lunes, 23 de julio de 2012

TARADO DE SENSACIONES

El universo de las sensaciones editorial@diariocastellanos.net Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación, hizo una declaración bastante insólita, aseguró que la Capital Federal "es una de las ciudades más seguras de Sudamérica" la que según él está dentro del "área de responsabilidad primaria" del ministerio que lidera Nilda Garré. Berni, hombre de Gabriel Mariotto, deslizó que otra cosa es la provincia de Buenos Aires que tiene "una ola de inseguridad". Según explicó el Ministerio sólo "colabora" en la provincia si se lo solicita el Gobierno de Daniel Scioli. Marcó así la diferencia del cristinismo con las políticas provinciales para combatir el delito. El funcionario hace disquisiciones poco comprensibles y difíciles de seguir ya que al referirse a los 71 homicidios que hubo, hasta ahora en la capital federal en 2012, dijo que "sólo cuatro fueron en ocasión de robo", como si la seguridad sólo estuviera vinculada al séptimo mandamiento. Seguramente a los otros 67 muertos poco les interesaría que en Caracas, Mogadiscio, Yemen o Somalía hubiesen estado en mayores situaciones de peligro, a ellos los mataron en Buenos Aires. Si uno no es el último de la clase siempre va a tener con quien compararse para mostrar lo bueno que es. "En la Capital, más allá de esta ola de inseguridad que está viviendo la provincia de Buenos Aires, en robo seguido de muerte tenemos una tasa de cinco por cien mil; cada cien mil habitantes, cinco homicidios. Esto la coloca dentro de las ciudades más seguras de Sudamérica". Es de suponer que el secretario de Seguridad de la Nación intenta dar una sensación de seguridad contra la sensación de inseguridad que declamara el ex ministro Aníbal Fernández. Sus números podrán ser muy atendibles pero poco y nada inciden en el ánimo de la gente que se considera una víctima en potencia. Es que los números no son todos los motivos que preocupan a la gente, sino la facilidad de reciclado que tienen los delincuentes en los circuitos del crimen. Poco tranquiliza saber estadísticas sobre la Ciudad de Buenos Aires, gobernada por Mauricio Macri y asegurar que "es una de las ciudades con menor índice de criminalidad de Latinoamérica, incluso muy por debajo de los estándares de Estados Unidos" pero dejando en claro que esto es por la acción de Garré al frente del Ministerio. Pensar en esos términos sobre la inseguridad es transformarla en una lotería de la mala suerte. Si nos toca uno de esos cinco números en un grupo de cien mil, perdimos. La forma de que los delincuentes no incrementen su número no es otra que la de hacer que no salgan de la cárcel, que las cárceles estén lejos de los grandes centros urbanos y que la reinserción social se realice mediante el trabajo. Y otra más, que los funcionarios como Berni, en lugar de teorizar sobre porcentajes y estadísticas, muestren paso a paso cómo se combate al delito, como se juzga a los delincuentes y dónde purgan estos sus penas, sin que indultos, conmutaciones y libertades provisionales sigan siendo una vuelta al crimen.

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