jueves, 31 de mayo de 2012
CORRALITO
Hay un corralito bancario no reconocido (y una nueva medida de la AFIP)
¿PODRÍAN IR CONTRA LAS CAJAS DE SEGURIDAD DE LOS BANCOS? – En el marco de las restricciones de dólares y la búsqueda del gobierno de acotar los espacios para evitar que los argentinos se hagan de la divisa norteamericana, como ha sucedido en la historia reciente de este país, comenzaron a aparecer los desbordes, las irracionalidades y las acciones de un gobierno que en este contexto, empieza a acercarse a la política que en los 60 implementó José Ber Gerbard. Solo falta que se declare ilegal la tenencia de divisas extranjeras y que portarlas sea un delito.
OPI Santa Cruz ha podido corroborar, a través de tres casos de personas sin ningún tipo de vinculación entre sí, que (al menos en los casos mencionados) los bancos de Río Gallegos se negaron a entregar dólares de cuentas con depósitos en esa moneda, uno de los cuales data del año 2009, corroborando que no es ningún “fondo especulativo” sino, un simple ahorro en moneda extranjera, blanqueado, legal y privado.
Actualmente (y hasta ahora) el gobierno no ha puesto, legalmente, un “corralito” al dinero que cualquier ciudadano pueda tener en un banco, sin embargo OPI pudo corroborar en tres casos de ahorristas (dos de un mismo banco y uno de un banco privado) que en todos los casos en que los titulares de los depósitos fueron a retirar dólares de la cuenta “en dólares”, les dijeron que no se los podían entregar.
En uno de los casos, nuestro lector que tiene depositado en un banco nacional la suma de 4.500 dólares, no pudo retirarlos por ventanilla. La única forma de extraerlo del banco era pesificando el depósito y al precio del dólar oficial.
En el segundo caso otra persona con 9.800 dólares depositados en el mismo banco recibió la misma respuesta. El tercer caso, en un banco privado, por una suma importante recibió igual respuesta, no pudiendo mover sus ahorros de su cuenta en dólares.
Ante esta realidad la pregunta que nos hacemos es ¿Hay o no hay un corralito bancario sobre el dólar? Técnicamente no, en la práctica, sí.
A raíz de esta situación, de la que fuimos advertidos por un lector que se comunicó con la Redacción, iniciamos consultas con dos contadores Públicos, quienes, efectivamente ratificaron que no existe (hasta hoy) ninguna medida legal que prohíba a los bancos devolver los dólares depositados en las cuentas de sus clientes, ni Resolución que obligue a las entidades a pesificar los depósitos, sin embargo, coincidieron que en las actuales circunstancias ningún banco va a devolver divisas norteamericana y que en todos los casos, ofrecerán la pesificación de ese efectivo.
Los profesionales coincidieron en que un argumento “elegante” de los bancos es decir que “no tienen dólares”, hecho que hasta se podría justificar si el retiro que se pretende hacer es importante ( 30, 40, 50 mil o más, por ejemplo), sin embargo, señalaron que no hay motivos para que pequeños montos no puedan ser entregados por las entidades y en este caso aconsejaron que el cliente le exija al banco que le extiendan por escrito las razones por las cuales no le pueden devolver los dólares, que el titular de la cuenta depositó en esa moneda.
Complicaciones
Otro de los fenómenos que hemos podido corroborar en estos días, es el operado en el turismo internacional. Debido a la serie de restricciones para la compra de dólares y el detalle de las declaraciones juradas que se le exige a quien desee salir del país, especialmente viajar por razones particulares o de turismo, a otras partes del mundo, algunos de los lectores que se han comunicado con este medio, cuya posición económica se lo permite, indicaron que para viajar a Europa, por ejemplo, van a Punta Arenas con permiso turista y desde allí contratan el paquete turístico al viejo continente. Este mismo mecanismo se replica en Uruguay y finalmente redunda en una pérdida para las Agencias nacionales y en general para el país, ya que debido a las trabas que se imponen, quienes tienen mayor poder adquisitivo, terminan evitando todos los problemas internos de la Argentina, tomando el atajo de contratar sus viajes, en los países vecinos.
¿Vienen por más?
Dentro del ámbito de los profesionales de la Economía se corre un rumor que de ser cierto, constituiría un avasallamiento (más) a las libertades constitucionales.
Se habla de que el gobierno podría ordenarle a la AFIP controlar las cajas de seguridad de los bancos. ¿Cómo funcionaría la medida?, así: cuando un cliente solicite abrir su caja de seguridad, el banco deberá informar a la AFIP, quien tendrá dispuesto en la entidad a un inspector que acompañaría al cliente hasta que éste abra su caja. Allí, sin importar que otros valores o documentos estén guardados en su interior, el inspector se interesará solo en la moneda extranjera que pudiera atesorar.
En caso de que existieran dólares, euros etc, el funcionario labraría un acta con tres copias: una para el cliente, otra para el banco y otra para el organismo fiscalizador. Luego, el cliente podrá disponer libremente de esas divisas, pero la AFIP tendrá pleno conocimiento de su existencia y podría exigir en cualquier momento, detalles del origen de los fondos o detalle de su inversión posterior.
La pregunta es: ¿Después que sigue? ¿Allanar domicilios para buscar dólares bajo el colchón?
Gelbarización
Joser Ber Gelbard fue Ministro de Economía de Héctor Cámpora (1973) de Raúl Lastiri y el tercer periodo de gobierno de Juan Domingo Perón. Fue ideólogo del Plan 0, que consistía controlar la inflación, impulsaba el mercado interno y el desarrollo agropecuario para abastecer el consumo.
Actualmente y desde que asumió Cristina Kirchner a hoy, el gobierno nacional ha mostrado cierta imitación del modelo Gelbard, a criterio de los economistas consultados, dado que éste hizo hincapié en colocar a la Argentina como principal productor agropecuario y proveedor de materia prima; no se orientó hacia la expansión industrial; le dio al Estado un sesgo intervencionista, regulando precios, salarios, otorgamiento de créditos etc., de manera que consiguió por un tiempo que se redujeran los índices inflacionarios (hasta que se produjo la gran crisis) y bajó el desempleo, absorbiendo el Estado la mano de obra ociosa, aumentando el empleo estatal que cuando estalló la crisis, impidió pagar salarios y desbarrancó la economía.
Los profesionales reconocieron que el modelo “agroexportador” hoy se solventa en la soja, se ha aniquilado el potencial ganadero, no se desarrolla la industria y mucho menos ahora que se ha cerrado la importación de insumos; el Estado interviene los Mercados, pone techo a las paritarias, coloca límites a los aumentos de sueldos e interviene fuertemente en las cuestiones financieras; el índice inflacionario lo mantiene dibujado mediante porcentajes irreales, forzando al sistema económico y financiero a ceñirse a él y prohibiendo la difusión de otros índices que lo contradigan y ha bajado la tasa de desempleo, contabilizando (entre otras medidas para medirlo) los planes sociales y subsidios que reparte a los estratos más bajos de la sociedad, que de ninguna manera constituyen trabajo genuino.
Ahora, el gobierno nacional interviene directamente en el mercado financiero, yendo hacia la pesificación total de la economía y generando problemas en todos los ámbitos de la economía argentina como la producción, el turismo, la industria, mientras afecta a las personas en forma directa, llegando, inclusive a impedirle (o al menos dificultarle), obtener un crédito en moneda extranjera, pagar uno que ya tenía en curso y, como vimos, le impide la disposición libre de su ahorros.
En la época de José Ver Gelbard se llegó al extremo de declarar la ilicitud de la moneda extranjera, cuya tenencia implicaba un grave delito, haciéndolo pasible de cárcel a quien se lo sorprendiera con dólares en el bolsillo.
Rubén Lasagno
OPI Santa Cruz
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