domingo, 28 de febrero de 2010

PRESIDENCIABLES


SE MULTIPLICAN LOS PRESIDENCIABLES EN EL PERONISMO

Por Carlos Tórtora

“Kirchner sigue bajando en las encuestas y tiene cada vez más problemas de salud. Reutemann no soporta la idea de bancarse una campaña electoral. Duhalde tiene problemas para reducir los números de su imagen negativa y De Narváez no sabe si alguna vez la justicia lo habilitará para ser candidato a presidente”. De este modo graficaba un senador peronista los interrogantes que pesan en la dirigencia peronista. Con este cuadro y con encuestas que convergen en señalar cierto estancamiento de las principales figuras, es que aparecen nuevos presidenciables. Para empezar, el kirchnerismo ya tiene tres precandidatos: el propio Kirchner, Daniel Scioli y el salteño Juan Manuel Urtubey. Este último intenta aparecer como el recambio generacional, reivindicando el modelo iniciado en el 2003. Scioli, en cambio, tiende a dar vuelta la página. Su alianza con el oscilante Presidente Provisional del Senado, Juan José Pampuro, y con Sergio Massa lo ubica más cerca de pactar con Duhalde y con los gordos del sindicalismo. En el menú del poskirchnerismo hay otro tapado y es el gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, que gracias al auge de la minería dispondría ahora de una caja multimillonaria para la política. Cultor del perfil bajo, Gioja también estaría preparando su lanzamiento, con vistas a quedar bien posicionado para aspirar a la vicepresidencia. Ante la incredulidad generalizada de que su candidatura sea viable, Kirchner optó por el mal menor. Esto es, dejar que aparezcan tres, cuatro o cinco aspirantes a heredarlo y manejar este juego alentando o desalentando a unos y otros.

En la otra vereda

El florecimiento de candidaturas en el kirchnerismo es un factor inquietante en el PJ disidente. Una cosa es polarizar con Kirchner y entonces las aguas se dividen claramente. Y otra muy distinta es hablar de Urtubey, Scioli o Gioja, que hasta podrían integrar una fórmula con Duhalde o Reutemann. El otro postulante en pugna, Mario Das Neves, está a punto de poner a funcionar su propio aparato político en Capital, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Allegados al chubutense aseguran que su objetivo real es ser el vice del candidato más fuerte, pero que antes debe, como es de práctica, presionar todo lo posible presentándose como presidenciable.

No hay que olvidar que Felipe Solá hace reserva también de sus aspiraciones, aunque los números por ahora no lo ayudan.

En el segundo semestre se definiría el plan A o B

Varios de los estrategas de campaña coinciden en que esta anarquía de candidaturas puede continuar hasta julio-agosto próximo. Para ese entonces el curso de la economía ya se iría definiendo. Si la inflación se espiraliza y la conflictividad social se desborda, se instalaría fuerte la idea del adelantamiento de las elecciones para los primeros meses del año que viene. Entonces empezarían a tejerse alianzas y el número de candidatos peronistas se iría reduciendo. Si en cambio el gobierno logra atenuar la inflación y la desconfianza, con un año más hasta las internas abiertas, el festival de candidaturas en marcha podría tener cada vez más participantes.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Carlos Tortora por gentileza del Informador Público

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