LIMPIOS???

¿Hay alguien limpio? El nuevo corruption-act que involucra al gobierno, más precisamente a su vicepresidente, nos muestra un nivel de inmoralidad pocas veces visto en nuestro país. Ha habido gobiernos tildados de corruptos, pero el estado de impunidad creado por la actual administración nos lleva a un callejón sin salida. Pareciera que el acusado ha decidido vender cara su derrota y los primeros actos de defensa se han cobrado algunas víctimas; por ejemplo, el procurador general de la Nación. El oficialismo y su jefa han apoyado al protagonista principal de la historia, seguramente por el terror que causaría que este diera más datos sobre cómo maneja los hilos el elenco gubernamental. No conforme con esto y quizá para demostrar aun más que su defensa llegará tan lejos como las circunstancias lo requieran, intentan demostrar la poca objetividad del juez de la causa y su inconducta, cosa que en la justicia argentina actual es moneda corriente, salvo honrosas excepciones, para desprenderse del mismo e intuyendo que, ante tantas pruebas, SS no podrá proteger a un oficialista, por más amigo que sea. En esta historia que vive la Argentina, hay solo un motivo para que algunos se unan y este es proteger a alguien sospechado de corrupción cuyo procesamiento por un juez objetivo, independiente y objetivo podría llevar con él a los estrados a un número incalculable de funcionarios gubernamentales, produciendo un escándalo mayúsculo. El país transita un camino no solo de anomia, sino aquel donde la ley es aplicable por el más poderoso a los demás y él está por encima de ella; hemos descendido a las cavernas y de esta forma, con un gobierno que pretende acaparar más poder, amparar los escándalos de sus funcionarios e imponer la ley del más fuerte, la salida será dificultosa. Alejandro Olmedo Zumarán (olmedozumaran@hotmail.com). Buenos Aires