viernes, 3 de octubre de 2014
MIRAR A BALCARCE 50
En otra patética, triste y disparatada cadena nacional presidencial, quizá la más grave de todas hasta ahora, porque no descarto que haya otra que supere a esta, la primera mandataria utilizó nuevamente los improperios, descalificaciones, acusaciones de costumbre pero aún más preocupantes que las que había hecho hasta ahora. Y no digo por los falaces dichos que forman parte del dislate de un gobierno que presa de su odio, ineptitud, corrupción, autoritarismo e ignorancia se contradice permanentemente.
Nada de lo que haga este gobierno puede ser considerado inocente, pero se ha llegado a un escalón que solo había sido montado por Chávez y Maduro, dos de los presidentes más cuestionados del mundo junto a Fidel Castro. La mandataria argentina sostuvo que si algo le pasa, no miremos a Oriente sino hacia el norte, en clara alusión a que el Presidente de EEUU podría atentar contra ella a pesar de que días antes anunció que había sido amenazada por el ISIS. Para EEUU y su gobierno este país y su presidente no tiene relevancia, a pesar de que muchos creen lo contrario. Somos un país aislado, sin ley, gobernado por un modelo populista, que no crece, cuya pobreza aumenta y las garantías constitucionales se violan constantemente. Desgraciadamente mucha gente aprueba toda esta barbaridad y creen el cuento de que el Mundo está en nuestra contra.
No hay conspiración alguna realizada por un grupo o varios, nadie le quiere hacer nada Señora Presidente, la única responsable de lo que ocurre en el país es usted y su gobierno. Cuando comenzó a gobernar Néstor Kirchner en 2003 sostuve que haría lo posible por no dejar el poder, a él lo sorprendió la muerte, quedó su esposa y siguió su destino, todo esto forma parte de un plan para perpetuarse en el poder, nada más grave que esto.
Hay muchos argentinos a los que ya nos han pasado mucho y si nos llegara a pasar algo más creo que deberíamos mirar hacia Balcarce 50, ahí se encuentra la verdadera causa de lo que nos pasa a los Argentinos.
Alejandro Olmedo Zumarán.
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