jueves, 14 de febrero de 2013

TERREMOTO PAPAL

El 17/12 Benedicto XVI decidió provocar el terremoto Benedicto XVI decidió renunciar al papado el lunes 17/12/2012, tras recibir un nuevo informe sobre el escándalo "Vatileaks" de la fuga de documentos oficiales del Vaticano, que desvelaba una "fuerte resistencia" en la Curia romana (congregaciones, tribunales y oficios que trabajan con el Papa) a las medidas de transparencia que él mismo había pedido, de acuerdo a la revista italiana Panorama. “Pienso en particular en los atentados contra la unidad de la Iglesia y en las divisiones en el cuerpo eclesial”, añadió el Papa, quien agregó que hay que vivir la Cuaresma de una manera intensa, superando “individualismos y rivalidades”. Según la reconstrucción de Panorama, semanario del grupo Mondadori, propiedad de la familia Berlusconi (Marina Berlusconi, hija de Silvio, preside el Consiglio di Amministrazione), fue el lunes 17/12/2012 cuando Benedicto XVI recibió a los 3 cardenales que había nombrado para investigar la fuga de sus documentos personales y del Vaticano, publicados en el libro escándalo "Sua Santita", del italiano Gianluigi Luzzi, y llevaron a la detención y condena del mayordomo de papa, Paolo Gabriele . Los miembros de esa comisión fueron los cardenales > Julián Herranz, español, de 82 años; > Salvatore De Giorgi, italiano, de 82 años, y > Jozef Tomko, eslovaco, de 88 años, quienes interrogaron a una treintena de personas del Vaticano. Los 3 le presentaron un amplio volumen lleno de documentación, entrevistas e interrogatorios, que desvelaban -siempre según el semanario de mayor venta en Italia y que en éste caso debe incluir la mención de la relación estrecha que hay entre Berlusconi y el Vaticano- una "extendida resistencia en la Curia al cambio y muchos obstáculos a las acciones pedidas por el papa para promover la transparencia". Según el semanario, el Papa quedó "muy impresionado" con los informes y sólo tuvo fuerzas para contárselo a su hermano, Georg. "Admitió, tal vez por primera vez, haber descubierto una cara de la Curia vaticana que jamás había imaginado. Antes de Navidad comenzó a pensar seriamente en su dimisión", señala Panorama, en el extracto publicado por los medios italianos 24 horas antes de la puesta en circulación de la edición de la revista. Benedicto XVI, de casi 86 años, aseguró a los fieles que ha renunciado al Pontificado "en plena libertad por el bien de la Iglesia" y tras constatar que "le faltan las fuerzas necesarias para ejercer con el vigor necesario el ministerio petrino" (el papado). También, en su última misa multitudinaria destacó la importancia del testimonio de fe y vida cristiana de cada uno de los seguidores de Cristo para mostrar la verdadera cara de la Iglesia. El anciano pontífice añadió que, sin embargo, muchas veces ese rostro "aparece desfigurado". "Pienso en particular en los atentados contra la unidad de la Iglesia y en las divisiones en el cuerpo eclesial", añadió el papa, quien agregó que hay que vivir la Cuaresma de una manera intensa, superando "individualismos y rivalidades". El Vaticano mantiene que el papa ha renunciado sólo porque se ha dado cuenta de que le faltan las fuerzas para llevar adelante su labor. Según el director del diario vaticano "L'Osservatore Romano", Gian María Vían, Benedicto XVI había tomado la decisión de renunciar al papado hace ya mucho tiempo, tras el viaje a México y Cuba en marzo del pasado año, debido a su avanzada edad. Mensaje papal El miércoles 14/02, en una basílica de San Pedro del Vaticano repleta de fieles, el papa Ratzinger ofició la misa del Miércoles de Ceniza, que abre la Cuaresma, y destacó la importancia del testimonio de fe y vida cristiana de cada uno de los seguidores de Cristo para mostrar la verdadera cara de la Iglesia, que muchas veces “aparece desfigurada”. “Pienso en particular en los atentados contra la unidad de la Iglesia y en las divisiones en el cuerpo eclesial”, añadió el Papa, quien agregó que hay que vivir la Cuaresma de una manera intensa, superando “individualismos y rivalidades”. Benedicto XVI también dijo que Jesús denunció la “hipocresía religiosa, el comportamiento de quienes buscan el aplauso y la aprobación del público”. “El verdadero discípulo no sirve a sí mismo o al público, sino a su Señor, de manera sencilla, simple y generosa”, subrayó el Papa, quien añadió que el testimonio del cristiano será más incisivo cuanto menos busque la gloria. Benedicto XVI se refirió a su decisión de dar un paso al costado. “Las circunstancias han sugerido que nos reunamos en torno a la tumba de San Pedro para pedir por la Iglesia en este particular momento, renovando nuestra fe en Cristo. Para mí es la ocasión para agradecer a todos cuando me dispongo a concluir mi ministerio y para pedirles que me tengan en sus plegarias”. Ambiente difícil Cuando Benedicto XVI anunció su renuncia el lunes 11/02, en ese consistorio estaba el cardenal Walter Kasper, de relación personal con Joseph Ratzinger desde hace medio siglo. No hace mucho estuvo cenando con él, oportunidad en que él notó la gran caída física producida en el Papa. Alemán, nacido en 1933, él es presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.El miércoles 13/02, Kasper mantuvo una conversación con la sección alemana de Radio Vaticana. "Al principio nos quedamos todos completamente perplejos y sorprendidos -relata-. Se hizo un silencio y no sabíamos qué decir. Naturalmente, había respeto por la decisión. Hay que reconocer que es también un signo de grandeza cuando se articula y se habla de la propia debilidad física, cuando se dice que ya no se está en condiciones de ejercer el cargo de la manera que uno mismo espera. Esa humildad y esa grandeza fue reconocida". Pero, en seguida, "en conversaciones con algunos cardenales, salía el comentario de que se trata de una ruptura en la historia del Papado, que tendría consecuencias en el próximo Pontificado. No quiero decir que sentará precedente, pero se cambia la manera de ver el Papado, lo desacraliza en cierto sentido. Y convierte el cargo de alguna manera también en algo humano, pone de manifiesto claramente que detrás está un hombre que se hace mayor y que tiene que luchar contra los inconvenientes de la vejez. Se ha abierto una nueva fase del Papado". Sobre el ambiente ahora en el Vaticano, sostiene Casper: "Es todavía como después de un terremoto, y tras un terremoto hay en primer lugar silencio. Se espera a lo que viene. Pero después viene la reflexión, la que lleva cada cardenal que participe en el cónclave. ¿Por quién me decido? No hay nadie que aparezca como el sucesor nato". El cardenal Kasper no ha cumplido aún los 80 años y, por lo tanto, será elector del próximo Papa.

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