domingo, 28 de agosto de 2011
RODRIGUEZ SAA: LA ALTERNATIVA
Por qué Binner y Rodríguez Saá ya desplazan a Alfonsín y Duhalde
Entre otros motivos, por las discusiones internas en el radicalismo; y por la inútil pérdida de tiempo de los candidatos presidenciales bonaerenses en reclamar por sospechas de fraude en las primarias.
Por Pedro Noel Romero, de la redacción de NOVA.
La mayoría de los encuestadores que están procesando datos y sondeos realizados tras la notable diferencia que consiguió Cristina Fernández de Kirchner sobre sus seguidores el último 14 de agosto, coinciden en anticipar –aún en voz baja- que Hermes Binner ya desplazó a Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde en las preferencias del electorado de cara a los comicios presidenciales del 23 de octubre.
Un poco más abajo del mandatario santafecino, crece también en los sondeos el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá.
Son varios los motivos que justifican esta percepción que tienen los analistas y el periodismo en general, pero sobresale el de las discusiones que generan un cimbronazo en la Unión Cívica Radical puertas adentro de la estructura partidaria, más allá de que existiría un virtual pacto de no agresión para no dañar más al partido cuando restan menos de dos meses para la elección presidencial.
Además, se da cuenta de la inútil pérdida de tiempo de Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde y la dirigencia de segunda línea que acompañan a ambos candidatos en reclamar por sospechas de fraude en las internas abiertas cuando el kirchnerismo les asestó un mazazo con una diferencia de 38 puntos por la candidatura presidencial.
Léase bien. En nuestros panoramas nunca titulamos que ganó CFK porque no estuvo en juego la reelección de la mandataria el 14 de agosto pasado sino la posibilidad que tuvieron todos los candidatos de los diferentes partidos políticos de superar el mínimo exigido (1,5 por ciento de los votos) para poder dar la pelea en las urnas el 23 de octubre. Esa noche, tras la jornada de elecciones presidenciales se sabrá si la jefa de Estado ratifica el resultado de las elecciones primarias.
Si sonaron irrisorias aquellas quejas de Elisa Carrió tras los comicios del 2007 cuando CFK le había sacado 24 puntos de ventaja, suenan mucho más ridículos los reclamos de radicales y peronistas (del duhaldismo) y hasta se exhibió patética y fuera de sus cabales Hilda González de Duhalde la semana pasada cuando pretendió hacer creer a la opinión pública que en realidad el Frente para la Victoria apenas si habría acariciado el 40 por ciento de los votos...
Disparates como el de Chiche Duhalde y la diáspora que existe en la UCR desde que Alfonsín se alió con Francisco De Narváez para jugar un partido de espaldas a los afiliados y a la ideología partidaria terminan por llevar agua para el molino del candidato que resultó menos perjudicado por el resultado de dos semanas atrás.
Ya se dijo en anteriores panoramas que el gobernador santafecino realizó una austera campaña proselitista y en sólo 45 días logró superar el 10 por ciento en las preferencias del electorado con una importante cosecha de votos sobre todo en Santa Fe, Capital Federal y Córdoba.
El Frente Amplio Progresista que nuclea al Partido Socialista, el GEN de Margarita Stolbizer y el Partido Nuevo y frente Cívico de Luis Juez, obtuvo más del 10 por ciento sin contar con la estructura partidaria –aparatos- con que cuentan el alfonsinismo y el duhaldismo en la provincia de Buenos Aires; y sin hacer mucho ruido, los dirigentes que secundan a Binner aseguran que, como mínimo, piensan y trabajan para doblar el porcentaje de votos cosechado en la elección primaria.
La UCR y el duhaldismo deben de forma inmediata evaluar la estrategia más acorde que les permita recuperar espacios perdidos y sobre todo deberían escaparle a la onda negativa –son yeta- y destructiva en la que están embarcados los medios hegemónicos (Clarín, La Nación, Perfil) desde que irrumpió en el escenario político la nueva ley de medios.
Si quedan entrampados en medio de la puja que mantiene el empresariado de los medios y el gobierno el resultado será inevitablemente más catastrófico que el cosechado en agosto y cada punto que cedan de aquel exiguo 12 por ciento que obtuvieron irán a parar a las arcas de Binner más que de Rodríguez Saá, que pese a los números por encima del 8 por ciento que acaba de lograr no suma más que el Frente Amplio Progresista en los grandes conglomerados, salvo en Córdoba
Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio. En la UCR intentan bajar los decibeles que generaron los fríos números de las primarias y deben pensar la forma de volver a encantar a su electorado. Aunque pareciera tarde para arrepentirse de acuerdos como el sellado con De Narváez que había asemejado a la compra de espejitos de colores y resultó eso, un fiasco en las urnas.
No hay más espacio para pérdidas de tiempo estéril. Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde tienen en sus manos la posibilidad de salvar la ropa y el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, la obligación y responsabilidad de mantener en pie a la UCR que perdió mil batallas en más de 100 años de historia pero hoy no puede darse el lujo de retroceder al 2,3 por ciento que cosechó Leopoldo Moreau en el 2003.
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