miércoles, 25 de abril de 2012

LLEGARON AL LIMITE

Después de YPF, el oficialismo va por la Constitución Cristina Fernández. En medio de la polémica por YPF, el kirchnerismo agregará una nueva controversia: una nueva reforma de la Constitución. Si bien sobrevuela la sospecha sobre la intención del Gobierno de instalar la posibilidad de una nueva reelección de la presidente Cristina Fernández en 2015, los organizadores del seminario niegan que ése sea el propósito. Los constitucionalistas Eduardo Barcesat y Raúl Gustavo Ferreyra, y el filósofo Ricardo Forster, de Carta Abierta, abrirán el fuego del debate con una mesa redonda que se hará hoy, a las 18:00, en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Según el diario 'La Nación, el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni iba a participar, pero a última hora canceló su asistencia por cuestiones de salud. Todos los panelistas son cercanos al kirchnerismo. La embestida comenzará con un formato académico. Pero la Casa Rosada buscará trasladarlo a la política en el mediano plazo, confían altas fuentes oficiales. La ofensiva se había insinuado desde enero. El vicepresidente Amado Boudou, además de los diputados Carlos Kunkel y Edgardo Depetri, había defendido la idea de una nueva reelección de Cristina en 2015. En febrero de 2011 lo había hecho la diputada Diana Conti. Pese a que negaron esa intención reeleccionista, muchos referentes sociales kirchneristas plantearon ayer la necesidad de una reforma de la Constitución: Pedro Wasiejko, de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (Fetia); Luis D'Elía, del Partido Miles, y Eduardo Sigal, del Frente Grande y la Fundación Acción para la Comunidad. Fuentes del bloque legislativo del Frente para la Victoria señalaron que "en algún momento ese debate se trasladará al Parlamento", con el aval de la primera mandataria y de su máximo operador en la cuestión constitucional, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Para declarar la necesidad de la reforma de la Constitución se requiere el voto de los dos tercios de los miembros del Congreso, tras lo cual se debe convocar a una convención constituyente. Hoy el oficialismo no los tiene. Pero este escollo podría superarse si en las elecciones legislativas de 2013 el kirchnerismo lograra aumentar el número de diputados y senadores, y si además consiguiera aliados entre bloques opositores. A eso apuesta la Presidente. No promoverán explícitamente una nueva reelección de la Presidenta. Zaffaroni y Ferreyra son partidarios de un cambio de sistema de gobierno, del presidencialismo al parlamentarismo al estilo de Alemania. En ese sistema, el jefe del gobierno es elegido por el Parlamento y puede ser reelegido en forma indefinida, aunque también puede ser removido ante una crisis política. En otras palabras, el mismo cambio de sistema de gobierno podría traer aparejada la posibilidad de una nueva reelección de Cristina aunque no se toque específicamente la cláusula que limita la reelección. Según Forster, "la reelección presidencial no es el meollo del debate de la reforma de la Constitución" sino que "lo que se quiere debatir es si esta Constitución se adapta a las reformas y transformaciones del país de estos años". Según los organizadores, el objetivo es iniciar una serie de debates que recorra todo el país. La misma estrategia se aplicó con la ley de medios audiovisuales.

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