticipables para que el poder central pueda como contrapartida de la dádiva conseguir de estos votos que les signifiquen leyes que los habitantes de la Rosada y Olivos quieren sacar pronto en un Congreso que, hace años, cumple funciones de escribanía del Poder Ejecutivo.

> Que la televisión pública, sea la televisión oficialista y, desde su pantalla se monten operaciones políticas inmorales para ensuciar a un periodista, a un medio o a quien el Poder Ejecutivo indique.

> Que un país que tiene el 40% de sus habitantes en situación de pobreza extrema, el gobierno nacional emplee más de $700 millones anuales para mantener y transmitir el fútbol administrado, mayoritariamente, por dirigentes inescrupulosos que alimentan sus bolsillos y vacían los de las instituciones deportivas que gestionan.

> Que las autoridades nacionales mantengan y alimenten fuerzas piqueteras, en muchos casos armadas, para actuar como fuerzas mafiosas frente a quienes en el ejercicio de la democracia quieren expresar libremente su opinión en cualquier rincón del país.

> Que los medicamentos truchos o adulterados sean entregados en obras sociales sindicales manejadas por multimillonarios sindicalistas y, la justicia opere con tanta lentitud y fragilidad sospechosa que ningún dirigente esté preso y, fianzas millonarias sean pagadas por esos jefes sindicales en demostración palpable de la fortuna que amasaron utilizando caminos oscuros.

> Que con la excusa de los monopolios privados de información se sospeche, con razón, que activos importantes de esos mismos grupos empresarios mediáticos vayan a parar a manos de amigos del poder central para que los argentinos terminemos como en la épocas de los militares escuchando medios extranjeros para saber la verdad de lo que sucede en estas tierras.

> Que la droga, el juego, la prostitución y, el alcohol haya aumentado sideralmente en los últimos años dañando a nuestra juventud y convirtiéndola en una de las peores educadas y formadas del mundo, cuando años atrás la Argentina formaba profesionales que eran requeridos por todo el mundo.

> Que lo ilógico se haya convertido en lógico sin serlo y, por lo tanto, escuchemos la defensa de pensamientos totalmente equivocados que se dan de patadas con lo que debería hacerse y se termina haciendo lo que la autoridad central decide y, todos calladamente, admitan esto en un silencio y desprecio no solo llamativo, sino insolente y preocupante.

Perdón, mi estimada doña Rosa pero, entiendo, a esta altura debe estar extenuada.

Mejor, “lo dejamos ahí”, yo no “duermo 4 horas” pero, “terminé”, aunque esta lista pueda llegar al infinito, desgraciadamente.

No hay comentarios: