martes, 17 de abril de 2012
LOS COSTOS OCULTOS DE YPF
Lo que viene: estos son los millonarios “costos ocultos” que deberá afrontar la Argentina tras decisión de expropiar YPF
http://www.iprofesional.com/notas/134797--Lo-que-viene-estos-son-los-millonarios-quotcostos-ocultosquot-que-deberaacute-afrontar-la-Argentina-tras-decisioacuten-de-expropiar-YPF
por Fernando Gutiérrez
El avance sobre la petrolera traerá una gran cantidad de consecuencias económicas, que van mucho más allá del valor de la empresa y del litigio legal. En términos comerciales puede representar un duro golpe para el país, si naciones europeas acompañan a España en su reclamo. Cifras que meten miedo
Después de que se acallen los aplausos de los militantes K, cuando pasen los comentarios de los expertos, políticos y analistas y una vez que se haya asimilado el impacto político de la medida, recién ahí podrá empezar a percibirse cuáles serán las consecuencias económicas de haber "recuperado" YPF.
Y es allí donde empezarán a surgir los "costos ocultos" de la decisión tomada. Por lo pronto, es de esperar una tormenta en el plano de las relaciones internacionales, que excederá largamente la situación energética y se expandirá a todos los ámbitos de la vida nacional.
Ocurre que la advertencia que habían hechos los funcionarios españoles sobre que "habrá consecuencias", en caso de un gesto hostil hacia sus intereses, ya está cobrando forma.
A pesar de que, fiel a su estilo, Cristina Kirchner buscó sorprender y generar un shock político al anunciar la estatización -justo cuando todos los medios de comunicación, la propia Repsol y el mismísimo gobierno de España creían había dado "marcha atrás"- esta vez las derivaciones pueden llegar a sorprender, incluso, al propio gobierno.
Es que la reacción internacional fue inmediata y de una dureza inusitada.
El gobierno español confirmó que considera la expropiación como una medida hostil, no sólo hacia una empresa, sino también hacia España.
El canciller José García Margallo, visiblemente irritado, recordó que su país había ayudado a la Argentina durante su peor momento, tras el colapso financiero de 2001, y que esta medida no solamente implica una ruptura en términos económicos, sino también del lazo fraternal entre los dos países.
Los analistas internacionales consideran que, con el anuncio de ayer, la política exterior argentina ingresa en una fase más inclinada a la política "chavista".
"Argentina vuelve a dar un paso que la acerca a los gobiernos regionales del ALBA, liderados por Venezuela, y la aleja más de los de centroderecha o los de izquierda moderada o socialdemócrata", afirma el politólogo Rosendo Fraga.
La sensación se acrecienta por el hecho de que, además de la justificación sobre la caída de la inversión realizada por Repsol, Cristina sugirió que el faltante de nafta ocurrido a mediados del año pasado, en plena campaña electoral, podría haber sido intencional, con la finalidad de perjudicarla políticamente.
"Los españoles ya están insinuando que hay una influencia bolivariana. Y la propia actitud de la jefa de Estado implica un gesto defensivo, porque ella, en su discurso, se vio obligada a aclarar que no se trata de una estatización. Además, se sintió en la necesidad de justificar por qué lo hacía", comenta Emilio Cárdenas, ex embajador argentino ante las Naciones Unidas.
Lo cierto es que por estas horas queda muy claro que el gobierno español no captó ese matiz que Cristina Kirchner quiso destacar. Es más, el hecho de que no se haya realizado una estatización completa "a lo Chávez", sino una captación parcial de acciones de Repsol, no sólo no es vista como un atenuante por los españoles sino como un agravante.
José Manuel Soria, el ministro de industria del gobierno de Rajoy, protestó por el hecho de que no se nacionalizan todos los recursos hidrocarburíferos, sino sólo los de YPF, que tiene el 30 por ciento del mercado. Pero además, dentro de YPF, sólo se expropiarán las acciones de Repsol y no las de los otros socios privados, como el grupo argentino Eskenazi y los fondos de inversión estadounidenses.
Es por eso que los españoles consideran la medida como "hostil y arbitraria".
Una contraofensiva potencialmente demoledora
Qué tan graves pueden ser las consecuencias para Argentina? A juzgar por las declaraciones del canciller español, es como para tomar las eventuales represalias muy en serio: señaló que la medida de estatizar YPF perjudicará, en primer lugar, al pueblo argentino.
Un primer indicio lo da el hecho de que España haya decidido no ingresar en el diferendo en soledad, y arrastrar en su reclamo a toda la Unión Europea.
En nombre del bloque será la forma en que busque elevar sus quejas ante los tribunales internacionales. Y, probablemente, también el conjunto europeo adopte eventuales sanciones comerciales.
El tema no es menor. Tal como diera cuenta iProfesional.com, las estadísticas son, de por sí, inquietantes:
- España le adquiere a la Argentina u$s3.000 millones en productos de exportación. Es el quinto comprador, si se lo considera en forma individual.
- Pero, si se toma en bloque a la Unión Europea, el mismo es el segundo socio comercial, ostentando un 17% de todas las ventas argentinas.
- Para peor, en rubros estratégicos del comercio local, como la agroindustria -y particularmente la soja- los europeos demandan un 30% del producto estrella argentino, superando largamente a China, usualmente percibido como el gran demandante del "yuyito" (ver nota: "Argentina, China y el ‘mito' de la soja").
- Además, la Unión Europea es el principal comprador de carne vacuna bajo el régimen de cuota Hilton, con un 30% que se envía bajo ese concepto.
- También, es el destino para el 20% de la producción minera.
- Y es el segundo mercado, después de Brasil, para la industria automotriz nacional.
"Lo cierto es que entra en zona de riesgo un destino relevante para la Argentina, porque tenemos una altísima dependencia del bloque europeo para ubicar productos agropecuarios. Es posible que parte de lo que caiga pueda colocarse en otros mercados, pero el golpe se sentirá inevitablemente", advierte Marcelo Elizondo, ex director de la fundación Exportar.
La medida del daño dependerá, cree Elizondo, de si los europeos harán un mero acompañamiento declarativo hacia la postura española o si efectivamente se sumarán a las sanciones.
Los analistas locales temen, a partir de la expropiación de YPF a Repsol, un escenario tan peligroso como complejo.
No obstante, algunos medios españoles estiman que la Comisión Europea poco puede hacer, dado que "legalmente es un problema bilateral", de modo que ni la UE ni la Organización Mundial de Comercio (OMC) pueden lidiar en este asunto, más allá de ejercer presiones diplomáticas.
Consecuencias que "salpican" a la región
De todas formas, el efecto de corto plazo, advierte Elizondo, es que se congelen las conversaciones entre el Mercosur y la Unión Europea para avanzar en preferencias comerciales.
Y las primeras reacciones parecen darle la razón, en el sentido de que además de arrastrar a los 27 países miembro que conforman el bloque, el enojo hacia la Argentina podría salpicar a naciones latinoamericanas.
Por lo pronto, seguro afecta a México, que tiene un 5% de Repsol. Y el propio canciller español anunció que el tema estará en la agenda de la próxima reunión entre los presidentes de ambos países. A modo de adelanto, el mandatario mexicano, Felipe Calderón, calificó como "poco responsable y poco racional" la medida de expropiar YPF.
Pero también hay inquietud en Chile, dado que esta última es socia de la petrolera nacional ENAP.
Y, por cierto, el incidente ocurre cuando 40 países acaban de denunciar ante la Organización Mundial de Comercio a la Argentina por aplicar medidas restrictivas al ingreso de productos importados.
El analista internacional Jorge Castro destaca que, tras la expropiación, hay un salto cualitativo en la política exterior argentina: "Hasta ahora, se consideraba que el país estaba aislado del mundo. Pero, a partir de este avance, pasamos a una actitud de confrontación abierta".
Hablando en plata
Habrá, naturalmente, otras consecuencias que quizás pasen inadvertidas en estos primeros días donde el debate transcurrirá en términos de si es bueno o malo que los recursos energéticos del país estén bajo control estatal.
La realidad fría y antipática de los números mostrará un fuerte costo financiero tras la iniciativa. Empezando por el precio a pagar por la expropiación, seguramente uno de los temas a dilucidar en los tribunales internacionales.
¿Se tomará, como afirman algunos expertos, las reservas petroleras probadas multiplicadas por el precio internacional del barril? ¿O más bien terminará privando la fuerte caída en la cotización de la acción que ha sufrido la empresa en los últimos meses?
No es un tema menor, ya que la diferencia puede significar varios miles de millones de dólares para uno u otro lado.
"La teoría indica que hay que mirar las reservas, pero lo cierto es que los mercados no observan sólo eso, sino el marco regulatorio, la seguridad jurídica y la política energética de largo plazo. Y, desde ese punto de vista, no puede decirse que la caída en el precio de la empresa sea injustificado", sostiene Manuel Solanet, ex secretario de Hacienda y consultor experto en servicios públicos regulados.
De todas formas, admite que es posible que los mercados hayan sobreactuado la caída en el precio de las acciones, "descontando por adelantado la continuación de los retiros de yacimientos, que no siempre fueron en áreas marginales".
Claro que las autoridades españolas pueden argumentar, y seguramente lo harán, que Repsol no es culpable de la caída del valor de la compañía sino, más bien, que es una víctima de esa política implementada por el Gobierno argentino.
Los españoles sostienen que la compañía vale u$s 18.000 millones, aun cuando su capitalización bursátil hoy sea cercana a los u$s 11.000 millones. Y se basan para ello en una disposición de la ley de privatización, que establece que se debe pagar el mejor precio de entre varias formas de valuación, justamente para evitar los movimientos especulativos.
No debe olvidarse, por otra parte, que en casos de expropiación, las indemnizaciones deben ser pagadas en efectivo, sin posibilidad de que sean saldadas en cuotas, ni de recurrir a bonos ni a ganancias futuras.
Por lo pronto, ningún analista se anima a afirmar de dónde saldrá el dinero, pero sí coinciden en que las opciones no son muchas, y que los fondos jubilatorios de la ANSES son grandes candidatos.
Un salto sin red
Los siguientes "costos ocultos" tienen que ver con el shock de desconfianza que puede provocar la medida entre los inversores.
De hecho, la mayoría de los analistas cree que, más que generarse un aluvión de interesados en explotar los yacimientos donde hasta ahora estuvo Repsol, el primer efecto será una parálisis en la inversión.
"Se va a agravar la crisis energética. Porque las demás empresas petroleras van a esperar a ver cómo sigue", grafica Daniel Montamat, ex secretario de Energía.
En la misma línea, Rogelio Frigerio, titular de la consultora Economía & Regiones, destaca que "estas medidas generan mucho ruido, justo en momentos en que el país necesita de inversiones".
El economista recuerda, además, que difícilmente cambie la actual situación mientras el Gobierno mantenga la distorsión de precios que hace que el gas que se produce en el país se pague tres veces menos que el que llega desde Bolivia.
También Cárdenas indica que, como primer efecto, "se abrirá un compás de espera en el cual el Estado argentino deberá recomponer la confianza".
Y agrega que, para que se cumpla el plan oficial de empezar a explotar la producción de "shale gas" (una inversión inicial de u$s 25.000 millones), habrá que recurrir a una tecnología que hoy sólo domina Estados Unidos.
En las próximas horas empezarán a emerger más costos ocultos. Como, por ejemplo, el hecho de que las agencias calificadoras de riesgo pusieron en revisión (a la baja, naturalmente) la nota de YPF. Esto implica que, luego de haber tenido un buen acceso al mercado de capitales, ahora sufrirá más de lleno el nivel del riesgo país argentino.
Pero claro que son temas difíciles de ver en estas primeras horas, cuando el debate está demasiado teñido de nacionalismo y evocaciones al general Mosconi, pionero del petróleo en el país.
Como dice el politólogo Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (CIPOL), son horas en las que la Presidenta muestra su vocación de "ir por más".
"El Gobierno está mostrando los dientes, no va a haber ningún tipo de moderación. Siente que no puede ceder, y eso es algo que políticamente reditúa en el corto plazo. Pero es un salto sin red, porque implica una radicalización sin cálculo de los costos", concluye el analista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario