viernes, 3 de agosto de 2012
DESESPERACIÓN
DESESPERACIÓN
EN OLIVOS
Por Carlos Manuel Acuña
Apenas comenzó a crecer el escándalo provocado por las andanzas del joven director del Servicio Penitenciario Federal, en Olivos se desató una verdadera tormenta. Por un lado estaban quienes aceptaban lisa y llanamente la ideologizada política carcelaria inaugurada desde el año pasado por David Hortel y consideraban que era un paso adelante en busca del poder por parte de la estructura partidaria llamada La Cámpora. Por el otro, estaban quienes evaluaron el impacto negativo que provocaría tamaña vulneración de las normas y su incidencia negativa en una población seriamente sensibilizada por la creciente inseguridad que padece.
Cristina, identificada con la primera posición no quería ceder un ápice en su respaldo expreso y formal y consideraba que era inaceptable un retroceso que se interpretaría como el reconocimiento de un error. Coincidente con su estilo que tiende a demostrar que no se equivoca jamás, recibió las primeras cifras de las consecuencias en la opinión pública y si bien no todas eran coincidentes, en líneas generales mostraron un impacto fuertemente riesgoso. De nada sirvieron los argumentos en el sentido de que el video conocido tenía cierta antigüedad, pues la Presidente ya había declarado que aprobaba las fiestas y salidas de los delincuentes comunes y resultaba difícil dar marcha atrás.
Fue cuando se optó por designar al ministro de Justicia Dr. Alak y al propio Hortel para que defendieron ante los diputados que anteayer visitaron cárceles y comprobaron - aunque con gruesos trazos informativos - la verdad del escándalo y algunas de sus intimidades. Prácticamente fueron las mismas que dimos a conocer oportunamente y que después publicó el matutino Clarín, con el agregado de que Hortel quizo justificar que asesinos, violadores y ladrones gozaran de permisos especiales para concurrir a reuniones que sobre la marcha se disfrazaron como "culturales". En realidad fue la única fórmula que se encontró más cercana para que la noticia adquiriera un matiz simpático y más aceptable, pero enseguida se recordaron las declaraciones de Sergio Shocklender en el sentido de que en realidad se asistía a la incipiente formación de una fuerza de choque kirchnerista, un dato que escandalizó a los legisladores y a quienes comenzaron a conocer más detalles del "Vatayón Militante". Para colmo, las explicaciones de Alak fueron escasamente convincentes, el reconocimiento agresivo de Hortel embarró más todavía al suceso y la elocuencia de las coloridas imágenes del video culminaron las primeras y alarmantes reacciones.
Cristina debió ser medicada y en el interin se conoció que el baterista de Callejeros que había asesinado a su mujer prendiéndole fuego y se encontraba condenado, era quien aparecía junto a Hortel quien tocaba tamboriles en una fiesta con el agregado de que Vázquez cobraba la bonita suma mensual de 42 mil pesos por prestar sus servicios musicales. Como siempre sucede en estos casos, se barajaron otras sumas y nombres de beneficiados, datos que no pudieron confirmarse plenamente pero sí contribuyeron a enrarecer la atmósfera política.
Por otra parte, ésta se encontraba bastante animada desde que en el peronismo surgió una firme resistencia en aceptar las imposiciones de la Casa Rosada en lo referente a las medidas financieras para con las provincias - mejor dicho, a la falta de esas medidas - a las que se retaceaba los porcentajes que les correspondía por el régimen de Coparticipación Federal. Si bien este problema está principalmente dirigido contra el gobernador de Buenos Aires por la interna desatada en el oficialismo, a esta altura de los acontecimientos no es Daniel Scioli quien mueve los hilos de la resistencia - por así calificarla - sino José Manuel de la Sota quien ya está abiertamente enfrentado con Cristina y su entorno. El gobernador de Córdoba ya formalizó un acuerdo con el de Santa Fe, Antonio Bonfatti y con el de San Luis,............. Poggi, para exigir el pago y distribución de un 15 por ciento de las sumas adeudadas por la Nación. Si por ventura llegara a prosperar la idea de Axel Kisilloff de aumentar las retenciones a la soja en un 5 por ciento, automáticamente se abriría un nuevo frente altamente conflictivo pues el campo resistiría activamente la medida.
Más aún, los nombrados y otros gobernadores - además de Mauricio Macri, claro está - hicieron las consultas pertinentes al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, con quien habrían converado de manera descarnada sobre las intimidades de la situación. Esto incluyó la desestabilizada salud de la presidente Cristina, sus desavenencias o dificultades familiares y hasta lo que sería su negativa a transar con acuerdos económico-financieros para con las provincias acreedoras. Lo único que queda pendiente en este escenario es el comportamiento de los sectores sindicales opositores al poder central (léase Hiugo Moyano, por ejemplo) y la decisión mancomunada de los gobernadores resueltos a seguir adelante con sus posturas rebeldes para la confección de las listas con las candidaturas para las próximas elecciones. De esta manera también está en juego el control de las Cámaras - sólo con los legisladores metropolitanos y bonaerenses se rompe el equilibrio- y con ello se podría alejar el proyecto de reforma constitucional, los revolucionarios cambios en los códigos, el surgimiento de nuevas instancias políticas, potenciales alianzas partidarias y finalmente un choque ideológico que los más radicalizados no están dispuestos a tolerar. Realmente, un panorama que hace crecer la incertidumbre, temblar a los ministros temerosos de la alteración de los nervios de una agotada Cristina que no se resigna a que cada movida le salga mal.
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