sábado, 29 de agosto de 2009
LA ÚLTIMA BATALLA DEL TUERTO
La última batalla de Kirchner en el poder
LUIS MAJUL
Néstor Kirchner cree que su futuro político y el de la Argentina dependen, en buena parte, del resultado final de su guerra más importante: la que viene librando contra el Grupo Clarín.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Hipercrítico). Kirchner, la presidenta y sus incondicionales viven días de euforia. Están seguros que el rompimiento del contrato de la AFA con Televisión Satelital Codificada fue un golpe tan duro para el multimedios, que podría afectar seriamente el futuro de todos sus negocios. De hecho, una fuente muy confiable reveló que Defensa de la Competencia ahora va por más: obligaría a Clarín a volver atrás con la fusión entre Cablevisión y Multicanal, lo que debilitaría aún más su posición en el mercado del cable.
-Con esto no necesitamos ni siquiera discutir la Ley de Radiodifusión, porque lo del fútbol y lo del cable terminaría, de hecho, con el monopolio más poderoso de la Argentina- explicó una fuente que está en el medio de las negociaciones.
Ni la fuente ni Kirchner tienen ganas de recordar que fue el propio ex presidente, antes de terminar su mandato, el que renovó las licencias de la mayoría de las radios y los canales de televisión del país.
La elección del enemigo
El método de acumulación política de Kirchner es siempre el mismo. Elige un enemigo, lo demoniza, lo enfrenta y se presenta como el héroe bueno que pelea para derrotar al malo.
Lo hizo al principio de su gestión, cuando utilizó la cadena nacional para denunciar que los miembros más impresentables de la Corte Suprema de Justicia intentaban extorsionarlo.
-Ese día, el conflicto con la Corte parió un Presidente- recordó un ministro que lo acompañó durante su primer mandato y que también integró el primer gabinete de Cristina.
La elección del enemigo no pudo ser mejor: la Corte menemista de mayoría automática, amiga de la transa y del poder.
Lo siguió haciendo cuando decidió enfrentar al ex presidente Eduardo Duhalde, con la excusa de que para ejercer el poder debía vencer a lo peor del peronismo y a los intendentes del conurbano.
Cuando Juan Carlos Blumberg se le paró enfrente para encabezar el reclamo por más seguridad, al principio el ex presidente no supo cómo reaccionar. Pero con el tiempo lo supo neutralizar, y para eso no dudó en agregar una enorme foto de Axel Blumberg en su escritorio de Jefe de Estado.
Néstor se empezó a equivocar de enemigo en 2007, cuando decidió prolongar el conflicto docente en Santa Cruz después de un incorrecto análisis político.
-El problema es que jamás reconoció su error, porque las elecciones siguientes, en la provincia, las ganó igual el Frente para la Victoria- recordó el ex ministro.
Sin embargo, la verdadera pérdida de su olfato político sucedió durante el conflicto con el campo.
Fue cuando Kirchner confundió a los chacareros y productores con los latifundistas improductivos de la patagonia.
- Pensó, equivocadamente, que así como la Corte lo había parido un Presidente, la pelea con el campo iba a parir a una Presidenta- contó uno de los ministros que, por esos días, más lo sufrió.
Ahora el ex presidente en ejercicio jugó todo su capital político en contra del Grupo Clarín.
Lo hizo después de años de disfrutarlo y de soportarlo.
Lo eligió como enemigo hace ya un tiempo, luego de implementar los mismos métodos de seducción que ensayó con otros grupos económicos y hombres de negocios.
Un mes antes de las últimas elecciones en las que cayó derrotado, Kirchner diagnosticó que ningún presidente argentino podría gobernar con plenas facultades si no se corregía el desequilibrio que representaba una tapa de Clarín.
Ahora que le propinó la primera estocada, siente que debe ir por más.
Piensa que no es suficiente plantear la pelea en los maniqueístas términos de: fútbol gratis para todos versus monopolio malo para el negocio de unos pocos.
Prepara un plan de demonización sistemático, capaz de hacer mucho más daño que la frase suelta:
-¿Qué te pasa, Clarín, estás nervioso?
La pregunta del millón es cómo recibirá la mayoría de la sociedad semejante movida.
Por ahora Clarín sigue vendiendo diarios, Radio Mitre se sigue escuchando y Todo Noticias y Canal 13 continúan siendo vistos por millones de argentinos en todo el país, ajenos a la última batalla de Kirchner en el poder.
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