sábado, 17 de octubre de 2009

FORROS DE LA MATANZA


Por Lucrecia Bullrich
De la Redacción de lanacion.com
lbullrich@lanacion.com.ar


Julio Ledesma se defiende tras su expulsión de Unión Pro. Jura que el apoyo al kirchnerismo para la media sanción de la ley de presupuesto en la Cámara de Diputados no es el primer paso del camino que lo lleve de regreso a las filas oficialistas.

"No voy a ser oficialista y voy a votar en contra del Gobierno cada vez que sea necesario", dijo el legislador en diálogo telefónico con lanacion.com poco después de que Francisco De Narváez anunciara su expulsión de Unión Pro.

"Nosotros no pertenecemos a Unión Pro desde el mismo 28 de junio y ya conformamos nuestro propio bloque, la Corriente Peronista Federal, así que nos están echando de un lugar del que nos fuimos hace meses", dijo en tono socarrón ante la decisión del espacio que lideran De Narváez y Macri.

En este punto, defendió su voto a favor del presupuesto del año próximo. "Estamos convencidos de que hay que darle al Poder Ejecutivo las herramientas que necesita para gobernar. Además, son herramientas que se le han dado históricamente", planteó.

La justificación no terminó allí. "Tuve la altura moral y política de votar de acuerdo a mis convicciones y de acuerdo a las necesidades y la cultura del peronismo", añadió.

Enseguida, destacó su rechazo a algunos artículos del presupuesto en la votación en particular, como la prórroga al impuesto a las ganancias sin modificaciones en el mínimo no imponible y los superpoderes. "Acá hay que sacarse la careta. Muchos de los que hoy critican los superpoderes son los mismos que levantaron la mano para dárselos a [el ex ministro de Economía, Domingo] Cavallo. Yo no estoy de acuerdo con los superpoderes, nunca lo estuve", afirmó.

No acompañará "ciegamente". Ledesma buscó dejar claro que no acompañará ciegamente al oficialismo. "No dejé el barco para irme a la bancada oficialista. Si tengo que votar en contra del Gobierno lo voy a hacer", insistió.

Hacia el final, Ledesma arremetió contra De Narváez, que esta mañana dijo estar "furioso" por la "traición" al electorado, que le atribuyó tanto a él como a Patricia Gazella, la otra diputada de Unión Pro que apoyó el presupuesto y también fue expulsada.

"La traición tiene que ver con no presentar leyes con contenido social, con ni siquiera ir a las sesiones", lanzó. "Me saqué la mordaza y voy a poder hablar, porque, hasta ahora, estuve esperando que el presidente de mi bloque hablara, pero nunca lo hizo", añadió en obvia alusión al empresario. "Nos acusa de traición alguien que sólo sabe hacer política ladrándole a la luna", completó molesto.

Desde la oposición llovieron las críticas contra los diputados opositores que a último momento apoyaron el presupuesto y se acusó al Gobierno de cooptar votos por medio de recursos del Estado.

Ledesma conoce bien al kirchnerismo y sus códigos. En 2002, cuando Néstor Kirchner era el casi desconocido gobernador de Santa Cruz, fue su primer, y por entonces único operador en el conurbano. Como líder de la CGT de La Matanza comandó 32 de los 38 actos de campaña de Kirchner en 2002.

El romance duró hasta agosto de 2007. Todo se esfumó cuando Ledesma vio frustrado su sueño de ser intendente de La Matanza. Kirchner lo había empujado a que se presentara como candidato, pero finalmente decidió jugar con un solo postulante: Fernando Espinoza, el actual jefe comunal.

Finalmente, después de las presidenciales de 2007, asumió como diputado del Frente para la Victoria, del que había sido candidato en 2005. Pese a ocupar el lejano puesto 22, terminó ingresando en la Cámara baja porque varios de los legisladores que lo precedían asumieron cargos en el Ejecutivo. Sin embargo, la desilusión pudo más y decidió pasarse a las filas de Macri desde Unión Celeste y Blanco, el partido de De Narváez.

Casi cuatro meses de haber renovado su mandato como candidato de Unión Pro, su apoyo al Gobierno le valió la expulsión. Habrá que seguir sus próximas votaciones para ver si ha vuelto o no a sus orígenes.

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