sábado, 4 de julio de 2009

ELECCIONES: ASÍ NOS VIÓ URUGUAY


El País (Uruguay) - 04-Jul-09 - Opinión

Editorial
Elecciones argentinas


El resultado de las elecciones ha mostrado el descontento de la ciudadanía y aunque el gobierno trate de disimular la derrota, ésta es evidente, inclusive, para el observador más pedestre. El pueblo pasó la factura por una variedad de razones. Conviene enumerar algunas de ellas.

Por el absurdo y muy serio conflicto que las autoridades generaron con el campo, con desastrosas consecuencias a largo plazo, donde los agricultores, ganaderos y tamberos continúan hostigados con impuestos: municipales, provinciales, federales de todo tipo como las retenciones, al patrimonio, a las ganancias etc. A ello se suma la ocasional prohibición de exportar, los precios máximos y un acoso ideológico repugnante. La consecuencia de esta política ha resultado en la disminución de la inversión en sistemas de riego, fertilización, fumigación, maquinaria agrícola, silos, camionetas, etc. Del área sembrada para varios cultivos, entre ellos el trigo, el maíz, el girasol. Sólo la soja, el yuyito así despectivamente nombrado por la Presidenta, resiste gracias a los precios internacionales y su menor costo de laboreo, cuya totalidad es exportada por casi no tener consumo interno. En tercer lugar la reducción del "stock" de vacunos y también ha sufrido el gasto en sanidad animal, con resultados que podrán traer malas consecuencias. Se estima que para cubrir su demanda interna, la Argentina tendrá que empezar a importar carne el año que viene, a no ser que caiga más la renta per cápita. Otro tanto, con la cantidad de leche y productos derivados, el cierre de centenares de tambos, la masiva faena de vientres que ha creado una terrible crisis en el empresariado rural que abarca a los pequeños productores, repercutiendo en la inversión, el empleo, en la desesperación de quienes sólo conocen ese medio de vida.

Por la falta de seguridad. La cantidad de asesinatos y rapiñas hace que la gente esté cada vez más asustada, se encierre en sus casas detrás de rejas, mientras el gobierno ha hecho la vista gorda. Parece no saber que hacer y tampoco se lo percibe con una voluntad de reprimir (está mal visto). El sistema judicial se encuentra prácticamente colapsado. No se han nombrado nuevos jueces. Los que están tienen a su cargo varias secretarías con miles de casos. Los penales están abarrotados. Los presos salen a robar.

Sin llegar a la rapiña, los ciudadanos han estado frecuentemente demorados, molestados e insultados, sus autos golpeados, o escupidos por piqueteros con capuchas, palos y cadenas en pleno centro de la Capital, protestando, exigiendo más dádivas, mientras la policía cumple órdenes de no hacer cumplir la ley. Sólo cuando hieren a alguien y observan lo sucedido, dispersan momentáneamente la desigual trifulca. Los fiscales, los jueces, obedecen las directivas del Poder Ejecutivo. D` Elía, el piquetero y agitador máximo, quien tomó por asalto una comisaría, aparecía en el estrado, en los actos públicos del gobierno.

Dentro de este capítulo deberíamos también mencionar el amedrentamiento que han sufrido muchos empresarios al haber sido frecuentemente amenazados e insultados por el Secretario de Comercio en su despacho.

Por la corrupción y la distorsión de precios, la fuga de las empresas extranjeras, el desempleo.

Ya nadie se sorprende de que las denuncias contra Néstor Kirchner por presuntos ilícitos inmobiliarios, en el Calafate, "su provincia", duerman el sueño de los justos. Pocos se atreven a recordar los casi mil millones de dólares que fueron a parar, luego de algunas vueltas, a bancos suizos, producto de dos enormes desembolsos para esta provincia escasamente poblada, debidas a las regalías petroleras atrasadas y lo que le correspondía a Santa Cruz por la venta de YPF. Luego de la inversión en el aeropuerto, desapareció el resto de los fondos. Nunca hubo un desglose, una rendición de cuentas. ¿Se animarán ahora a hurgar en ese espinoso asunto si no prescribieron las causas?

Por la expropiación de los ahorros que buena parte de la ciudadanía tenía en fondos de pensión, las AFJP. Por la estafa perpetrada a través del "default" de un 70% de lo que fue invertido en bonos del gobierno argentino. Pero ese no fue un acto aislado, sino que las nuevas emisiones de deuda que se hicieron, ligadas al índice de costo de vida, su rendimiento fue falseado, vía Indec, a través de la manipulación de las cifras, perjudicando de los ahorristas.

Motivos no faltaban.

No hay comentarios: