viernes, 27 de julio de 2012

TIRANDO LA CADENA

Cadena nacional de la inocencia le valga vs. Cadena nacional del desánimo En cadena nacional, Cristina Fernández de Kirchner vía teleconferencia, entrega viviendas al gremio de taxistas (Omar Viviani). Foto: Sergio Quinteros/Télam (31/05/2012). por JORGE HÉCTOR SANTOS Twitter @santosjorgeh CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Habían pasado largas jornadas con durísimas horas de la tragedia en Plaza Once, con sus muertos y heridos, para que hiciera su reaparición pública Cristina Fernández de Kirchner, en Rosario, Santa Fe, el 27/02/2012. Cuando se encontraba en el uso de la palabra la alcalde de Rosario, la socialista Mónica Fein, en ocasión de celebrarse el bicentenario del 1er. izamiento de la bandera nacional, una cámara de la televisión no oficial mostró a Cristina diciendo más de una vez a la multitud allí reunida: “Vamos por todo”. No era nuevo ese grito solapado del estado permanente de guerra que vivieron Cristina y Néstor, y continúa ella, juntos y separados -por las leyes de la vida-, contra todos aquellos que discrepan con sus ideas. En la práctica, el mejor ejemplo es el balance de la gestión que la pareja llevó a cabo en la provincia de Santa Cruz y en los largos 9 años que llevan al frente del Ejecutivo nacional. Cristina, y Néstor en vida, han considerado lo público como propio. Ellos manejan desde el dinero público, con que arrodillan a los funcionarios más diversos, empresarios y hasta una porción del propio pueblo; hasta ambicionan el manejo discrecional de la realidad a fuerza de un relato tergiversado. Sin partidos políticos unidos y/o fuertes, Con altísimos niveles de corrupción, Avasallando los otros poderes del Estado, Con evidente impunidad, Con el viento a favor de los precios más altos en la historia de los commodities sumadas a las exportaciones automotrices Brasil; Con voraz apetito fiscal, Con la implementación de subsidios de todo tipo que permiten manipular el voto popular, Con movimientos sociales promovidos y mantenidos desde del poder; Con una publicidad oficial, muchas veces mentirosa, que linda con lo obsceno, Con el uso casi diario de los medios de comunicación para difundir la palabra presidencial, Con un promovido -desde la Rosada- enfrentamiento social pocas veces visto, Aniquilando el orden público que permite reglas elementales de convivencia, Con un manejo arbitrario de las partidas presupuestarias obstaculizando el control de las mismas; Subsidiando desde tarifas públicas hasta a los clubes de fútbol... El gobierno de Cristina y Néstor iba, necesariamente, a pretender, al igual que destruyó las Fuerzas Armadas y distorsionó a las de seguridad, reducir a su mínima expresión a los medios de comunicación y periodistas críticos, tal como lo hicieron los Castro Ruz en Cuba y Hugo Chávez en Venezuela, y lo intenta Rafael Correa en Ecuador. No es extraño que, en forma sistemática y sostenido con fondos públicos, se haya organizado un monopolio estatal de la información, integrado por los medios del Estado + los medios de los amigos del poder + los medios de los que fueron sometidos, todo con el dinero de la pauta publicitaria gubernamental. Tampoco es extraño que una Administración que hace de la mentira su herramienta más importante, disfrazara su Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de una verborragia rimbombante, adjetivando de mil formas posibles su anhelo de "democratizar la información", cuando el único objetivo real que persigue es acallar el periodismo independiente. ¿Y la democracia? Bien lo señaló un editorial del diario La Nación, del 25/07: "la libertad de expresión no es una concesión generosa de los gobernantes, sino un precepto constitucional". Constitución y leyes que el gobierno de Cristina Fernández violenta sistemáticamente, al igual que desconoce fallos de la Corte Suprema de Justicia. Al ir por la conculcación de la libertad de expresarse y de informarse, la Presidente -y en el pasado también su marido fallecido- no ha ahorrado ataques de los más variados, y muchas veces alejados de la verdad, a los medios de mayor inserción en la sociedad, que los privilegia a la hora de ejercer su elección de lectura/audición/visión. A esta altura se desconoce si la Presidente no puede tomar contacto con la preocupante realidad nacional o no quiere hacerlo y vivir en su mundo. Un mundo inexistente, soberbio y autorreferencial expuesto ante un séquito de aplaudidores que se han fanatizado con el irrealismo, temen convertirse en posible amigos pasados a la verdad de enfrente; o bien quieren seguir beneficiados, como hasta ahora, por las prebendas y los incrementos de sus patrimonios personales. Cristina, en su ir “por todo”, va por todo ¿qué duda cabe? Ella decide desde la moneda en que el pueblo debe ahorrar -y no le importa que esa moneda pierda valor a diario- hasta que puede decirse o no en los medios de comunicación. Sus ministros son tan lacayos que llegan al absurdo de convertir la toma de un colegio en un acto de evolución democrática de los alumnos. Pero el foco de atención de Cristina está ahora puesto, junto con otros diversos objetivos del “vamos por todo” en no permitir acceder a la periodismo verdadero, el independiente, al que critica la parte de gestión que sea criticable de su gestión y a la libertad de expresión de iluminar la crisis que se vive por errores enormes en la instrumentación de parches en la economía a falta de una política. También molesta la Presidente y a su entorno los casos de sospechas de corrupción que los mancha y los expone públicamente. Los monólogos casi a diario de Ella le sirven para denostar a los medios, meticulosamente, aún cuando resulte otro el propósito teórico de la cadena nacional convocada. La rendición de cuentas de los negocios públicos es parte del relato, y no de una verdad que pueda ser contrastada con preguntas y repreguntas por parte de la prensa, tal como sucede en cualquier lugar del mundo donde funciona la democracia representativa. Hay temas esenciales para el interés de la sociedad directamente prohibidos en el vocabulario presidencial. Entre ellos se puede enumerar la inseguridad, la inflación y los casos que envuelven de supuesta corrupción hasta a su cercano vicepresidente. El relato concuerda con la voluntad del Ejecutivo Nacional de vender una Argentina inexistente, y para eso fue creada la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; para que nadie se aparte de ese relato. Esta misma semana, en el acto presentación del nuevo billete en homenaje a María Eva Duarte de Perón, Cristina insistió: "El grupo Clarín es el jefe de la cadena del miedo y el desánimo". Esa cadena se encuentra integrada, también, por La Nación y Perfil. La 'cadena del desánimo' encontró su fundamento no solo en la información de la compleja situación económica-financiera que atraviesa el país sino también en aquellas palabras que la Presidente esgrimió frente a periodistas, en un paso fugaz por la sala de acreditados ante la Casa Rosada: "Para información están mis discursos. Yo no voy a hablar contra mí misma". Una demostración evidente de que ella dice ser el Estado. A Cristina le gusta la adulación y aborrece la crítica. Le encanta mostrarse preocupada por los estratos sociales bajos y manifiestan que siempre se ubica del lado de los más débiles. Mientras, 30% de la población está sumergida en la pobreza y 30% es la inflación anual que castiga en especial a los más débiles, y todo después de años de crecimiento a 'tasas chinas' en los que un grupo pequeño y selecto acaparó una fortuna en constante crecimiento, ampliando así la división socioeconómica entre argentinos. En nombre de una supuesta militancia, de una revolución improbable y sintiéndose la heredera de Evita y Néstor Kirchner ‘va por todo el poder para ella’, de acuerdo a la interpretación más veraz del “vamos por todo”. Dinero malgastado En este contexto, hoy 27/05, se insertan 2 hechos que descubren aún más este propósito, para aquellos más desconfiados. El primero de ellos muestra que, según datos oficiales, Aerolíneas Argentinas ya gastó el 99% de los $ 2.164 millones que tenía como presupuesto para este año, los ferrocarriles deglutieron el 98% de los $ 1.600 millones que le fueran asignados, el transporte automotor, el 90% de los $ 8.600 millones que le fueron concedidos para todo 2012. Prensa y Difusión de los Actos de Gobierno lleva gastado el 73% de los $ 606 millones originales y recibirá ayuda presupuestaria. El aberrante subsidio al fútbol lleva gastados 78% de $i 700 millones y se incrementó su presupuesto en $ 205 millones. Mientras tanto, áreas esenciales tienen sub ejecución presupuestaria: El Ministerio de Salud presenta entre otras subejecuciones la destinada a Salud y Atención infantil donde solo se ha empleado el 38% El Ministerio de Educación tiene un abanico de programas con uso desde solo 16% hasta un escaso 34% en el vital programa ‘Más Escuelas, Mejor Educación’. El Ministerio de Seguridad en Programas de Seguridad solo ha erogado el 11% de la partida anual. El Ministerio de Industria solo gastó 31% de sus partidas. El Ministerio de Planificación Federal, en el programa Techo Digno, empleó hasta ahora 37,8% de su partida. En resumen, la preocupación esencial del gobierno como bien lo muestra esta pantalla de su gestión está enfocada a favorecer su poder concentrando sus esfuerzos en la propaganda. El otro central y altamente preocupante está dado en el firme propósito del gobierno de Cristina en avanzar sobre el desguace del Grupo Clarín, más allá de lo que resuelva la justicia. AFSCA El 26/7, el coordinador general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Fernando Pérez -dirigente de La Cámpora-, titular de la comisión para la adecuación a la ley de medios, que está cuestionada por haberse creado sin intervención de la oposición, remitió una “cédula de notificación” acompañada de una carta informativa a Canal 13 (Artear) y a otros medios del Grupo. En la misma se busca comenzar el proceso de aplicación del artículo 161 (de desinversión), que cabe recordar está suspendido por la justicia. Se solicita en una de las notas que, en 10 días hábiles, se entreguen informes señalando información detallada sobre accionistas, servicios prestados, grilla de contenidos, estructura y datos técnicos de las redes o plantas transmisoras, cantidad de clientes, montos facturados y competidores, entre otros; del grupo al que pertenecen Canal 13, Radio Mitre, Cablevisión y sus señales audiovisuales como TN, entre otros datos. La otra notificación, firmada por el presidente de AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), Santiago Aragón, quién fuese diputado kirchnerista, y por el director Ignacio Saavedra, miembro también de La Cámpora, señala que el objetivo de la información requerida es “determinar la situación actual”, ya que “no habiendo presentado una propuesta de adecuación voluntaria”, estaría “en presunta infracción a la normativa contenida en la Ley”. Desconoce así el Ejecutivo nacional la medida judicial vigente hasta el 07/12/2012, fecha en que la justicia federal debe pronunciarse respecto de la inconstitucionalidad del artículo 161, que desconoce las licencias vigentes y obliga a desprenderse de ellas en un año; y de otros como el artículo 45, que vulnera la sustentabilidad de los medios, condicionan la libertad de expresión y resultan discriminatorios. Lo insólito resulta que la cuestión de fondo, la constitucionalidad o no del artículo 161, no tiene aún un juez designado. El nuevo embate gubernamental contra Grupo Clarín reviste características aún más graves porque más allá del vencimiento el 7/12 próximo, si la Justicia resolviese que los 45 y 161 son inconstitucionales, no se podrían aplicarse ya que la Corte Suprema de Justicia consideró la posibilidad de que se amplíe la cautelar de mantenerse las dilaciones del Estado, que demoraron casi un año la causa de fondo. Por lo que el plazo de un año para desinvertir como señala el artículo 161 nunca podría comenzar a contarse antes de diciembre. Las mismas notas recibidas por Clarín fueron remitidas a otros medios. Esto complica la situación legal ya que existe un fallo de la Corte, que determinó que para el resto de los medios el plazo de un año previsto en el artículo 161 ha vencido en fecha 28/12/2011. Entre los medios que se encuentran incluidos en este plazo ya vencido para desinvertir se hallan, entre otros, Uno Medios, del ex ministro justicialista José Luis Manzano y el empresario Daniel Vila; el grupo Indalo-C5N, del empresario del juego Cristóbal López; y el conjunto de emisoras que tienen en propiedad (y en disputa judicial) Raúl Moneta y Matías Garfunkel. El proceso de adecuación tiene 3 pasos: > la presentación voluntaria, > la constatación de oficio, y > la transferencia compulsiva de las licencias (es decir, la venta de empresas). AFSCA inició de esta forma el proceso de constatación de oficio al no haber presentado una propuesta de adecuación voluntaria. El “vamos por todo” está más vivo que nunca, en medio de una operación orquestada para evitar que el relato enfrente a la realidad a través de medios que no se arrodillen ante el poder discrecional de Cristina. La sociedad mientras tanto asiste a la verdad, todo lo que el relato no describe, está golpeando las puertas de la mayoría, en sus formas más variadas, desde el dinero que no alcanza y lo erosiona la inflación y la vida que puede llegar a perderse aún enrejando la propia casa. Las libertades amparadas por la Constitución acechan…una de ellas la de saber lo que pasa está en vías de desaparición parcial o total.

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