sábado, 13 de agosto de 2011
PERDIÓ EL BAÑERO
LE GANAMOS LA PULSEADA AL BAÑERO- PRESIDENTE DE MESA QUE RETIRE LAS BOLETAS DE COMPROMISO FEDERAL PUEDE IR PRESO POR LA LEY ELECTORAL
El cristinismo en crisis
Candidatura a gobernador: Adolfo Rodríguez Saá le ganó un round a Duhalde.
Por Carlos Tórtora para el Informador Público
En el Olimpo oficial, que CFK no alcance este domingo el 40% de los votos sería el comienzo automático de un temporal. Unos cuantos dirigentes K hacen fila para culpar al monje negro del gobierno, Carlos Zannini, por la pérdida de votos peronistas que podría generar la estrategia seguida de redactar las listas de candidatos manu militari. Mientras tanto, se acumulan los heridos. Juan Carlos Mazzón, hasta dos meses atrás el operador estrella, luce ahora golpeado por su fracaso en seducir a Carlos Reutemann para que se fotografiara con la presidente. Exiliado Juan Manuel Abal Medina por sus numerosos desaciertos, crece ahora la figura de Florencio Randazzo, que cuenta con la ventaja de tener mejores relaciones con la dirigencia del PJ que los integrantes del entorno cristinista. Y también la voz de Horacio Verbitsky se escucha cada vez más, en un contexto donde no sobran las ideas.
A todo esto, las discusiones en el círculo íntimo de la presidente habrían generado episodios de extrema tensión y refieren que dos semanas atrás se produjo un altercado en el que Máximo Kirchner habría golpeado a Zannini.
Recuento de votos mediante, en Olivos estarán obligados a redefinir la semana que viene la estrategia a seguir para la primera vuelta. Fuentes del Frente para la Victoria deslizan que a Cristina le agradaría hacer campaña demostrando que la crisis internacional, gracias a la sabiduría del gobierno, no se hace sentir en la geografía nacional, al menos por ahora. Pero a su alrededor crece la convicción de que, si el domingo se verifica una rebelión electoral importante de sectores peronistas de Buenos Aires y Santa Fe, a la presidente no le quedaría más remedio que peronizar su campaña usando a Perón, Evita, toda la simbología partidaria y las figuras de los gobernadores del PJ, incluyendo también a la marginada CGT. Por lo pronto, la cúpula del cristinismo niega que esto vaya a ocurrir y cree que el vuelco hacia Eduardo Duhalde será menos que moderado. En lo concreto, una consultora al servicio del gobierno ya habría avanzado en el diseño final de la campaña negra contra Ricardo Alfonsín, que según los cálculos oficiales sería el adversario principal en la primera vuelta. De ser así, la peronización de la campaña pasaría por escarbar en la antinomia radicalismo-justicialismo, tratando de implantar en el electorado peronista el rechazo a votar por el apellido Alfonsín.
Las guerras opositoras
Mientras tanto, en la oposición se están exacerbando las tensiones que dificultarán el diálogo después del domingo. Elisa Carrió les anticipó a sus allegados que se opondrá públicamente a las inevitables negociaciones entre Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín. Éste, a su vez, está molesto con Hermes Binner, que le está restando votos en los sectores progresistas argumentando que el acercamiento radical a Francisco de Narváez es inaceptable.
Pero el episodio políticamente más cruento es la prolongación de la interna del ex Peronismo Federal entre los Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde. Los apoderados del Frente Popular, Orlando Caporal y Daniel Omar Herrera, habían impugnado la candidatura a gobernador de Buenos Aires de Adolfo Rodríguez Saá, por haberse presentado simultáneamente como candidato a gobernador por San Luis. La Junta Electoral bonaerense hizo lugar al planteo y les ordenó a los presidentes de mesa que retiren la boleta de los lugares de votación. Rodríguez Saá recurrió entonces ante el Juez Federal Manuel Blanco y éste se pronunció a favor del puntano con un argumento formal: las boletas ya fueron distribuidas a las 31.519 mesas y es materialmente imposible separar el cuerpo de boleta para gobernador y vice que está unido en una sábana a las candidaturas provinciales, por un lado, y a las nacionales, por el otro. En consecuencia, el voto a Rodríguez Saá será válido. Pero esta escaramuza tiene un significado que va más allá del papeleo judicial. Duhalde y los Rodríguez Saá se disputan prácticamente la misma franja de votos peronistas antikirchneristas. El primero necesitaría que los puntanos tengan mañana una escasa recaudación de votos, para que entonces sus seguidores se pasen masivamente al Frente Popular en el camino a la primera vuelta. De no lograrlo, el duhaldismo tendría muy poco espacio para crecer, salvo que Mauricio Macri cambie su actual ausencia -muy favorable a CFK- por un
rotundo pronunciamiento a favor del ex presidente.
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