lunes, 28 de mayo de 2012

KIRCHNERMARXISMO

La Revolución Neo-Marxista En Argentina Busca Consolidarse Por Hugo Reinaldo Abete En más de una opor­tu­ni­dad hemos dicho y escrito que el fin de la gue­rra revo­lu­cio­na­ria es la toma del poder para, desde allí, impo­ner la revo­lu­ción socia­lista. Tam­bién que en la Argen­tina, la gue­rra revo­lu­cio­na­ria tuvo una etapa mili­tar ini­cial que es la que se libró en la década del 70 y que al no poder alcan­zar el obje­tivo mediante la acción de la gue­rri­lla y la sub­ver­sión armada, buscó con­cre­tarlo a tra­vés del sis­tema democrático. Desde el mismo ins­tante que Kir­ch­ner llega a la pre­si­den­cia, se da por alcan­zado aquel obje­tivo y comienza la etapa de la impo­si­ción de la revo­lu­ción socia­lista o neo-marxista, según como se pre­fiera lla­mar. Aquí es muy con­ve­niente acla­rar que Kir­ch­ner no habría podido alcan­zar este obje­tivo si antes no le hubie­sen alla­nado el camino los gobier­nos de Alfon­sín, Menem y De La Rúa, quie­nes con dife­ren­cia de mati­ces se las inge­nia­ron para apor­tar lo suyo en la des­truc­ción de la Argen­tina tradicional. Desde 2003 a la fecha han sido innu­me­ra­bles las accio­nes lle­va­das a cabo para con­cre­tarla y, en tal sen­tido, la revo­lu­ción cul­tu­ral ha sido la que ha ocu­pado el cen­tro de gra­ve­dad. Esa revo­lu­ción cul­tu­ral es la que busca des­truir el estilo de vida cris­tiano con el cual nos hemos for­mado todos los argen­ti­nos y que se veía refle­jado en la fami­lia tra­di­cio­nal. La pro­mo­ción ofi­cial del divor­cio, del aborto, del matri­mo­nio homo­se­xual, de la euta­na­sia, etc, son todas accio­nes ten­dien­tes al logro de ese sinies­tro objetivo. Favo­rece la imple­men­ta­ción de todas estas medi­das, la corriente de opi­nión mun­dial que mar­cha en la misma direc­ción y tam­bién la ten­den­cia masi­fi­cada de acep­tar como correcto y bueno ese con­cepto de que “ si todos van para allá, habrá de estar bien”. A lo que debe­mos agre­gar la falta de fir­meza para sos­te­ner prin­ci­pios y valo­res reli­gio­sos que indi­can al hom­bre lo que es ética y moral­mente bueno. Lo cierto es que hoy, a todas las cri­sis que padece el hom­bre argen­tino, se ha agre­gado una más y de vital impor­tan­cia, la cul­tu­ral. En efecto, hoy el argen­tino está tan con­fun­dido que no sabe qué es. El ima­gi­na­rio colec­tivo ha incor­po­rado el rela­ti­vismo y ya nada para él tiene valor de per­ma­nente, todo está bien, todo es posi­ble. Y para colmo se defiende el error con la pasión que debe­ría defen­derse la Ver­dad. ¿O acaso no es eso lo que vemos en los deba­tes tele­vi­si­vos a dia­rio cuando se habla de aborto, homo­se­xua­li­dad o matri­mo­nios del mismo sexo?. Hoy para gran parte de nues­tra juven­tud “todo es posi­ble”. Son pocos los que a este con­cepto le agre­gan el “den­tro de lo debido”. Ya sea por acción de los enemi­gos del estilo de vida Cris­tiano (en el caso argen­tino, sus gober­nan­tes y toda la clase polí­tica), por el sno­bismo de quie­nes quie­ren seguir el rumbo que marca el mundo, o por la falta de fir­mes y sóli­das con­vic­cio­nes de la socie­dad, lo cierto es que todo parece indi­car que la revo­lu­ción socia­lista tiende a con­so­li­darse en la Argentina. Resulta sor­pren­dente cómo gran parte del pue­blo argen­tino se engaña pen­sando que esta­mos bajo la con­duc­ción de un gobierno demo­crá­tico y no alcanza a com­pren­der que eso no es cierto. Esta­mos bajo el yugo de un gobierno revo­lu­cio­na­rio, tota­li­ta­rio y des­pó­tico que apro­ve­chán­dose de la igno­ran­cia del pue­blo y de los intere­ses espu­rios del resto de la clase polí­tica que nego­cia poder y dinero con el gobierno, nos hacen creer que esta­mos en demo­cra­cia. Hasta perio­dis­tas de alto nivel inte­lec­tual que for­man parte de la opo­si­ción y son per­se­gui­dos, humi­lla­dos y deni­gra­dos públi­ca­mente por otros perio­dis­tas afi­nes al régi­men, cuando tie­nen que opi­nar, lo hacen obnu­bi­la­dos por el 54% de votos que “obtuvo” el gobierno y hasta ellos mis­mos dicen que esta­mos en demo­cra­cia. Esta posi­ción sólo es expli­ca­ble en las men­tes que han endio­sado tanto a la demo­cra­cia como forma de gobierno, que ahora les resulta impo­si­ble admi­tir que esto pueda suce­der. Aún, para que se entienda mejor, sería como admi­tir que, efec­ti­va­mente, Hebe de Bona­fini delin­quió en la fun­da­ción madres de plaza de mayo. ¿Quién se atreve con doña Hebe?… Socia­lis­tas y libe­ra­les son inca­pa­ces de admi­tirlo. Los pri­me­ros por­que se les viene abajo una ban­dera, y los otros por­que no quie­ren ponerse en con­tra de lo que le hicie­ron creer a la mayo­ría “demo­crá­tica”… y así se cons­truye la impunidad… Los que han estu­diado algo sobre la gue­rra revo­lu­cio­na­ria bien saben que la demo­cra­cia es la forma de gobierno ideal para lle­var a cabo la revo­lu­ción socia­lista. Sin irnos muy lejos en el tiempo y en las dis­tan­cias, ten­ga­mos muy pre­sente lo que ocu­rre en Vene­zuela. Cuando los repre­sen­tan­tes de la gue­rra revo­lu­cio­na­ria alcan­zan el poder, siem­pre, de ahí en más, van a ganar todas las elec­cio­nes, sin fraude o con fraude. Y esto es así nomás por­que su obje­tivo no es gober­nar al pue­blo en fun­ción del bien común, sino lle­var a cabo la revo­lu­ción socia­lista o neo-marxista. Resta ahora inten­tar des­ci­frar si esa ten­den­cia a con­so­li­darse que hemos tra­tado en este artículo logrará el obje­tivo o, por el con­tra­rio, comen­zará a apa­re­cer en el hori­zonte de la Patria alguna acción con­tra­rre­vo­lu­cio­na­ria que per­mita rever­tir la situación. En tal sen­tido, ¿será exa­ge­rado decir que tal vez apa­rezca una gue­rri­lla de “jóve­nes idea­lis­tas”, ahora para recu­pe­rar a la Argen­tina tra­di­cio­nal y el estilo de vida Cristiano?… ¡Por Dios y por la Patria!

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