sábado, 29 de agosto de 2009
KIRCHNER
La Nueva Provincia - 29-Ago-09 - Opinión
Se puede y se debe, en materia de conducción política, ser férreo, ser pertinaz, y aún ser obcecado si la situación lo pide. De desdeñar en parte la realidad para mejorarla y no de adaptarse pasivamente a ella se trata, después de todo, la faena del político cuando quiere ser faena con mayúscula y no tan solo profesión y tráfico de influencia.
Mas la vocación de corregir la realidad no exime de reconocer que ésta existe, que está ahí, ni es excusa para mentir diciendo que no está. Precisamente porque no podemos corregirla es que a veces mentimos y elegimos insuflar en nuestras palabras lo que no podemos insuflar en los hechos.
Decir, por ejemplo, que en las últimas elecciones convalidaron los votantes el modelo que impulsa el gobierno, cuando el 70 por ciento de ellos hizo todo lo contrario, no es corregir la realidad ni mejorarla sino desfigurarla. No siempre fracasar es mentir, pero siempre que se miente es porque se fracasa. Todo está en saber si quien antepone las frases a los hechos no terminara por anteponer, cada día más, sus caprichos a su faena.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario