domingo, 16 de septiembre de 2012

PALOMAS

Oposición: demasiadas palomas y ningún halcón (II) Por JUAN SALINAS BOHIL Casi al unísono con la finalización de las concentraciones de protesta que se realizaron en todo el país contra el gobierno de los Kirchner, el arco "opositor" con representación parlamentaria salió a prenderse con bríos del furgón de cola de la manifestación. Todos y cada uno tuvieron algo que decir y con seguridad tendrán letra hasta mañana porque, reconozcámoslo, la cosa de las cacerolas no da para más. Todos, todos, todos, todos, todos dijeron lo mismo y pretendieron ponerse a la cabeza de los difusos reclamos ciudadanos. Si no fueron capaces de plantearlos antes, al menos bien pudieron participar de las marchas. Ni eso. Hoy la política se hace desde las cuatro de la mañana atendiendo los teléfonos de programas radiales huérfanos de programación, atosigando las redacciones con correos frívolos y enterándose de lo que sucede en el país mirando televisión. En realidad, los opositores no lo son. Así de simple, puesto que piensan lo mismo que el gobierno pero con mínimas diferencias. Algunos, como Juez y Solanas, no son para nada sutiles. Dan quórum, se ausentan del recinto, y votan en general para después "oponerse" en particular. Pero lo que más impacta es la falta de liderazgo que se supone deberían tener y que solo se explica por la falta de democracia interna en sus respectivos partidos. Al kirchnerismo no le molesta en absoluto las concentraciones que se organizaron el jueves por la noche. Avispado, dejó que todo transcurriera con tranquilidad. Ni D'Elía y sus iguales fueron a azuzar a los manifestantes. Tampoco envió a sus periodistas "militantes" para que sean centro de la cólera opositora como en otra oportunidad. Fue un laissez faire, laissez passer a toda máquina para que, en otro lenguaje más entendible, "no debiera pagar por el pito más de lo que el pito valía". Claro que hubo bocotas a las que no se las pudo cerrar porque eso sería atentar contra los Derechos Humanos. Tal es el caso de la siempre espléndidamente peinada Estela de Carlotto que en un momento de lucidez expresó que quienes manifestaban "eran gente de clase media y bien vestida". Aclararemos: como ella y todos los suyos, como la Presidente , diputados, senadores, etc. Y qué raro, no se los vio en la calles acompañando a sus pares (de clase media bien vestida). Mientras, para muchos las declaraciones del joven jefe de Gabinete fueron exabruptos hacia los manifestantes, se ve que de a poco, con algunas clases que le debe estar dando Aníbal Fernández va poniéndose a tono en eso de desviar la atención de lo importante hacia lo realmente descolorido. Lo va logrando y con seguridad va a lograr competir en las grandes ligas. Hay que esperarlo. Es muy joven. Del otro lado de la barricada, todos dicen haber ganado, incluso, como expresamos antes, los políticos que no aparecieron por las manifestaciones. Es probable que haya quienes deseen que la Presidente deje el gobierno para, en ese caso, dejárselo a Amadobú. No parece que sea la solución más adecuada. O tal vez sí. También es difuso que es lo que pedían porque estar en contra de algo o alguien es sumamente fácil. Pero cuando la cosa es a favor. ¿de qué?, ¿de quién? Según se desprende de muchos de los textos de los reenvíos que por estas últimas semanas taladraron las casillas de correos, los manifestantes estaban de hartos. ¿Hartos de qué? De la inseguridad, de la re-re-elección, de la inflación. la lista era inmensa. Hasta suponían que eran el 46% del electorado que no votó a los Kirchner. Sí, pero divididos en mil fracciones mientras que el oficialismo tiene un contundente 54%. Todo junto. Un paquetazo de aquellos. No se había visto semejante orgasmo cacerolero desde las concentraciones de Blumberg. A propósito de tema, ¿tiene la sociedad hoy más seguridad? Aún con las miles de cámaras de video que dicen haber colocado y que supuestamente funcionan; más los dos mil dispositivos antipánico que también dicen haber entregado a los encargados de edificios; más los seis mil gendarmes que dicen haber colocado en la provincia de Buenos Aires: ¿Realmente creen los manifestantes que si por ejemplo un millón de personas se autoconvocara en reclamo de seguridad esta se hará presente por arte de birlibirloque? El ser políticamente incorrecto Si quisieron ser escuchados por el gobierno lo lograron. Pero equivocaron el lugar de la descarga, quizás porque desconozcan la metodología democrática, tanto como los kirchneristas. Son, como ellos, argentinos criados en hogares argentinos, educados en escuelas argentinas, con padres argentinos y que votaron representantes argentinos con todas las virtudes y lacras que los acompañan desde su gestación. La Presidente no debió ser centro de sus reclamos porque descansa cómodamente con el respaldo de su 54%. Pero sí sus representantes en el Congreso porque para eso los eligieron. Debieron ir a la casa de cada uno de ellos si es que antes no agotaron las instancias de comunicarse con ellos por medio de cualquier vía. Incluso a la del ministro Zaffaroni si es que tanto les molesta su garantismo o a la vivienda de la ministra de la Inseguridad. Giovanni Sartori, que algo debe saber de política, resaltó que "los partidos son las estructuras centrales de mediación e intermediación entre la sociedad y el gobierno". Es lógico pues que si los partidos como tales no existan se produzcan esta clase de cuasi motines que en una primera instancia son absorbidos por el sistema como lo fue el famoso Mayo 68 de la que tanta alharaca hace la izquierda. ¿Y ahora qué van a hacer los manifestantes después de semejante demostración de fuerza? Otra concentración. Ya está en preparación para el 1º de octubre en el Monumento de los españoles. Suerte.

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