martes, 19 de julio de 2016
EL PAPA Y LA CORRUPCIÓN
SOBRE LA CORRUPCIÓN
Sobre la corrupción el Papa Francisco se refiro en muchas oportunidades. Algunas de ellas son:
“...un método que no da libertad a las personas para asumir responsablemente su tarea de construcción de la sociedad es el chantaje. El chantaje siempre es corrupción: “Si vos haces esto, te vamos a hacer esto, con lo cual te destruimos".
“LA CORRUPCIÓN ES LA POLILLA DE UN PUEBLO".
"Por ejemplo, ningún político puede cumplir su rol, su trabajo, si está chantajeado por actitudes de corrupción".
En otra oportunidad dijo:
"¡LA CORRUPCIÓN APESTA!"
"La sociedad corrupta apesta. La corrupción es ella misma también un proceso de muerte: cuando la vida muere, hay corrupción".
"EL CORRUPTO atraviesa la vida con los atajos del oportunismo, con el aire de quien dice: «No he sido yo», llegando a interiorizar su máscara de hombre honesto. Es un proceso de interiorización. El corrupto no puede aceptar la crítica, descalifica a quien lo hace, trata de disminuir cualquier autoridad moral que pueda ponerlo en tela de juicio, no valora a los demás y ataca con el insulto a quien piensa de modo diverso. Si las relaciones de fuerza lo permiten, persigue a quien lo contradiga".
"LA CORRUPCIÓN se expresa en una atmósfera de triunfalismo porque el corrupto se cree un vencedor. En ese ambiente se pavonea para rebajar a los demás. El corrupto no conoce la fraternidad o la amistad, sino la complicidad y la enemistad. El corrupto no percibe su corrupción. Se da en cierto sentido lo que sucede con el mal aliento: difícilmente quien lo tiene se da cuenta de ello; son los demás quienes se dan cuenta y se lo deben decir. Por tal motivo difícilmente el corrupto podrá salir de su estado por remordimiento interior de la conciencia".
"LA CORRUPCIÓN ES UN MAL MÁS GRANDE QUE EL PECADO".
"Más que perdonado, este mal debe ser curado. La corrupción se ha convertido en algo natural, hasta el punto de llegar a constituir un estado personal y social relacionado con la costumbre, una práctica habitual en las transacciones comerciales y financieras, en los contratos públicos, en toda negociación que implique agentes del Estado. Es la victoria de las apariencias sobre la realidad y de la desfachatez impúdica sobre la discreción respetable".
"Las formas de corrupción que hay que perseguir con la mayor severidad son las que causan graves daños sociales, tanto en materia económica y social —como por ejemplo graves fraudes contra la administración pública o el ejercicio desleal de la administración— como en cualquier tipo de obstáculo interpuesto en el funcionamiento de la justicia con la intención de procurar la impunidad para las propias malas acciones o para las de terceros".
"La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción. Esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social".
"LA CORRUPCIÓN IMPIDE MIRAR EL FUTURO CON ESPERANZA PORQUE CON SU PREPOTENCIA Y AVIDEZ
DESTRUYE LOS PROYECTOS DE LOS DÉBILES Y OPRIME A LOS MÁS POBRES".
"Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos".
"Para erradicarla de la vida personal y social son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia. Si no se la combate abiertamente, tarde o temprano busca cómplices y destruye la existencia".
También mencionó el Papa que “La corrupción es como el azúcar, dulce, es fácil. También en el Vaticano hay casos de corrupción. Por favor no desarrollemos ese gusto por esa azúcar llamada corrupción”.
Ahora reflexionamos, nosotros que llevamos tantos años gustando de "esa azúcar llamada corrupción", ¿será por nuestra falta de una cultura del compromiso o por una carencia de conciencia social ?
Ruben Peretti
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