miércoles, 23 de mayo de 2012

ESQUIZOFRENIA

La esquizofrenia como forma de gobierno editorial@diariocastellanos.net Negar la realidad es una cuestión enfermiza. Suele suceder con los esquizofrénicos, aunque ellos creen que quienes niegan la realidad son los demás. Hasta en eso se parecen. Pero también se puede negar la realidad hacia afuera para no alertar a la sociedad sobre los problemas reales que se están viviendo o – más precisamente – que se van a vivir. Eso tiene más de culto a la mentira, de falsedad ideológica que de enfermedad psiquiátrica. Según "el General" la única verdad era la realidad, no había más, no quedaba lugar a la discusión. La frase se la había prestado Aristóteles quien la dijo 300 años A.C. El único problema para quien no le gustara lo que ésta definía, lo explicó muy bien Serrat, en la letra de una de sus canciones: "Nunca es triste la verdad,/ lo que no tiene es remedio". Una cuestión de visualización que hasta no hace mucho tiempo se sintetizaba con la expresión "es lo que hay". La verdad es aquello que vemos, que vivimos, que escapa a nuestra voluntad, que sucede a pesar nuestro. El kirchnerismo, una endemia superada en virulencia por el cristinismo, cambiaba – a su favor, por supuesto – toda la letra. Si bien para Perón la realidad no era otra que la que veía él, estos que se disfrazaron de sus seguidores juegan con un fenómeno distinto, el de la autopercepción. Uno es como se quiere ver. Un elogio a la esquizofrenia. Peor aún, lo convierten en ley. Hoy un señor de gran desplazamiento, voz ronca, pelo hirsuto, puede tener una mala noche, levantarse en medio de la resaca y descubrir en el espejo del baño que ya no es Nicanor Paredes sino Mimí, la Flor del Fango, calzarse una minifalda, tacones y carmín en los labios, bajo el bigote, e irse al Registro Civil a que le cambien su identidad. Esta "autopercepción" no sólo ha sido aplicada a la identidad de género logrando que muchos ya no sepan ni quiénes son, como la capitana que se autopercibió como capitán, entro al baño de hombres y quedó mediantando frente al mingitorio, sino que se puede utilizar en las áreas más diversas, como la economía. El ejemplo más claro es el de nuestro noble INDEC, que en el fondo no miente al publicar su IPC (Índice de Precios al Consumidor) sino que habla de otro país diferente a la Argentina del cual se autopercibe como parte. El problema de negar la lluvia es que uno se moja. Esta cruel realidad la vio el gobernador de Mendoza. Entre lo que decía el INDEC y el IPC que publicaba su Dirección de Estadística provincial había diferencias notables. Los variaciones de precios minoristas según las mediciones del organismo local eran superiores a las difundidas por el INDEC, razón por la cual, Don Francisco Pérez informó que la Dirección de Estadística no publicará más, ni siquiera elaborará, el IPC mendocino. Asunto solucionado. Hay una sigla en inglés, de origen norteamericano, relativa especialmente al área informática: WYSIWIG, es el acróstico de "what you see is what you get", algo que se podría traducir como "lo que ves es lo que obtienes". Esto que en ese mundo especial de la informática está alertando de no hacer suposiciones sobre lo que se está viendo porque es lo que se obtendrá, podría aplicarse a este concurso de necios malintencionados o confundidos. Que Nicanor Paredes, sosías de aquel personaje arrabalero que cantara Borges en una de sus milongas, se quiera convencer de que es Mimí, la Flor del Fango, no lo transformará en tal. Que Francisco Pérez haya prohibido el IPC en su provincia para que no contradiga al INDEC, no arreglará la economía. Cuando el poder político se anime a enfrentar la verdad, que día a día y precio a precio nos muestra la realidad, cuando nos convenzamos que lo que vemos es lo que tenemos, quizá las cosas comiencen a cambiar, pero a juzgar por los tiempos, cuando suceda, si sucede, será demasiado tarde.

No hay comentarios: