sábado, 7 de mayo de 2016
FRACASO
RECETA PARA QUE MACRI NO FRACASE
Macri dijo ayer que "hay que tener cuidado con aquellos que no quieren que al gobierno le vaya bien...Hay muchos que por obsesión de poder o por ego, en vez de colaborar, lo único que buscan es obstruir. Eso no es aceptable" ("La Nación" 6/5/2016, pag. 11).
Antes que nada debo indicarle a Macri que ningún argentino de bien puede querer que "al gobierno le vaya bien" sino que al país y a sus habitantes en general les vaya bien. Considerar que el bienestar del gobierno es el centro de todas las cosas, es una peligrosa manera de ver la función de gobernar. Eso es "obsesión de poder y ego", como él mismo lo dijo en ese mismo momento y el formato de las dictaduras.
Hay dos clases -por lo menos- de dictaduras: la que impone por la fuerza un determinado proyecto político cuya cabeza son el dictador y sus cómplices, y la otra es la que impone la continuación de un estado calamitoso en el país dejando actuar a los factores disolventes mediante el simple sistema de no hacer nada, paralizando fuertemente el poder que monopoliza dejando al país inerme.
La primera es una dictadura clásica, la segunda es una dictadura de nuevo cuño que se da en los países severamente aquejados de injusticias innumerables, cuando su gobierno está en manos de un cínico inmoral e inepto. Macri se ha convertido en un arquetipo de esta segunda forma dictatorial. Hace cinco meses que está en el poder y no ha hecho NADA para reparar las injusticias que padecemos. Sin embargo, sólo él tiene poder para hacerlo.
Si pudiera concedérsele el beneficio de la duda, se podría decir que tal vez no sepa qué hacer. Pero si es así, es una indecencia haberse postulado para el cargo ya que si hay alguien que conoce su mediocre personalidad es él mismo y, lo que es peor, haber designado como reemplazantes suyos en caso de renuncia o colapso psico-físico, a una mujer de izquierda, discípula del Cardenal Bergoglio, la Sra. Michetti , y luego de ella al aún más cínico Federico Pinedo. O sea, dejó al país sin escapatoria.
De todas maneras, si por un milagro Macri dejara de ser Macri y se convirtiera en un hombre justo, honesto y patriota, que quisiera gobernar para que al país le vaya bien, voy a mostrarle mi espíritu de colaboración dándole una receta de lo que tendría que hacer para lograr ese objetivo realmente deseable.
1) Como dije más arriba, abundan las injusticias por todas partes. Ciertamente no todas pueden ser reparadas de inmediato, por eso hay que empezar por las más flagrantes. Pero para eso, lo primero -y aquí el primer ingrediente de mi receta- es necesario proponerse seriamente servir a la Justicia, cueste lo que cueste, dejando de lado la obsesión de "hacer política". La lista de las injusticias mayores y más urgentes es la siguiente:
2) Liberar a los 2.000 secuestrados políticos mediante un decreto de indulto a favor de todos ellos y una orden al Servicio Penitenciario de abrirles las cárceles de inmediato. Además, debe disponer que el Estado les entregue un adelanto de la indemnización que se les debe por las monstruosidades jurídicas cometidas contra ellos por los tres poderes durante doce años, a fin de que tengan un fondo con el cual valerse los primeros meses de su liberación. En cuanto sea posible el Estado deberá indemnizarlos por el enorme daño que se les causó.
3) Los jueces de la Corte Suprema y los demás jueces federales y camaristas penales deben ser destituidos y reemplazados por magistrados sabios, justos, honestos, decididos y de buenos sentimientos. Dado que no tiene mayoría en el Congreso ni en el Consejo de la Magistratura, debe destituirlos por decreto de necesidad y urgencia y nombrar "en comisión" a los reemplazantes, basando ese decreto en que fueron ilícitamente nombrados por los gobiernos usurpadores de los Kirchner (ver. Nros. 792 y 819 de “La botella al mar”), o sea, que ellos también son usurpadores; por los notorios delitos de prevaricación que todos ellos han cometido (y que se deben enumerar en los "Considerandos" de ese decreto) y en la total inaceptabilidad de su continuación en los cargos que usurparon por ser de gravísimas consecuencias para el país. Luego deberán ser procesados por los delitos que cometieron.
Los jueces de los otros fueros deben ser examinados con el mismo fin, caso por caso, porque también muchos de ellos son totalmente incapaces, deshonestos y denegadores de Justicia. Para esta tarea debería empezar por remover a su ministro de justicia, Garabano, un notorio incapaz y partidario de las injusticias kirchneristas contra los militares, y designar un nuevo Ministro, además de una comisión de juristas capaces e independientes que trabajen en la fundamentación de ese indispensable decreto de necesidad y urgencia.
4) Las FFAA y las FFSS deben ser restablecidas y debidamente equipadas. Los oficiales superiores actuales, por su notoria complicidad con las injusticias que se cometen con sus camaradas secuestrados y en la destrucción de las Instituciones armadas, deben ser reemplazados por oficiales dignos y patriotas, con buenas ideas sobre el honor de su oficio y del bien moral de la Nación.
5) Todo desorden público debe ser reprimido con energía impidiendo totalmente los piquetes, huelgas salvajes y extorsiones gremiales. Hay que promover la renovación de la "dirigencia" sindical, enteramente corrupta, interviniendo los sindicatos y llamando a elecciones sin permitir interferencias de los dirigentes desplazados ni de la izquierda, subversiva por naturaleza. En esta tarea deben colaborar las FFAA con las FFSS.
6) La burocracia estatal, el inmenso número de sus empleados (alias "ñoquis") y sus intervenciones en la economía deben ser urgentemente reducidas a lo mínimo indispensable para impedir los abusos bancarios y empresariales. Eso disminuirá drásticamente el deficit fiscal y habilitará fondos para las verdaderas funciones del Estado que debe concentrarse en garantizar la seguridad personal exigiendo el máximo esfuerzo a las FFSS y si es necesario, reforzarlas con las FFAA; la atención hospitalaria; la creación de una moneda confiable; las obras de infraestructura con lo cual dará trabajo a innumerables desocupados; el respeto de las garantías y derechos individuales que sostiene la Constitución, acabando con el Estado inquisitorial y confiscatorio disfrazado de "honestidad fiscal"; suprimir el impuesto a las ganancias sobre los individuos, derogar el IVA y el impuesto a los bienes personales.
Reemplazar a los ministros y altos funcionarios que adhieren a las fobias kirchneristas y a aquellos cuyo único mérito es ser del PRO o amigos de Macri. Cumplir con el requisito de idoneidad del art. 16 de la Constitución para cualquier designación para un cargo público.
7) Acabar con el monopolio de las candidaturas que detentan los partidos existentes, todos peronistas (inclusive el PRO) o de izquierda, dando libertad de candidaturas según las normas del Pacto de San José de Costa Rica.
8) Exigir a los diarios de información general que no intenten influir en la política ni en las ideologías de los ciudadanos con mensajes subliminares u otros artificios destinados a promover a algunos y a denigrar a otros. La libertad de prensa no puede ser una patente de corso otorgada a los periodistas para servir sus ideologías desde los grandes medios de difusión sino sólo para dar toda la información del día, sin conspiraciones del silencio contra los que no tienen prensa a causa de sus buenas ideas.
9) Actuar de inmediato ante la nueva Justicia imparcial contra los corruptos de los gobiernos anteriores, para que reciban un castigo ejemplificador y para que restituyan las riquezas mal habidas.
* * *
Estas medidas son absolutamente democráticas porque para eso fue votado Macri por la mayoría (?) del electorado. Ninguna ley, ni la misma Constitución , puede ser un impedimento para el JUSTO reclamo de la mayoría del pueblo. Salus populis, lex suprema (Eso no quiere decir que la mayoría puede hacer prevalecer a injusticia. Ese no es el caso.)
Además, se apoyan sobre el art. 36 de la Constitución (versión 1994) ya que durante los doce años del kirchnerato todas las normas de la Constitución fueron violadas y, por lo tanto, como dice ese artículo todos sus “actos son insanablemente nulos” y “todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren (tales) actos de fuerza”. Con tanta más razón lo tiene el Presidente de la Nación con el mandato que le confirió el pueblo al votarlo.
También dice el art. 36 que “quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento ilícito” queda inhabilitado para ejercer cargos públicos”.Es sabido que todos los funcionarios del kirchnerato cometieron innumerables actos de deshonestidad contra el Estado. Luego quedaron inhabilitados para ocupar cargos públicos desde el primero de ellos, luego fueron usurpadores desde el primero de ellos. Los jueces los dejaron hacer, por lo cual cometieron el delito de prevaricato, luego la permanencia en los cargos de cualquier funcionario o juez que venga de esa época es contraria a la Constitución.
Es verdad que la oposición a estas medidas por parte de la izquierda y de los intereses creados por el kirchnerismo, será feroz. Pero Macri deberá afirmarse en su deber de actuar como Presidente de la Nación y resistir esa furia injusta sin dejar de hacer lo que debe. De lo contrario, será aplaudido por los enemigos de la Patria y despreciado por los buenos argentinos cuyo apoyo, en cambio, sería decisivo si lo hiciera. Macri no debe menospreciar la importancia decisiva de ese apoyo. Lo fortalecerá políticamente, a pesar de las apariencias en contrario que intentará crear la prensa.
Esta es la receta que lo puede salvar del fracaso y disminuir la pobreza de verdad, y no apenas con subsidios que sólo valen como medidas transitorias de emergencia porque lo que el hombre quiere es trabajar y vivir de su trabajo. Y recuerde que el peor fracaso es frustrar la esperanzas legítimas de quienes lo votaron.
Cosme Beccar Varela
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