domingo, 19 de febrero de 2012

SUBE O SIDE

Tarjeta SUBE o SIDE El sueño de Orwell se ha hecho realidad en Argentina. Gran Hermano está entre nosotros. En poco tiempo, quienes quieran viajar en los medios públicos de transporte deberán inexorablemente comprar su tarjeta SUBE. Para ello deberán concurrir munidos de su DNI a cualquiera de las sucursales de Oca, Andreani o Correo Argentino, donde llenarán un formulario en el que volcaran los siguientes datos de filiación: Apellido, Nombres, Tipo y Número de DNI, Teléfono, Domicilio con Calle y Número, Partido y Código Postal, y para entrar a la modernidad, también una dirección de correo electrónico. El SUBE otorgará graciosamente sólo una tarjeta por titular. Un chip de control ciudadano, ni más ni menos. (sigue...) Tracking Nation No somos un país ni con un exceso de control sobre los ciudadanos pero sin ninguna duda tampoco somos el país de las libertades en ese sentido, hay muchas formas y sistemas por los cuales somos controlados y constantemente investigados aun sin saberlo. Casi todo sistema de gobierno impone controles y seguimiento, en la mayoría de los casos como un sistema administrativo-fiscal, pero que de ahí en más, con diferentes argumentos, suma más y más sistemas paralelos de control. En un punto una cierta cantidad de sistemas de rastreos se pueden combinar y lograr un cruce de información, cuando todo eso funciona al unísono la privacidad desaparece en un instante. Pero ¿cuantos datos YA eran conocidos de cada uno de nosotros y no nos preocupaba? repasemos un poco antes de llegar a los últimos y conozcamos cuales son los nuevos, porque la tarjeta SUBE es apenas la punta del Iceberg llamado SIBIOS que busca recolectar toda la data biométrica de cada uno de los argentinos para uso de las fuerzas de "seguridad" sin ninguna garantía constitucional ni jurídica. No es para volverse paranoide tampoco, pero el que no sabe otorga y aquí lo importante es que nosotros sepamos tanto o más que los que nos vigilan. El registro El primer registro que hay de nuestra existencia es el certificado de nacimiento, un papel que no significa mucho desde la lógica porque cualquiera podría anotar allí cualquier cosa, pero sin embargo durante el resto de nuestras vidas resultará importante para muchos trámites. En el hospital mísmo donde nacemos queda asentado un registro, nuestro peso, altura y grupo sanguíneo serán parte de la información inicial, ese "encabezado" de datos que incluye el nombre de nuestros padres (que ya vienen de años de una larga lista de colección de datos) y el nuestro, la primer forma de identificarnos, el nombre, es todo un patrón en la paranoia. A los pocos días la mayoría de nosotros cuenta con el primer dígito identificador, el más importante en nuestro país, el DNI, Documento Nacional de Identidad, ese que aquí tomamos como "obvio" y nadie lo discute. A la mayoría de los Argentinos les sorprendería saber que en muchos otros países el DNI no existe. ¿Para qué quiere el estado tener identificado y catalogado a cada uno de nosotros? ¡que no se entrometa! así pues países como los EEUU no tienen un ID obligatorio desde el estado federal. Esto no significa que no existe, ojo, no se confundan, sólo que no es en la forma que nosotros conocemos que ya lo tenemos apenas somos niños. Durante tu infancia seguramente tendrás una historia clínica en el consultorio de tu pediatra, rara vez sobrevive, pero si te atendías en un hospital es probable que no desaparezca nunca, o si variaste mucho de lugares donde te atendías es probable que se pierda un registro válido. Apenas comenzás un jardín de infantes ya estás siendo catalogado, seleccionado y distribuído, entrás en un sistema, sos alumno de un instituto y por ende entrás en sus registros, luego el colegio, hasta un boletín de faltas tenés, tus notas, todo va a parar al Ministerio de Educación, tu primer ente regulador En la medida que vas creciendo tu nombre puede empezar a aparecer en más registros, que un club, una clase particular de algo, una agenda, empezás a aparecer en todos lados aun sin saberlo. Luego la renovación del DNI, ya adolescente tu rostro varía lo suficiente como para requerir que el gobierno tenga una nueva fotografía tuya, las huellas dactilares también una vez más, el N° de DNI es el mismo, se te permite crear tu primer firma, empezás el proceso de emancipación. A esta edad ya podés llegar a hacer algún viaje, aunque sea en bus, eso ya implica dar tus datos por primera vez a un medio de transporte, recuerden que a todo esto no incluí todavía Internet, básicamente les estoy contando la versión offline antes de llegar a la online. Con el tiempo puede llegar a suceder que logres viajar al exterior, pensemos en un país limítrofe que no tiene tantos controles por ser parte del Mercosur, salís con tus padres y si ibas a Uruguay, por ejemplo, cruzando en un Buquebús ya tu nombre, apellido y DNI aparecerá en el registro del barco, en un avión también y en aduanas muchas veces también (a veces los países limítrofes ni registran tu paso, supongamos que se hizo todo correctamente). A tu mayoría de edad ya probablemente tengas que suscribirte a alguna universidad, podría llegar a ser el tercer o cuarto (o más todavía) establecimiento de educación que abre un registro a tu nombre con tu DNI asociado. El Ministerio de Educación una vez más recibirá tus notas que en algún archivo habrán quedado. Tu primer trabajo y ya entrás en varios sistemas más, la AFIP, el ANSES, ahora empezás a pagar impuestos y eso es importantísimo para el fisco, necesitan saber más de vos y por suerte tu empleador le entregará toda la información que ya te preguntó antes en alguna entrevista o al empezar a trabajar, saben donde vivís, tu teléfono, edad, DNI, todo lo básico está allí. Tu nueva obra social empieza a registrarte, entran las autorizaciones para alguna orden del médico, más información sobre tus enfermedades o consultas, todo quedará en tu ficha, y si bien se dice que la historia clínica es privada cada vez que tenés que autorizar un tratamiento el pedido se hará por fuera de la mísma y lo verá una oficinista de la medicina prepaga o la obra social. Para pagarte el sueldo el estado le requiere a la empresa contratante que se te pague con tarjeta de débito, todo a costo del empleador, pero a cambio de tus datos. Esta tarjeta de débito será el primer tracking persecutorio que tendrás sin notarlo. Nadie lo nota. Cada cosa que pagues registrará varios datos, el monto, donde fue la transacción, que día, que hora. Si querés vivir con efectivo podrás hacerlo, cada vez que retires del cajero automático no sólo se registrará la transacción si no que probablemente se tome una imagen tuya de cuando lo hacés, por seguridad, por si te robaron la tarjeta. Pero para ello se inventaron las promociones, 25% de descuento comprando con débito el jueves a las 3 de la madrugada y habrá cola. El mover efectivo por la calle no le sirve al banco, quiere tener tu dinero para poder utilizarlo en otros negocios(ados) por ende más allá de tu privacidad, que poco le importa, retendrá tu dinero y te favorecerá el uso de la tarjeta. También te compraste tu primer teléfono celular, empezaste con uno con tarjeta prepaga por lo que no sólo te sentís falsamente liberado de costos superfluos (falsamente porque todo cuesta tan caro que es varias veces más costoso que una línea normal) pero también brindás tus datos completos, el nombre, dni y domicilio al menos. El tracking que comienza a partir de la bancarización y la telefonía te puedo asegurar que es total. Para comenzar, el teléfono celular constantemente verifica en qué celda está, necesita hacerlo para poder comunicarse y recibir llamadas, avisa constantemente su posición. No es perfecto, porque sólo necesita una celda para comunicarse por lo que triangular no es precisamente fácil, pero si estás perfectamente ubicado en un radio de 700 a 1000 metros. Cada movimiento que hacés, cuando cambiás de celda, queda registrado, si, así es, queda registrado TODO, tu posición, potencia del señal y obviamente a quién llamaste, por cuanto tiempo, cuando lo hiciste. Esto combinado con todos los datos que ya brindaste puede fácilmente dibujar un perfil de tu persona, hábitos de movimiento y de consumo, todo tu recorrido por la ciudad y otras provincias, todo grabado y registrado. Hasta ahora no estamos diciendo que todos esos datos los use alguien, tan sólo hablo de los registros, lo que queda asentado. Desde el lado impositivo la AFIP es una gran acumuladora de datos, pero no sólo eso, desde el registro automotor hasta el pasaporte, seguimos sumando una serie de documentos asociados a nuestra identidad bastante grande, al final de nuestras vidas, o más bien, antes de jubilarnos (después poco importa para la mayoría) hemos acumulado fojas y fojas de nuestra presencia en este mundo. En la mayoría de los casos... datos impositivos, de esta manera el sistema se cobra el dinero que necesita para investigarnos y para las demás cosas tal vez más importantes. Todo esto tal vez parezca innecesario y lo es en su gran mayoría, pero un tema que voy a tocar tangencialmente es el de robo de identidad, suficente motivo, para algunos, para controlar toda la información y el detalle de quienes somos. Hasta que no te roban la identidad no sabés lo jodido que es el tema. Ah, el banco, no me quiero olvidar, pero normalmente un ejecutivo de ventas ve hasta cuanto dinero tenés depositado, cuanto te entra de sueldo y así puede ofrecerte un crédito o una tarjeta "gold", claro, siempre respetando tu privacidad ¿no?

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