domingo, 30 de agosto de 2009

ESCANDALOSA HIPOCRESIA




En el día de ayer la presidente Cristina de Kirchner anunció que había mandado al Congreso el proyecto de nueva ley de radiodifusión. Hizo el anuncio en la Casa de Gobierno ante las ya conocidas caras de las personas que conforman su obsecuente claque personal, en la cual sus palabras fueron reiteradas veces aplaudidas.
Cientos de incondicionales reunidos expresamente para este propósito, festejaban en la Plaza de Mayo el anuncio presidencial.
Pero también lo hizo por la cadena nacional de radiodifusión, una nueva costumbre de la presidente, en donde su discurso referente al proyecto corrió una suerte totalmente distinta: prácticamente toda la oposición criticó fuertemente no solamente el proyecto, sino las infortunadas palabras de la mandataria.
El discurso fue esencialmente una muestra de cómo el gobierno tiene catalogado a los medios, la función de la prensa en general y lo inconveniente que es para su gestión.
Utilizó su permanente muletilla de la “guerra de los 70 y sus desaparecidos”. Llamó la atención que en su demagógica verba no mencionara también a los muertos en la Revolución Libertadora y a los de la “Semana Trágica de principios del año 1919”.
Algunos conceptos vertidos por la presidente son tan endebles fácilmente rebatibles por cualquier persona medianamente informada y con un mínimo de sensatez. Otros son totalmente equivocados o expresamente falsos o distorsionados.
Otros son correctos, pero escandalosamente hipócritas, por ser exactamente opuestos a lo que este gobierno practica sistemáticamente desde hace ya casi siete años.
El discurso de Cristina fue durísimo contra los multimedia y contra los periodistas en general. Verdaderamente lamentable y absolutamente reñidos con la que debe ser una democracia. Casi una incitación a la violencia contra las sedes de los principales medios.
No caben dudas que este proyecto se inscribe en el conflicto que el gobierno tiene con el grupo “Clarín” y que busca aumentar el control sobre los medios de comunicación en general.
Los medios constituyen el “cuarto poder” y tienen el rol de ser el contralor de los otros tres, denunciando las eventuales irregularidades y transgresiones y destacando los aciertos. Obviamente constituyen un grave escollo para los desvaríos del kirchnerismo.
De ser controlados por el gobierno, y en particular de este, autoritario, corrupto y hegemónico, seguramente se convertirá en un medio de manipulación del estrato de ciudadanos que componen la gran mayoría del país.
La radiodifusión actual se rige por una ley del gobierno militar, pero que a lo largo del tiempo, ha sufrido ya 170 modificaciones de gobiernos democráticos por lo cual no se visualiza el apuro para modificarla.
Pero la premura del gobierno para que se trate antes del recambio en el Congreso el 10 de diciembre, evidencia su mala fe ya que una ley de esta importancia, carecería de legitimidad con la actual composición del Parlamento al no respetar el mensaje de cambio expresado en el resultado de las urnas en los comicios del 28 de junio.
Es seguramente una de las leyes más importantes de los últimos tiempos por lo que no debería ser debatida ante un Congreso que ya no expresa la voluntad de los argentinos.
Esto seguramente lo saben los legisladores que terminan su mandato en esa fecha y por ende serían partícipes de otra chicana política, una más, del matrimonio presidencial.
Al respecto el titular de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, arzobispo Agustín Radrizzani manifestó que "Los medios de comunicación tienen un papel irreemplazable en la construcción de una Nación justa, en la que haya sitio para todos. Cada línea que se escribe, cada palabra que se dice, cada imagen que se genera, pueden contribuir, o no, a edificar entre toda esa sociedad justa a la que aspiramos", dice un texto el arzobispo. Pero agrega que debería ser analizada "después del 10 de diciembre".
El matrimonio real sigue los pasos de su aliado y benefactor, el dictador venezolano, Hugo Chavez. Dominando y disciplinando los medios saben que tiene el camino libre para afianzarse en el poder.
Una nueva torpe acción de los Kirchner que tensa aún más la cuerda entre el gobierno y la ciudadanía.
Otra muestra más de intolerancia y desprecio a la voluntad popular y de alimentación del cada vez más visible germen de la violencia política.

28-08-09 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

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