domingo, 2 de septiembre de 2012

UNA MÁS !!!!

Una mas y van... Por: Carlos Mira Fuente: Mira Quien Habla-Newsltter Exactamente un mes después de que comenzaran a conocerse con detalle las múltiples y amplias acciones de La Cámpora en los colegios públicos con acciones directas y subliminares para atraer esas franjas etarias a su propio redil, se conoce el proyecto oficial para que los chicos de 16 años voten en las próximas elecciones. Se trata de una acción burda directamente relacionada con el objetivo de reformar la Constitución, en primer lugar para establecer un perfil de supremacía del Estado por sobre la soberanía del pueblo y, en segundo lugar para permitir la reelección de la presidente. Solo un inocente, un incauto o un mentiroso podrían creer que este es un proyecto pensado para el bienestar o la consideración ciudadana de los chicos. En ese sentido desconfiaría en primer lugar de aquellos que jamás se refirieron al tema y ahora, repentinamente, parecen ser expertos en jóvenes. Según estudios especializados en educación el 35% de los estudiantes argentinos no termina el secundario. En los sectores más pobres ese porcentaje asciende al 50%. Informes de la UNESCO han verificado que el 50% de los chicos del secundario argentino no entienden lo que leen y un porcentaje alarmante de los jóvenes en general no estudian ni trabajan. En ese caldo, el kirchnerismo se ha propuesto pescar casi 1400000 votos. Durante 10 años no se ha hecho nada por la formación libre, abierta y sosegada de esos chicos. La situación del aprendizaje en el colegio argentino se ha deteriorado notablemente, mientras crece una notoria politización inducida desde el oficialismo con el uso de recursos públicos. Fondos aportados por toda la sociedad han sido usados para influir la formación política de miles a los que ahora se les va a pedir que hagan su parte. Sin embargo pocos cumplen con los requisitos mínimos necesarios que cualquier empleo privado les pediría en cualquier lugar del mundo. Con algún grado de confusión cronológica, el diputado Kunkel (que es el que puso la cara oficial de este proyecto), acaba de decir que si a "un chico de 16 años se le pudo pedir que tome las armas para defender a la Patria en las Malvinas o para que hiciera el Servicio Militar, ¿cómo no se le va a poder dar el derecho de votar?" Está claro que Kunkel o tiene errados los conceptos o no recuerda bien las fechas. El Servicio Militar jamás se cumplió antes de los 18 años y por décadas, desde su creación hasta el año 1977 se cumplió a los 20 años. Lo mismo puede decirse obviamente para lo que ocurrió en el Atlántico Sur. De 220 países en el mundo solo 6 permiten el voto a jóvenes menores de 18 años. En todos los casos en que esa posibilidad se estudió se llegó a la conclusión de que los aspectos madurativos, biológicos y de juicio propio de los jóvenes menores de 18 años hacían inconveniente su inclusión en los procesos electorales. El sistema penal argentino protege con el instituto de la inimputabilidad a los menores de 18 años. Muchos de ellos cometen crímenes salvajes pero su juzgamiento está a cargo de jueces especiales y su régimen punitivo difiere sustancialmente del que se le aplica a los mayores. Siguiendo el razonamiento de Kunkel (aunque ajustado a las edades correctas, claro está) habría que preguntarse si ese régimen penal para esa franja etaria será modificado en consonancia con las nuevas responsabilidades que van a reconocérsele. En el oficialismo piensan que es tiempo de cosecha. Desde hace años ha utilizado los recursos de todos para su aprovechamiento partidario. Ha invertido populistamente sumas de dinero millonarias del erario público (erario público que obviamente es fondeado por dineros de individuos que pueden o no coincidir con el gobierno) para profundizar la demagogia y "comprar" las voluntades de muchos. Los jóvenes y también los extranjeros de países limítrofes han recibido parte de esos beneficios. En el caso de los primeros también se los ha seducido con la divulgación de un relato épico de la gestión kirchnerista. Y es sabido el peso que tiene la épica en ese periodo de la evolución en donde las mentes se están formando. Este proyecto confirma por otras vías la seriedad y profundidad con la que el oficialismo trabaja por sus objetivos. No dejan ninguna herramienta sin utilizar. Y lo hacen todos los días. Se trata de un bombardeo incesante que casi no da tiempo para respirar: Vatayón Militante, La Cámpora en los colegios, estatización de empresas o de sectores económicos completos, apertura de los countries, expropiación de propiedad inmueble, congelamiento de los organismos de control, cepo cambiario, voto a los 16 años, voto a los extranjeros, guerra contra las administraciones opositoras... Un verdadero arsenal puesto a disposición de un objetivo claro: estatuir un régimen de masas con supremacía del Estado y subordinación individual. Frente a esto la oposición aparece como estupefacta. Alejada del centro del ring y siempre corriendo detrás de los acontecimientos que el oficialismo provoca y produce. Su principal drama es que, a diferencia del gobierno y de sus grupos paraestatales, no tiene una unidad de objetivos ni una unidad de fines. Alfonsín, como si estuviera en campaña, volvió a repetir aquella desafortunada frase sobre que el macrismo es "su límite". ¿Acaso tiene Alfonsín pruebas del carácter antidemocrático de Macri? Porque si es así sería interesante que las aporte. Solo esa característica permitiría que, en democracia, alguien se refiera en esos términos a un adversario, como si éste estuviera más allá de "los límites" del sistema. El nuevo proyecto para votar a los 16 años debe ser interpretado dentro de la lógica de conservar el poder y de establecer un perfil de país distinto del que delineó la matriz de 1853. No creo que vayamos a ver otra cosa de aquí a las elecciones legislativas del año que viene. Al lado de este seguirán otros que volverán a formar parte de una andanada sinfín en la persecución de un objetivo. Quienes están todos los días detrás de esta inteligencia no pierden un minuto de su tiempo en distracciones. Su proyecto es serio y tienen la voluntad política para intentar llevarlo adelante. Cuentan además con ingentes recursos públicos que, desde ya, usarán como propios en la cara de todos sin el menor escrúpulo. En realidad se hace muy difícil imaginar que más hace falta hacer para que la gente se dé cuenta del peligro que enfrenta. Porque con este nivel de levedad cuando alguien quiera reaccionar será ya muy tarde.

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