domingo, 25 de noviembre de 2012

EL QUE AVISA NO TRAICIONA

A Cristina le avisaron que se venía un fallo duro, ...pero ignoró el alerta Por Marcelo Bonelli Los abogados de Nueva York sugirieron dejar de decir que no se iba a pagar. Y cesar con las agresiones a Griesa. 24/11/12 Los abogados de Manhattan que asesoran al gobierno argentino en el intrincado problema que busca solucionar el tema de la deuda aún no regularizada, le advirtieron más de una vez a la Casa Rosada que la posición del Juez Thomas Griesa era intransigente y que podría derivar en un duro fallo en contra de la Argentina. El estudio Clery Gottlieb Steen & Hamilton sugirió a los funcionarios del Ministerio de Economía llevar adelante una defensa más judicial y profesional en la causa contra los fondos buitre, para no abrir frentes que habiliten a los especuladores que evitaron entrar al canje a actuar contra la Argentina. Por eso los abogados también sugirieron minimizar la utilización política del conflicto y evitar la confrontación publica con el magistrado de los Estados Unidos. Pero las sugerencias fueron desoídas – en su mayoría– por la Casa Rosada y eso facilito la estrategia de los fondos buitre contra la Argentina. La confrontación pública contra Griesa y el anuncio público de que no se iba a cumplir con su fallo fue aprovechado por los demandantes para atacar a la Argentina. Era eso justamente lo que los abogados que patrocinan a la Argentina habían sugerido evitar. Por primera en una década –desde que se declaró el default – Griesa cambió su persistente actitud a favor de la Argentina y falló como querían los fondo buitre. Las primeras sugerencias de los abogados de Clery Gottlieb Steen & Hamilton llegaron a los funcionarios argentinos en febrero, cuando Griesa emitió su primer fallo a favor de los litigantes, que desemboco en la actual escalada judicial de estos últimos 20 días contra Argentina. También hace dos semanas, y después de las últimas audiencias publicas con Thomas Griesa, los abogados volvieron a advertir al ministro Hernán Lorenzino. El ministro desoyó las sugerencias y trasmitió en el seno del Gobierno que el conflicto no iba a complicar la economía. El abogado Carmine Boccuzzi – el responsable de litigar por Argentina – adelantó que la posición del magistrado era extremadamente dura y que podría desencadenar en un fallo adverso, como el que finalmente escribió Griesa. Griesa repitió en el fallo, lo que había dicho textualmente a las partes en las audiencias del 9 de noviembre y del 16 de noviembre. En ambas el magistrado cuestionó las manifestaciones de Cristina Kirchner y del ministro Lorenzino en el sentido que no iban a pagar una sentencia dispuesta por el magistrado. Griesa lo interpretó como una suerte de “desacato”. Incluso después que Argentina presentó un “paper” firmado por Francisco Eggert, titular de la Oficina de Crédito Público, que suavizaba las declaraciones publicas y hablaba de aceptar lo que decida el juez. Pero la decisión política de la Casa Rosada de atacar a Griesa, al final llevó al estudio a acompañar las posturas de la Casa Rosada. Los responsables máximos de Clery Gottlieb Steen & Hamilton resolvieron preservar al cliente y seguir cobrando los suculentos honorarios que le facturan al Ministerio de Economía. El estudio cobra entre 1.300 a 1.500 dólares por hora de atención del “caso argentino” y la facturación asciende a un promedio de 20 millones de dólares por año. El buffet neoyorkino –que tiene filiales en todo el mundo– asesora desde el inicio de la década del 90 a la Argentina. Fue el gobierno de Carlos Menem el que lo contrató y asesoró a Domingo Cavallo con el Plan Brady y el diseño del denominado megacanje, así como a José Luis Machinea con el “blindaje” anunciado a fines de 2000. Néstor Kirchner reconfirmó sus servicios y utilizó al buffet para refinanciar la deuda en el 2005. Ahora Jonattan Blackman y Carmen Corrales son los estrategas del estudio para la Argentina, mientras que Boccuzzi es el encargado de concurrir a los tribunales. El trío se apuró a reiterar sus advertencias. Lo hicieron por una sencilla razón: no quieren ser los chivos expiatorios de la “mala praxis” de la Casa Rosada.

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