domingo, 2 de diciembre de 2012
BASTA DE MONARCAS.....
¡BASTA DE MONARCAS, PRINCESAS, CACIQUES Y DE “CHANTAS” PETARDISTAS!
Por Juan de Dios González (*)
“Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda” -
Martín Luther King
No se, si por haber tenido un agradable sueño, hoy desperté con buen ánimo y con deseos de escribir sobre temas amenos y gratificantes, que provoquen regodeo y delicia a la pluma en su trazo, dicha a mi espíritu y aliento a los lectores.
Mientras ingiero un liviano desayuno, para no tornar cargado el comienzo del día, leo los diarios.
Los titulares y encabezados comenzaron a alterar el buen amanecer, ni que decir el nivel de descomposición que fue adquiriendo mi templanza a medida que me introducía en el mundo de las noticias de los buenos medios de comunicación y en el inductivo proceso de desinformación de otras gacetillas divulgadoras, captadas o afectadas por tenebrosos intereses.
Los deseos apacibles y encantadores que estimularan mi buen despertar, se fueron tornando cada vez mas desagradables, desdichados y odiosos, por el fastidio que me generan los acontecimientos cotidianos y la repugnante naturaleza de la política argentina.
Obviamente, el argumento dio un giro de 180 grados a mis tempranas intenciones, a esta altura, la pluma comienza con trazos nervudos a volcar sobre el papel conclusiones fastidiosas, no por inoportunas o desatinadas, sino, por tener que transcribir e interpretar la realidad que nos circunda sin una minúscula pizca de satisfacción, regocijo o estímulo.
Estos señores que juegan a políticos, son los responsables de no poder desarrollar una temática distinta a la habitual, son los responsables de subir los decibeles de la palabra, el aumento de la presión arterial y el cambio emocional.
A partir de allí, sin perjuicio de las apreciaciones inevitables sobre los inauditos sucesos, surgen los epítetos y calificativos, aumentando su vigor a medida que surgen nuevas patochadas y en ese instante es donde comienzan los axiomas, al punto de parecer un exaltado y verborrágico redactor. Así, por ejemplo, debo conceptuar a estos causantes:
Son una mezcla rara de populismo, demagogia y caciquismo, con un mero matiz de voluntarismo. No son mas que mercachifles de la política de ocasión apoyados por un cortejo de insípidos y badulaques, a la vez, sostenidos por carenciados y explotados que son impulsados por una comparsa de especuladores (manipuladores del clientelismo inmoral que generan bochornosos planes sociales).
Se jactan de pertenecer a la iluminada e idealista juventud setentista, subsisten revoleando en su arenga la izquierda apologista y farsante, pero mantienen constantemente la mano derecha aferrando sus colmados bolsillos, en el que atesoran espurios capitales, algunos operados por testaferros y otros escondidos en paraísos fiscales.
Grises mentes aprovechadoras de una mayoría silenciosa o adormecida por la ponzoña oficial . “Chantas” y embaucadores de la indiferencia popular. Promovedores, mediante sutiles maniobras expulsivas, de las fugas de talentos formados en públicas universidades sostenidas con el producto de nuestros aportes impositivos; a quienes obligan huir hacia otros confines para poder desarrollar sus virtudes adquiridas -aquí desfavorecidas y menospreciadas- y que terminan beneficiando -con sus científicos aportes- a países mas desarrollados.
“Pícaros”, truhanes y bandidos; algunos dicen pertenecer al socialismo progresista, cuando en realidad se copiaron mal del progresismo europeo y se quedaron empantanados en el encrucijada de las ideas y las conveniencias; otros dicen ser de arriba, de abajo, de mas allá o de mas acá, pero terminan transitando de manera pendular, sin ideas, sin plan, solo deambulan por los recintos del poder disfrutando de los placeres y encantos de la figuración y el snobismo sin saber que hacer.
En este populismo crónico, se le da mas valor a las palabras (falsas promesas) que a los hechos, todo se hace de manera tal que el líder aparezca como el Mesías salvador y no se hace mas que desvirtuar la verdadera misión del gobierno; es por todo ello que no se tiene en cuenta lo que realmente tiene importancia, las Instituciones que conforman el Estado, esas mismas que estos groseros caciques de tolderías intentan tornarlas permeables, ineficientes y corruptas.
También, resulta oportuno aclarar, que en su gran mayoría los argentinos somos proclives a identificar a los demás como culpables de nuestras frustraciones (a los gobiernos anteriores, a los organismos financieros internacionales, a los capitales argentinos, a los empresarios, a los países mas poderosos, etc. etc.). Admiramos el desarrollo de los países capitalistas y mas avanzados, pero los acusamos de nuestra desgracia. Esta costumbre de depositar la responsabilidad del fracaso en los otros, es aprovechada en los alegatos por nuestros políticos en esa búsqueda del apoyo popular y para hacer surgir, como por arte de magia, al individuo fuerte, honesto y capaz de constituirse en el adalid benefactor, tal el caso de la actual presidente, la ex princesa y ahora la monarca de los argentinos, quien tras su arribo al sillón de Rivadavia, no ha hecho otra cosa que intentar constituir su poder agrediendo y “diabolizando” discursivamente a todos los sectores que no le resultan afines.
A quienes se sientan aludidos les digo “"A quen lle coubese a saia que sa poña", como expresaba un amigo gallego (“A quien le quepa el sayo que se lo ponga”); y, a los adormilados ciudadanos argentinos les sugiero despertar, ya no para nuestra dicha, sino, para comenzar a construir el país que deberían recibir las próximas generaciones las que a su vez deberán continuar trabajando sacrificadamente para el fortalecimiento y deleite de las que vendrán a continuación Las cosas que mas tememos ya han ocurrido, si seguimos haciendo lo que estamos haciendo, seguiremos consiguiendo lo que estamos consiguiendo. Tengamos en cuenta que no se puede soplar y chupar a la vez. Debemos definirnos, debemos decidir que pretendemos ser, que color de bandera elegimos, que ideología abrazamos, cual es la dirección de gobierno y administración que proyectaremos. Esto, que hoy tenemos, no representa nada.
El 8 N representó un gran avance, dio la sensación de un despertar ciudadano, con una gran reprimenda al gobierno y que también dejó en claro un llamado de atención a toda la oposición, esos políticos que critican pero no logran conformar una figura o una coherente coalición que represente los verdaderos intereses de la población, elaborando proyectos y posturas que fomenten la esperanza de lograr un país esterilizado y tolerable para todos los argentinos.
(*) Director de Crónica y Análisis Periódico On line.
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