miércoles, 1 de julio de 2009

CONTINUA LA SOBERBIA.....



En la segunda “conferencia de prensa” de su gestión presidencial, la presidente Cristina de Kirchner reunió a los medios para tratar de explicar lo inexplicable.
Se presentó soberbia ante los periodistas acreditados para esa reunión, no por su magnificencia ni su belleza precisamente, sino por el otro significado de esta palabra, la del pecado capital (ref. 1).
La flanqueaban el jefe de Gabinete Sergio Mazza, definitivamente descalificado por haber vendido su alma al diablo por haberse prestado a la maniobra de las postulaciones testimoniales y del otro lado el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, que asentía con su expresión a lo que afirmaba Cristina, como si fuera un simple cadete de mandados de una empresa.
Hubo solamente nueve preguntas autorizadas a los periodistas presentes sin posibilidad de repreguntar. Las respuestas de la presidente a estas preguntas en realidad no eran tales, sino extensos divagues que trataban en vano, mostrar una contestación coherente que satisficiera la inquietud de los periodistas, pero que evidenciaba claramente que no podía responder satisfactoriamente a las preguntas formuladas.
Trató de mostrar que el oficialismo en realidad había hecho una excelente elección y que había obtenido más votos que el resto. Los números no obstante muestran que obtuvo solamente el 26,5 del total de votos.
Una mentira más de las tantas a las cuales nos hemos acostumbrados.
Una contundente derrota considerando los recursos y medios del Estado que se volcaron a estos comicios. (Recursos en los cuales se encontraba el dinero de mis impuestos y la de millones de argentinos que votaron otra fórmula). Recordemos la permanente utilización de los helicópteros presidenciales que utilizaba su consorte para sus giras proselitistas.
Una contundente derrota porque para el concepto del matrimonio reinante y los miembros de su gobierno, y así lo han expresado reiteradamente, estos comicios constituían un plebiscito en el cual la ciudadanía debía expedirse si aprobaba o no el “modelo” ¿¿?? de los Kirchner.
El pueblo dijo clara y rotundamente que no. Más de siete de cada diez argentinos dijo que no.
Ni un atisbo de humildad, ni una autocrítica. Se notaba la tensión en su rostro y pese a que en oportunidades intentó ser agradable y mostrarse sonriente, la mayoría de sus respuestas tenían un tono duro, admonitorio e intentando dar clase sobre como deberían conducirse los medios.
La “conferencia de prensa” igual que la primera realizada después de la votación de la resolución 125, fue un desastre. No agregó nada y no satisfizo a nadie.
¿Para que se realizó entonces?
La presidente debía dar la cara ante la derrota del “plebiscito” y buscar un justificativo o atenuante. Es lo usual y lo lógico. Pero como no tenía mucho que decir ni argumentos para justificar el resultado, se explayó largamente dando cifras y porcentajes de los comicios, muchos equivocados o falseados, que si bien importantes, deberían hacer sido expuesto por algún otro funcionario y no por la presidente.
El resultado de la reunión fue más que lamentable: muestra que sigue el autismo y la soberbia, que la reina Cristina es dueña de la verdad revelada, que seguirá este camino que nos está conduciendo al infierno, que vive aislada en una burbuja, que desconoce y no acepta las críticas, que sigue mintiendo y engañando. Todo mezcla de ineptitud y mala fe.
Y otra enseñanza que deja esta elección para los déspotas: que no hay que menoscabar la inteligencia de los sectores más carenciados o de menor nivel económico. No son tontos. También los del segundo y tercer cordón suburbano votaron en contra de la pareja reinante.
Su esposo tuvo que renunciar a la presidencia del partido. Bien hecho. De lo contrario lo hubieran echado, porque fue el directamente responsable del fracaso, pese a los numerosos e insólitos artilugios y tramoyas realizadas.
La Reina debería recapacitar, los tejes y manejes que realizó su esposo para estas elecciones producirán seguramente una conmoción en los próximos meses dentro del peronismo y de todo el espectro político. De seguir así, la gobernabilidad estará comprometida.
El pueblo dijo basta a estos procederes discrecionales y hegemónicos.
Debería repensar su actitud autista, porque cuando el pueblo se enoja puede llegar a hacer tronar el escarmiento. Esto no le conviene a los Kirchner ni al país.

30-Jun-09 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

Notas:
1.- Soberbia: - Altivez, orgullo desmedido.
-Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.
- Apetito desordenado de ser preferido a otros.
- Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.
- Palabra o acción injuriosa

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