miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA FOTO

La foto opositora y la gran película kirchnerista Por JUAN SALINAS BOHIL Los opositores con representación parlamentaria posaron en una nueva foto por y para la justicia independiente. Antes fueron encandilados por los flashes cuando argumentaron estar en contra de la reforma de la Constitución , es decir, por la posibilidad de que los Kirchner tuvieran su cuarto mandato consecutivo. Les encanta sacarse fotos. Mientras, la Presidente , con todo el dinero de los contribuyentes en su poder, filma que te filma a su antojo el guión que desea, al tiempo que dice sentirse atacada por todos (y todas). La marea opositora asegura que se encuentra enferma y sufre repentinos ataques de vaya a saberse qué cosa. Otros, que con Él (con el marido, al que en forma constante invoca al hablar en actos públicos) la situación hubiese sido distinta porque al parecer de los detractores tenía más cintura política, más sapiencia, que le dicen. Es extraño. Los hombres que han ocupado el sillón de Rivadavia en esta nueva época democrática se han equivocado pero nunca fueron tildados de desequilibrados e inexpertos: las mujeres sí. Todo muy machista. Bueno, hay épocas y épocas, ahora, cuando las panzas de sus mujeres comienzan a crecer dicen "estar embarazados": "Aramos, dijo el mosquito". No se ve bien enfermar a quien no lo está o a quien no puede ni debe estarlo por la responsabilidad de su cargo. Aunque como mujer el luto le sienta bien, la Presidente es plenamente responsable de sus dichos y actos: y la de sus funcionarios y aduladores. Semejante catarata de tropelías, amenazas, persecuciones, insultos, delirios, delaciones y escamoteos públicos que se desatan desde los despachos oficiales no podrían darse si no existiese un sistemático plan de bajada piramidal desde lo más alto del Poder. La única diferencia -la gran diferencia- con el mandato de Néstor Kirchner es que hoy falta el dinero público que abundaba en esa época. Lo demás es para una tribuna ávida de noticias opositoras vía reenvíos de Internet. El matrimonio ha librado y libra sus guerras particulares en todos los frentes. Cuantas más y si son al mismo tiempo, mejor. Le sobra energía. Y curiosamente, salvo la jerarquía eclesiástica, todos sus enemigos han sido aliados cuando no complacientes socios prontuariados de su despotismo. Fueron empresarios, sindicalistas, periodistas, legisladores, gobernadores, intendentes, jueces, deportistas, artistas y una interminable lista de nunca acabar. Quedan fuera de esta nómina los llamados "intelectuales", una reciente especie de aplaudidores seriales de lo obvio como Feinmann, González o Foster, que nunca podrán mudar a opositores porque es evidente que necesitan del combustible estatal para sobrevivir. Pero al kirchnerismo no le quedan nuevo enemigos con quien entablar batallas. Y ahí radica el problema. Cuando la situación económica se vuelva más tensa, afilará sus garras para destriparse a sí mismo. Antes de eso hará el mayor daño posible incluso, a quienes de buena fe han creído en él. Su épica contra y con CLARÍN le ayuda a ocultar sus enormes problemas de gestión (como si hubiesen llegado al gobierno para gestionar), ayudado por la ineficiencia de "opositores" tan ineficientes que lo único a que atinan es a aumentar monumentalmente los impuestos como única manera de sobrevivir. El "modelo nacional y popular con inclusión social" está decrépito, falto de energía, con cortes, slow. Pero nació así. Qué se le va a hacer. 50 años tarde. Y si hoy la Presidente se pelea con todos y acusa a quienes no acatan sus órdenes de que han tomado los fierros ("Cuando a algunos les fallan los fierros mediáticos intentan construir fierros judiciales para poder tumbar", dijo), la cita no es extemporánea. Sabe de qué habla, porque antes de ser una "exitosa abogada" como se pavonea, integró, colaboró o simpatizó con organizaciones que usaban fierros para matar, secuestrar e imponer una dictadura castrocomunista en Argentina durante gobiernos civiles y militares antes, durante y después del tercer gobierno de Juan Domingo Perón. De manera que, al haber colgado el cuadro del Che Guevara en la Casa de Gobierno, no hizo más que ser fiel a su ideología y hacer trizas la teoría de Fukuyama. Es todo un logro. Dijo también que a sus políticas las ha defendido desde que tiene 16 años. Claro, el mundo no ha cambiado. Los taxis son Siam Di Tella, el tranvía cuesta 10 centavos, Pugliese toca esta noche en el Club Comunicaciones, estamos en plena Guerra Fría y nos adoctrinamos, recibimos instrucción militar y llevamos el dinero de nuestros secuestros a Cuba. La revolución recién comienza. Y no es una película. Lea además: ¿Debe la Corte respetar la "Voluntad popular" http://wwaw.correodebuenosaires.com.ar/nota.asp?idnota=713 Ante el apriete de Macri a administradores y consorcistas http://www.correodebuenosaires.com.ar/nota.asp?idnota=714

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