lunes, 17 de septiembre de 2012
TIRANDO LA KADENA
Domingo por cadena nacional
por Gabriela Pousa
Domingo por la mañana, el día pinta inestable. Un rayo de sol ilumina desde el Este, una nube lo desafía desde el Sur. Casi como un ritual, me sumerjo en los diarios del día. Las portadas no deparan grandes sorpresas...
Sin embargo, al encender la radio escucho el fatal anuncio: “LRA Radio Nacional y LS 82 televisión canal 7 Buenos Aires, junto a todas las emisoras que integran su programación...” Atribulada pensé que era una grabación, pero no. ¡Era ELLA en cadena nacional, y un domingo!
Cristina había avanzado hasta expropiarle el día al Señor. Se me ocurrió pensar que quizás había firmado un decreto de necesidad y urgencia, que nos modificaba también la religión. Así, el tiempo y lugar de la misa dominical, de ahora en adelante, sería ocupado por la Señora Presidente. Me tranquilicé, y un poco más optimista mitigué mi desesperación, confiando que se trataba de una excepción.
Los argentinos debemos tener un gen masoquista por naturaleza, de otro modo no me explico como prendí la televisión. O serán gajes del oficio, no lo sé.
Allí estaba, detrás del atril, riguroso negro, y un gesto que auguraba otro reto… Después de hacer un rodeo entre números majestuosos, de invocarlo a “Él” como fuente de toda sabiduría y razón, y acomodarse varias veces el pelo, hizo un gesto como de autorización.
Entonces, la locutora oficial comenzó: “Visto y considerando que el artículo tercero de la Ley N° 27.389 dispone que el Poder Ejecutivo fijará la política nacional con respecto a las actividades relativas a la industrialización, transporte y comercialización de enlozados, y teniendo como objetivo principal proteger al pueblo de los ruidos molestos, se establece que: A partir de las cero horas, todos los habitantes de Barrio Norte y Recoleta, informen detalladamente a la AFIP, cuantas cacerolas poseen en su vivienda, y el estado en que estas se encuentran.
Confieso que quedé perpleja. Pero eso no fue todo. Inmediatamente, volvió a hablar la Presidente. Y explicó que esto lo hace por todos y todas puesto que el viernes a la madrugada, comenzaron a crecer las consultas en los consultorios de otorrinolaringología. Y para no perder la costumbre, amenazó: “A quienes mientan en la cantidad de ollas y cacerolas, o no las tengan registradas en sus declaraciones juradas se les aplicará un impuesto adicional, y se les prohibirá veranear también en la Costa Atlántica”
Moviendo su cabeza como si buscase a alguien dentro de la sala, detuvo su mirada en Guillermo Moreno, y continuó: “Che vos, Moreno, ocupate de lo que ya sabes“. Sonrisa cómplice mediante, el Secretario de Comercio, estaba sentado tomando nota con una birome grabada, con un texto que decía: “Clarín miente. Cristina dignifica”
Inmediatamente después, la jefe de Estado giró hacia otro lado, donde se podía ver a Axel Kicilloff. Se cruzaron sus miradas, y el joven que lucía un tatuaje con la leyenda: “Ella al gobierno, yo al poder“, empezó una oratoria interminable.
Sostuvo que “se investigará hasta las últimas consecuencias para dar con los responsables de la insurrección golpista y destituyente acontecida el pasado 13 septiembre. Apelaremos a todos los recursos. Comenzaremos con la guía telefónica, buscando a todos aquellos que detenten apellidos compuestos, y tengan domicilio en los barrios facistas de la Argentina. (Ahí, Abal Medina se preocupó por Miami donde podría exiliarse) También contamos con una docena de chihuahuas y perros salchicha, entrenados para descubrir ollas, sartenes y cacerolas Blue o paralelas”
Tras esas palabras, y observando como Cristina aplaudía al joven de patillas, comprendí a que se refería cuando dijo que había que tenerle “un poquito de miedo”
Después de tomar un sorbo de agua Evian, la mandataria explicó que, así como en su momento se reemplazaron las lamparitas de luz por las de bajo consumo – Made in China-, se procederá en los próximos días, a retirar de los domicilios todo utensilio de cocina que unido a otro, pueda generar barullo o alboroto.
En su lugar, el gobierno entregará cacerolas y vajilla de plástico y/o vidrio finito – en honor a Máximo que le gusta la coca-cola en botella de ese tipo -. Y se lanzará el Plan Microndas para Todos y Todas. Todo será ensamblado, además, en Tierra del Fuego por mano de obra nacional y popular Los aplausos duraron casi como la Misa de Gallo.
Finalmente, culminó su alocución de domingo, diciendo: “Esta presidenta de los 40 millones de argentinos cuida -como nunca nadie antes lo había hecho-, los delicados oídos de todos y todas. Porque “Él” también quería ver sano a su pueblo. y aunque no lo valoren, seguiré trabajando hasta acabar con la cadena del tuiteo.” Enseguida adujo: “sabemos quien es el principal sospechoso de ser dueño de la fábrica Tramontina y Essen, las cuales serán expropiadas por ser de incumbencia para el gobierno. La Corpo monopoliza también las cocinas de los argentinos”
Como justificación agregó: “Porque este es un gobierno que distribuye la riqueza, y pelea por la inserción social. Y esas ollas, no las pueden tener los pobres, ni alcanzan las reservas para incluirlas en los planes sociales. Los pobres acuden a comedores populares, mientras la oligarquía abolla sus ollas en las esquinas. Esto no es posible en un país que, desde 2003 en adelante, alcanzó un índice de pobreza igual a cero. Y estamos orgullosos por eso.”
Algo no cerraba: si no hay pobres, ¿cómo asisten a comedores…? Ahí no más comenzaron los aplausos y las ovaciones, cuyo ruido sí afectaba mi oído. Decidí apagar la televisión. Y antes de abrir la alacena para contar mis pertrechos, me despertó mi hermano diciendo que era hora de levantarme.
“Dale, ayudá a preparar el pollo a la cacerola porque vienen los abuelos“, me dijo. Comprendí entonces que éramos una familia de fachos y golpistas, y recordé a Oscar Wilde cuando decía: “la ficción anticipa siempre la realidad.”
Y pensé que quizás, debíamos almorzar un pollo parrillero…
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