sábado, 7 de julio de 2012

EL HOMBRE DE AMIANTO

Notable exhibición del hombre de amianto Hombre con traje de amianto, pero el de Daniel Scioli es mejor. por EDGAR MAINHARD CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En 2001, Daniel Scioli era diputado nacional. En 2003 fue vicepresidente de la Nación. Desde 2007 es gobernador de la provincia de Buenos Aires. En 2012, gracias a la elevada imagen pública positiva que mantiene, es un presidenciable 2015. Apenas una década y Scioli llegó donde muchos otros con ambición política, nunca se asoman. Por lo tanto, está prohibido subestimarlo. Néstor Kirchner descansa para siempre en un gélido mausoleo patagónico y su viuda Cristina Fernández acumula crecientes dificultades para una reforma constitucional que le permita un horizonte más allá de 2015. Su enorme fracaso en la gestión de la economía le ha picado el boleto tanto a ella como al Frente para la Victoria, y no consiguen entender porqué a Scioli le va mejor que a ellos y ellas, en su vínculo con la opinión pública. Scioli tiene un estilo muy definido y del que no se mueve: > él no confronta, > él afirma que se identifica con las inquietudes "de la gente", > cuando lo atacan sabe correr a asumir el rol de víctima, y > siempre (siempre) se exhibe moderado. Esas cualidades le han resultado suficientes para marcar diferencias con Cristina, y antes con Néstor. En el contraste, Scioli siempre les ganó y por eso lo utilizaron y volvieron a utilizar, tal como él lo recordó, respondiendo a una pregunta: en 2003, 2007, 2009 y 2011, el Frente para la Victoria buscó a Scioli porque lo necesitaba. Resulta sorprendente que Cristina no haya aprendido de los errores de Néstor, y cometa errores similares a los de su fallecido esposo, quien llegó a creer que vapuleando en público a Scioli porque éste decía que no podía realizar la política de seguridad en la que creía, lograría devaluarlo. En verdad, Scioli estaba expresando a la mayoría de los bonaerenses, y el diputado nacional por ese distrito, Kirchner, enfrentaba a ese electorado... En 1792 el profesor de Física, Jean Aldini, descubrió el traje de amianto contra el fuego, muy utilizado por los bomberos por sus propiedades de resistencia a la fricción y al fuego. En 2012, Scioli ha logrado una tecnología superior en ese tejido incombustible. Arde Buenos Aires pero el gobernador no se chamusca y consigue que el incendio comience a dirigirse hacia la Quinta de Olivos pero resulta que no es responsabilidad suya. Scioli juega en las ligas mayores. Scioli no es Hugo Moyano, siempre deseoso de confrontar con Cristina. Aunque parezca ramplón, el estilo de Scioli es mucho más sofisticado, y por si hacía falta demostrarlo, además es exitoso. Él ofreció una conferencia de prensa verdadera (o sea con preguntas y respuestas), posibilidad a la que nunca se atreve Cristina Fernández, y que supone una diferencia impresionante con los usos y costumbres de la Quinta de Olivos: Cristina utiliza el atril para, en su rol de 'maestra Ciruela', adoctrinar/cuestionar/disciplinar, siempre varios metros por arriba que la opinión pública. En cambio Scioli -quien se mantiene muy disciplinado en su estrategia comunicacional-, se ubicó detrás del atril > para aceptar todas las preguntas, > insistir en que lo que más le preocupa de la mala coyuntura económico-financiera bonaerense es el reclamo "de la gente", > ratificar que él confía en la Presidente (así sigue manteniendo el apoyo de un 22%/23% del electorado provincial, que se mantiene oficialista, y le resulta una masa crítica importante), y > confirmar que no le interesa la pelea con nadie porque eso no le aporta nada "a la gente". Y así Scioli le ganó, una vez más, a Juan Gabriel Mariotto, a José Ottavis, a Aníbal Fernández, a Julián Domínguez... todos perdedores, gente encumbrada por los Kirchner pero que no les sobrevivirán, vapuleados por "la gente". Y también le ganó a Cristina Fernández, quien nunca como ahora apostó a trasladarle a Scioli el ajuste fiscal que debería liderar la Nación. Es cierto que es un juego de hipocresías pero las de Scioli parecen más tolerables que las de Cristina. En medio de las especulaciones que giran en torno a la institucionalidad, Scioli manifestósu alineamiento con el Gobierno Nacional; ratificó el pago en cuotas del aguinaldo pese al fallo judicial en contra, y descartó que la Presidente esté detrás de cualquier movimiento destituyente, al asegurar que “yo conozco su respeto institucional, y por el Estado de Derecho”. “La presidenta mandó a descalificar esas versiones” que circularon tras la difusión pública de la arenga del irresponsable intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez. “Yo creo y confío en lo que hablo con ella: no en lo que han puesto en boca de ella terceros, que han sido totalmente descalificados”, aseguró Scioli. Acompañado por la totalidad de su Gabinete y de su familia, Scioli empezó anunciando que “en el día de ayer (viernes 06/07), conversé con la Señora Presidenta de la Nación y, como siempre, he encontrado predisposición de seguir trabajando juntos”. Luego, él reiteró su alineamiento, sin fisura, con el Gobierno Nacional; volvió a agradecer la ayuda de la Casa Rosada en materia económica, evitó ratificar sus aspiraciones presidenciales (“Todo lo que tenía que decir al respecto, ya lo dije”). Scioli reiteró su reconocimiento “al esfuerzo; al apoyo nacional a una Provincia que hasta que no resuelva sus problemas estructurales” tendrá que seguir “haciendo todos los esfuerzos, para optimizar recursos genuinos”. “Obviamente, es en los momentos más sensibles, cuando hablo con quien tengo que hablar, para que las cosas queden muy claras con respecto a mi diálogo. Los temas que hablo, lo hago en el máximo nivel de Estado, porque creo y confío en lo que yo hablo y nos comprometemos mutuamente con la Doctora Cristina Fernández”, aseguró Scioli. El Frente para la Victoria nunca podrá acusarlo de traidor. Y esos conceptos son fundamentales para ubicarse en el rol de víctima del Ejecutivo Nacional. Scioli ratificó que mantendrá el cronograma de pagos del aguinaldo, pese a la medida cautelar de un magistrado (que será apelada por la Fiscalía de Estado), quien ordenó pagarlo de una sola vez. Scioli: “El 30% de los trabajadores, va a cobrar en cuatro pagos. Solamente el 30%. Sabemos que no cumple con las expectativas y comprendemos el reclamo de los trabajadores. Por eso, estamos arduamente trabajando para articular elementos financieros que nos permiten achicar lo más posible, el pago del aguinaldo”, sostuvo. Scioli admitió que puede tener responsabilidades en el insuficiente cálculo de gastos y recursos para 2012: “No somos onmipotentes de pensar que todo está bien y que no hay nada que no podamos mejorar”, pero justificó el desbarajuste financiero que terminó en la decisión de desdoblar el pago del aguinaldo, a las cuestiones internacionales que impactaron en la economía argentina: “Nosotros previmos en nuestro presupuesto el acceso de financiamiento externo de US$ 1.000 millones, más otros apoyos que, dado el contexto que se está viviendo, ha generado un desfasaje financiero”. Esas apreciaciones apuntaron a buscar la comprensión de "la gente". Además, tras justificar la promesa pública de su vicegobernador Mariotto sobre el pago de salario y aguinaldo, Scioli evitó fricciones: “Lo que tengo que hablar con mi vicegobernador, lo hago en forma personal con él”, y no a través de los medios.También negó que la ausencia de Mariotto en la conferencia de prensa tuviera que ver con las especulaciones políticas en torno a la relación entre ambos ("Me acompañan quienes integran el Poder Ejecutivo"). La ausencia de discusiones que no resuelven nada aunque generan mucho impacto mediático, también es valorada en forma positiva por la opinión pública. Y Scioli reiteró su promesa: “Se está trabajando –con él- para tener una Ley marco, para optimizar los recursos, readecuar contratos y estructuras, para poder encarar los desafíos y limitaciones que vamos a tener por delante. Nadie quiere encarar ningún tipo de ajuste, ni nada que afecte al funcionamiento de la Provincia, como la Salud o la Seguridad”. En lo mediático, la gran obsesión de los Kirchner, Scioli es un grosso. Por supuesto que la Administración bonaerense ha sido un desastre, tal como la de sus predecesores y la Nación. Pero esa es otra cuestión.

No hay comentarios: