viernes, 3 de agosto de 2012

MEMORIA

PARA QUE SIRVE LA MEMORIA Por Carlos Manuel Acuña Sin quitarle ni agregarle una coma, reproducimos a continuación el mismo artículo que publicamos hace algo menos de un año - exactamente el 28 de septiembre de 2011 - sobre el Gran Enemigo que posee el gobierno de Crisitina W. Fernández de Kirchner. En esas líneas sindicamos a la Economía como el punto más álgido de la actual gestión presidencial y vaticinamos la progresividad de los problemas que se abatirían sobre el país de no modificarse el rumbo que se mantenía desde los inicios de la actual administración. Se trataba de un año electoral con sombrías perspectivas que finalmente resultaron distintas en el momento de abrir las urnas pese a todas las advertencias que circularon en ese entonces. Calificamos a la Economía como el gran enemigo del kirchnerismo, hicimos premoniciones que, como advertirán nuestros lectores, hoy podrían repetirse palabra por palabra e incluso hablamos de las violentas y hasta insoportables reacciones de Cristina cuando le llegaban noticias adversas. Al respecto resultará interesante advertir sin sorpresas estos detalles y sopesar como en el exterior comenzaba a evaluarse el peligroso derrotero que seguía el oficialismo. Más aún, hicimos reflexiones - que hoy reiteramos pero con una acentuación en la gravedad del escenario - en torno de lo que ocurriría cuando fueran reducidos primero y suprimidos después - los subsidios que caracterizan la orientación del proceso económico que puso en marcha la Casa Rosada. Los peligros de un inevitable descontrol social, el discutido valor del dólar, las guitarreadas de Amado Boudou hoy lanzado a recorrer el país, la inestabilidad de De Vido y la irrupción de La Cámpora, eran algunos de los temas más salientes de ese relativamente lejano analisis que, insistimos, podríamos repetir sin que nadie advierta la disparidad de las fechas. Con realismo, sostuvimos que "la Argentina es así" pero dejemos que sean los lectores quienes saquen sus propias conclusiones que seguramente coincidirán sobre algo que subrayamos: la inutilidad de anticiparse públicamente sobre los temidos resultados de un rumbo peligroso. Vayamos al artículo:

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