martes, 12 de febrero de 2013

TARDE O TEMPRANO, LA ECONOMÍA PONE LOS LÍMITES

¿Qué hago con lo que tengo? y/o ¿qué va a pasar con el dólar? y/o ¿cuándo colapsará todo esto? son preguntas que me hacen en los últimos tiempos. Siempre respondo lo mismo: no soy adivino, porque en la Argentina lo imprevisible y lo inestable es lo usual. De todos modos, podemos prever algunas cosas porque el mercado tiene ciertas reglas que, tarde o temprano, siempre se cumplen. por Enrico Udenio http://www.losanteojosdeltata.com.ar/noticias_detalle.php?id=1292&titulo=tarde+o+temprano%2C+la+econom%CDa+pone+los+l%CDmites Como en la Argentina los políticos son expertos en ignorarlas y en desafiarlas, sucede lo que estamos viendo desde hace cinco años: pérdida del respaldo real que había para sostener el peso; falsificación de las estadísticas nacionales sobre el desempleo, pobreza, PBI, costo de vida y demás datos; incremento desmesurado del empleo estatal; apropiación del dinero de los jubilados y del Banco Central para incentivar un consumo forzoso y para sostener gastos y subsidios cada vez mayores; atraso cambiario y pérdida de competencia industrial; colapso energético y de los transportes; apropiación ilegal de YPF con la terrible consecuencia que esto produjo sobre las inversiones en el país; desaforada emisión de moneda para cubrir el agujero fiscal; provincias nuevamente al borde la quiebra; cepo cambiario, congelamiento de precios… en fin, a veces sorprende cuando los fanáticos K dicen que los economistas liberales pronosticaban desastres y no pasó nada. ¿? ¿A qué asociarán la palabra desastre? ¿De qué se trata entonces todo lo que sucedió hasta ahora? Como la gran mayoría de la oposición política fue incapaz de confrontar a los Kirchner, vez más en la historia del país llegó el día en que el límite a los desajustes y el descontrol de su “modelo” lo pusieron el mercado y la economía. Es que el mercado somos todos nosotros y la economía central de un país es la economía familiar. La lógica detrás del funcionamiento económico del hombre y la familia es siempre una: su supervivencia gracias al resguardo de bienes. Desde hace casi tres siglos que este sistema no se ha modificado y es muy probable que continúe así por mucho más tiempo. LAS OPCIONES DEL ARGENTINO MEDIO Quienes detentan grandes fortunas tienen muchas variables para resguardar sus bienes, pero no sucede lo mismo cuando la economía es más restringida. En ese caso no existen demasiadas opciones. Veamos las principales: 1) ¿Nos quedamos con nuestros pesos viendo cómo se devalúan aceleradamente… o nos pasamos a otra moneda u otro valor de cambio –como es el caso del euro- aunque también se devalúen? 2) ¿Convertimos nuestros pesos en bienes inmuebles o en bienes consumibles? Mi respuesta es: A) Cualquier opción es buena antes de conservar el peso argentino. No son recomendables la compra de bonos nacionales o provinciales, ni los plazos fijos en los bancos pues pagan entre un 12 y un 15% anual mientras la inflación supera el 25%. B) Hay que tener en cuenta que, si bien es obvio que la pérdida de valor del dólar o el euro es mucho más baja y lenta que la del peso, conviene comprarlos a sabiendas de que no hay que guardarlos por demasiado tiempo en “el colchón”. Es conveniente reinvertirlos dentro del lapso de un año. C) Desde ya, los metales preciosos, liderados por el oro y la plata, son un buen reaseguro del patrimonio con probabilidades, incluso, de obtener algún beneficio, pero comprar metales en la Argentina, luego del cepo cambiario, se convirtió en una misión muy difícil e insegura (no es sencillo confirmar la calidad del metal adquirido). D) Respecto a consumir bienes de uso como, por ejemplo, artículos del hogar, computación o automóviles, no lo aconsejo a pesar de que muchos optaron por esta alternativa aprovechando las tasas negativas y el dólar oficial. Hay que evitar la tentación porque consumir este tipo de bienes durables es cada día que pasa más peligroso porque llegará el momento en que el modelo “colapsará” y se necesitarán contar con bienes que conserven mejor su valor –como es el caso de las propiedades inmuebles o los metales preciosos o el efectivo guardado en dólares.

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