domingo, 11 de noviembre de 2012
ELLOS FUERON....
"Ellos fueron. Nosotros, aquí estamos"
La Solano Lima es una corriente de Propuesta Peronista, hoy junto a Mauricio Macri. Adhirió y participó intensamente del #8N junto a muchos otros que no adhieren ni simpatizan con Macri ni con el PRO ni con los peronistas. La pluralidad que le falta al Frente para la Victoria es lo mejor que puede exhibir el #8N. Aquí la declaración política de La Solano Lima posterior a la movilización, titulada "Marcha de la bronca y de la fe":
La Solano Lima nació para ponerle límites a La Cámpora, la agrupación kirchnerista que protagonizó incidentes el #8N. El la foto el revoltoso Nicolás Ayuso, quien protagonizó incidentes en un móvil de C5N, y a quien se le atribuye pertenenca a La Cámpora.
"(...) Bronca que también es esperanza
Marcha de la bronca y de la fe (...)",
Pedro y Pablo
CIUDAD DE BUENOS AIRES (La Solano Lima). Una multitud en la calle con una multitud de reclamos. Una multitud de argumentos falsos para ningunear a multitudes indignadas. Y una minoría de cretinos que pretende tapar el sol con la mano.
La cadena oficial kirchnerista transmite al mundo una Argentina desquiciada por la vulgaridad de un elenco gobernante incapaz de gestionar el éxito. Gestiona el fracaso y nos quiere llevar puestos a todos. Por eso las cacerolas, en paz y libertad. Basta.
Hoy la Patria asiste a la puesta en escena de un gobierno negacionista. Mentiroso. De alcance corto. Que apuesta a profundizar el rumbo elegido que no es otro que el del populismo oligárquico. Resultados a la vista: descalabro económico, atropello a la Constitución, violación de los derechos humanos, hipertrofia estatal, despilfarro de los recursos públicos, corrupción gubernamental, colonización de la Justicia, “desastre organizado”, pensamiento binario, inseguridad, etcétera. Extenso etcétera.
En este contexto de profunda madurez ciudadana explicitada en las calles, cada reclamo es una propuesta. Queda en manos de los gobernantes votados por el 54% y de la mayoría legislativa ofrecer las soluciones. ¿O va a solucionar la inflación el Jefe de Gobierno porteño? ¿O la oposición tiene presencia suficiente en el Congreso para neutralizar los embates de la Casa Rosada? No seamos ingenuos ni tampoco repitamos el discurso envenenado del kirchnerismo.
Tanto el #13S como el #8N tuvieron un solo destinatario fundamental: el oficialismo. La oposición con o sin representación parlamentaria, promovió, apoyó y participó de los cacerolazos. La Solano Lima estuvo a la cabeza de cuanta actividad convocante se hizo para llenar las plazas del país. Setecientas mil almas en la Plaza de República por la República con Justicia Social confirman la certeza del reclamo. Variado, plural, legítimo. A otra cosa.
Respecto de la ausencia de propuestas, es una falsedad. Las oposiciones tienen sus propuestas y cada representante las comunica permanentemente. Macri, Binner, Sanz, Cobos, De la Sota, entre otros, exponen sus ideas y manifiestan lo que piensan para sacar a la Argentina del retroceso. Sin embargo, el kirchnerismo se las ingenia para acusar de que nadie propone nada. Así, ningunean a los opositores y se presentan como “los únicos”.
Una prueba rotunda de la matriz ideológica que los moviliza: los detentadores del pensamiento único quieren un partido único, un candidato único, una caja única. En vez de diálogo, monólogo. En vez de convivencia civilizada, la dialéctica amigo/enemigo. En vez de federalismo, centralismo prostituyente. Y con estas consignas destructivas avanzan, y la claque aplaude, y el coro rentado propala las falsedades del relato para consumo de los incautos.
Un estadista comprende los acontecimientos, los evalúa, consulta, se asesora y resuelve los problemas, crea lo que falta, fortalece lo alcanzado, proyecta el futuro. Un estadista sabe que su iniciativa siempre es perfectible. No es Dios.
Si se equivoca –autocrítica mediante- hace las correcciones pertinentes. Si persevera en el error, deja de ser estadista. Y pasa a ser un capanga, un jefe mesiánico, el patrón (o la patrona). Esta concepción del poder es propia de los populistas oligárquicos que hablan de pueblo para servirse de él, para multiplicar sus patrimonios y desguazar los organismos de control. Impunidad.
Cristina Fernández busca el aplauso fácil, se empecina en parecer imperturbable, agravia el sentido común. Es Presidenta de pago chico. De vuelo de perdiz. Vive en un termo. Rodeada de alcahuetes. De los caranchos del poder. Que haya subestimado la movilización ciudadana del 8 de noviembre, habla a las claras de su mediocridad intelectual. Discursear no es gobernar. El gobernante vale por lo que hace, no por lo que dice. Saquemos conclusiones en conjunto.
¿Qué hacer luego del cacerolazo? Cada uno debe seguir cultivando su espacio político. Las elecciones legislativas de 2013 serán la oportunidad de formar una nueva mayoría parlamentaria como paso previo al cambio global de 2015. Mientras tanto, refutemos las aberraciones del relato y sus secuaces. La lógica populista exige un líder a su imagen y semejanza. Falso. La Patria necesita un equipo de hombres y mujeres consustanciados con la problemática real del país. No confundamos liderazgo republicano con mesianismo populista. Charlatanería con discurso. Democracia con demagogia.
La marcha del #8N tuvo bronca y tuvo fe. Bronca por tantos años de destrato, por la obscenidad kirchnerista y la altanería de una Presidenta que se regocija de andar en falsa escuadra. Fe porque el futuro es posible y depende de nosotros en la medida que para un argentino no haya nada mejor que otro argentino.
A la monumental movilización ciudadana, sumémosle otro hecho que merece una interpretación acorde a las circunstancias que se muestran favorables al triunfo ciudadano. El populismo oligárquico recibió un durísimo revés en el Congreso: 28 senadores nacionales y más de cien diputados le pusieron en freno a la re-reelección. A otra cosa.
La dirigencia caduca no entiende nada de la movida republicana y federal. El vino nuevo requiere de odres nuevos.
Ellos se fosilizaron en los 70. Nosotros somos el siglo 21. Ellos se pelean con los fantasmas del pasado. Nosotros nos unimos para mejorar el presente. Ellos avalan el paternalismo retrógrado. Nosotros somos ciudadanos en libertad. Ellos utilizan el lenguaje de la confrontación permanente. Nosotros buscamos la unión permanente. Ellos son el odio, la revancha, la derrota. Nosotros el amor, el consenso, el triunfo de la vida.
Ellos fueron. Nosotros, aquí estamos. Repletos de alegría.
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