lunes, 11 de febrero de 2013
BENEDICTO XVI, UN ACTO DE AMOR Y PRUDENCIA
Si bien es momento de silencio y reflexión, el impacto de la renuncia del Papa es demasiado grande para no dedicarle tres líneas
Prudencia de abrir una sucesión ordenada en lugar de una imprevista por fallecimiento o imposibilidad física y amor a la Iglesia y sus hijos, a quienes protegio de un seguro megaescandalo de versiones y presiones.
Con muy pocas palabras al decir cotidiano de la calle pateó el tablero y les rompioó el proyecto a los que se aprestaban en nombre de la diosa razón y la modernidad a dar el asalto final a la Iglesia.
El Espíruto Santo, Dios y tercera Persona de la Santísima Trinidad inspiran sus decisiones.
Lo hecho hecho está por el que gobierna el mundo y no tiene error.
Tan prudente que no es desde hoy sino desde el 28 de febrero, hasta donde continuará firmemente con las riendas en sus manos.
Por sobre todas las especulaciones y las que vendrán seguiremos firmes en nuestras convicciones: SEMPER FIDELIS y lo ESCRITO ESCRITO ESTÁ Solo pido para todos los amigos lectores y para mi, la necesaria humildad y prudencia. No queda nada por decir, esta todo dicho, no hay lugar para anuncios ni profesías, está todo escrito.
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