martes, 18 de diciembre de 2012

EL AÑO DE LA REINA

2012, un año durísimo para Cristina (y todavía no termina) Tiempo de balances. Y el del cristinismo debe ser difícil para un año lleno de problemas que impactaron de lleno en la imagen de la Presidente y provocaron el prematuro desgaste del 2do mandato. En esta 1ra parte del racconto se repasan hechos tales como el Boudougate, la tragedia de Once, la fallida embestida contra Scioli, los contratiempos con YPF, entre otros. Un montón de sucesos marcaron un año muy negativo para el Gobierno. CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Se acerca fin de año y es tiempo de balances. Y aunque a 2012 aún le quedan algunos días, en los que cualquier cosa puede pasar, no hace falta esperar al 31 a la noche para reconocer que el que termina ha sido un año muy difícil para la gestión de Cristina Fernández. Apenas un año después de haber asumido su 2do mandato con un consenso que alcanzó el 54% de los votos, casi 12 millones de sufragios a su favor, una cifra inédita, el desgaste de la Presidente es tal que su imagen positiva se desplomó y la negativa ya la sobrepasa, según algunas encuestas. La inflación, la inseguridad, el Boudougate, la tragedia de Once, la desaceleración económica, el cepo al dólar, el enfrentamiento con los medios de comunicación, la presión sobre los jueces, el embargo a la Fragata Libertad, y algunas exhibiciones de autoritarismo por parte de la Presidente generaron un clima adverso para el Gobierno que tuvo su corolario con los cacerolazos del 13-S primero, y con la megamanifestación del #8N después. Para algunos observadores, tras un duro 2012 el Gobierno llega con mucho desgaste a 2013, año electoral en el que el cristinismo más entusiasta se juega a conseguir las mayorías parlamentarias que le permitan mantener el sueño presidencial más allá de 2015. Sin embargo, para muchos analistas 2012 fue el puntapié inicial de la decadencia del kirchnercristinismo. A continuación, la 1ra parte de un repaso de los hechos que marcaron el difícil año para el Gobierno Nacional. El asesinato de Carlos Soria El sueño del peronismo de conquistar un histórico bastión radical desde el regreso de la democracia se cumplió cuando Carlos Soria asumió la gobernación de Río Negro. Pero en la madrugada del año nuevo, un disparo realizado por su esposa, Susana Freydoz, le puso fin a la vida del aliado del cristinismo apenas unos días después de formalizar su ascenso. La desaparición de Soria generó una crisis en el Ejecutivo local, ahora a cargo del frepasista Alberto Wereltineck, con protagonismo en Miguel Pichetto, mano derecha de Cristina Fernández en el Senado como presidente de la bancada oficialista. Freydoz fue condenada a 18 años de prisión por homicio. El bochorno del cáncer que no fue Cristina Fernández arrancó 2012 con una operación tras el diagnóstico de una "carcinoma papilar" en la glándula tiroides. Ella misma dijo que se sumaba al "Club del Cáncer" que habían 'fundado' Hugo Chávez, Lula Da Silva, Fernando Lugo y Dilma Roussef. Pero tras la intervención que le extrajo la mencionada glándula, la Presidente tuvo que devolver al carné ya que nunca tuvo cáncer. La tragedia de Once Para muchos, el descarrilamiento de una formación de la línea Sarmiento en la estación de Once que causó 51 muertos y más de 700 heridos fue un punto de inflexión que condicionó el humor social desde entonces. Fue el 22/2. El siniestro no sólo mostró una vez más las ya conocidas deficiencias del servicio sino que además dejó al desnudo la connivencia entre funcionarios y empresarios para el uso indebido de los millonario subsidios que se inyectan en el sector. Los exsecretarios Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, entre otros, son investigados como parte de la trama asesina. El Boudougate Fue el escándalo político-judicial del año. El vicepresidente Amado Boudou se vio involucrado en un caso de corrupción, por el que aún está siendo investigado, por su presunta intervención para favorecer la entrada de una "empresa amiga" en la exCiccone Calcográfica, que se haría con un contrato para la impresión de billetes. Alejandro Vandenbroele, director de esa "empresa amiga", fue denunciado públicamente por su esposa de ser "testaferro" del vice y se comprobó que habitó uno de sus departamentos en Puerto Madero. Boudou, quien niega conocer a Vandebroele, permanece imputado en la causa. Como consecuencias del escándalo la exCiccone fue estatizada y la popularidad del vice, eventual delfín de la Presidente, cayó en picada por lo que dejó de ser una figura trascendente del cristinismo. Frustrados avances por las Islas Malvinas Una de las metas del Gobierno para este año era la de poder exhibir avances en la discusión con el Reino Unido por la soberanía de las Islas. La Presidente insistió en el pedido de diálogo, al mismo tiempo en que el Gobierno denunciaba a las petroleras que operaran en la zona con permiso unilateral. La embajadora en Gran Bretaña, Alicia Castro, generó malestar en el gobierno británico cuando sorprendió al canciller William Hague en una conferencia. La administración de David Cameron sigue resistiéndose a debatir sobre la potestad del archipiélago y el gobierno de las 'Falklands' llamó a un referéndum para definir su "estatus político". Ahora la tensión sube porque Reino Unido bautizó "Tierra de la Reina Isabel" a un sector de la Antártida. Idas y vueltas por la gestión del subte Hubo un acuerdo inicial, hasta se aumentó la tarifa, pero luego Mauricio Macri dio marcha atrás, lo que inició una pelea entre el Gobierno Nacional y el porteño que se extendió durante casi todo el año. El tema fue llevado al Congreso, donde se sancionó una ley que transfería de forma compulsiva el servicio de Nación a Ciudad. Aunque a lo largo del año, Macri insistió en que su gestión no podía aceptar a los subtes en malas condiciones, finalmente decidió hacerse cargo a partir de 2013. Cepo al dólar y trabas a las importaciones Uno de los principales objetivos del Gobierno para la gestión en 2012 era el de pagar abultados vencimientos de deuda. Para ello introdujo un torniquete para evitar la fuga de divisas, lo que incluyó trabas al ingreso de importaciones y restricciones a la venta de dólares. Ambos recursos generaron una parálisis en distintos rubros. Los sectores productivos no podían trabajar porque no ingresaban insumos, y el sector inmobiliario se desplomó ya que sus precios se encuentran dolarizados. Las restricciones cambiarias impulsaron el dólar 'blue' en el mercado paralelo, cuya cotización se acercó a los $7, contra los $4,65 del dólar oficial, con presión sobre la inflación. En este marco, el Gobierno se propuso a terminar con la "cultura" de la dolarización y la Presidente pesificó sus ahorros, que alcanzaban nada menos que los US$3 millones. Los problemas con la expropiación de YPF Con un déficit de miles de millones de dólares en la balanza comercial energética por el aumento de las importaciones, y con el objetivo político de recuperar el dominio de la agenda que había perdido, el Gobierno avanzó, con apoyo opositor, en la expropiación de la mayoría accionaria de la petrolera, entonces en manos de la española Repsol. Pero Repsol reaccionó con una demanda ante el CIADI y amenazó con enjuiciar a toda empresa que quisiera asociarse a YPF. Además, el Gobierno dispuso una virtual intervención del sector petrolero que mal predispone a las empresas a invertir. Miguel Galuccio, CEO de la compañía, hace malabares para atraer al capital mientras disputa poder con Axel Kicillof, el comisario político dentro de la petrolera. Por otro lado, las provincias se quedaron sin acciones como se lo habían prometido, y sólo se conformaron con sillas en el directorio. El fallido procurador, una victoria de la oposición Si el año del Gobierno fue malo, el de la oposición fue peor. Pero, los bloques no cristinistas al menos se aseguraron no dejar pasar al polémico candidato del Ejecutivo al cargo de Procurador General de la Nación. Tras la renuncia de Esteban Righi, motivada por la acusación del vicepresidente Boudou de ser parte de una trama para perjudicarlo (la Justicia luego dictaría su sobreseimiento), el Gobierno impulsó a Daniel Reposo para el cargo. Objetado por ser cercano a Boudou y por adulterar datos de su currículum el Gobierno finalmente decidió retirar el pliego ante un seguro rechazo en el Congreso. Scioli, el peor enemigo La sucesión es uno de los grandes problemas del cristinismo. Por eso se juega a la re-re. Sin embargo, Daniel Scioli aguarda ser coronado como el candidato de Cristina Fernández, aunque sea a pesar de ella. Scioli blanqueó sus aspiraciones en mayo lo que causó un cortocircuito con el Gobierno que intentó asfixiarlo financieramente al negarle recursos para pagar el aguinaldo de mediados de año. La estrategia de desgastar a Scioli fracasó, con el resultado indeseado por el oficialismo del crecimiento de la imagen positiva del gobernador bonaerense a quien, finalmente, tuvieron que auxiliar con fondos. Máximo, el líder que no fue Cualquier expectativa sobre la irrupción de Máximo Kirchner como un líder político capaz de hasta disputar la Presidencia de la Nación se desvaneció cuando su madre, la Presidente, tuvo que salir de emergencia a socorrerlo porque presentó un cuadro de artritis séptica en la rodilla. La mandataria trajo a su hijo hasta Buenos Aires, para internarlo en la exclusiva Clínica Austral. De esa forma, la figura de Máximo como hombre fuerte, en las sombras, del Gobierno se vino abajo.

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