martes, 12 de febrero de 2013

PACTO CON EL DIABLO

Entre el pacto con el diablo y la ilusión monetaria Por: Humberto Bonanata Si alguno de los lectores al cerrar sus ojos logra imaginar en un instante a la actual primer mandataria colocando la banda presidencial en 2015 a un candidato no kirchnerista, seguramente tendrá en su instintos una alta dosis de vidente. Si al ciudadano común se le hiciera esta pregunta, difícilmente lograría visualizarlo. Dentro de un régimen despótico muchas cosas pueden imaginarse sin cerrar los ojos: la prepotencia; la mentira; la sinrazón; la negación de la realidad por autoconvencimiento neurótico; la mentira como único mecanismo de su continuidad; la utilización de la pobreza como mercancía demagógica y… hasta pactar con el diablo, en este caso llamado islamismo mesiánico de Irán. Si alguno de los argentinos o cualquier ciudadano del mundo que lloró el estrago doloso cometido contra nuestros compatriotas por el fundamentalismo iraní durante la permisiva presidencia del senador kirchnerista Carlos Menem, el 18 de julio de 1994, hubiera pensado que una asociación ilícita llamada kirchnerato renegaría del principio constitucional de territorialidad de la ley y conminaría a sus súbditos legisladores a votar una ignominia de trascendencia internacional hubiera caído en las causales de inimputabilidad del art. 152 bis del Código Civil o del art. 34 del Código Penal al destacar la carencia de discernimiento, intención y libertad del autor de un delito. En el caso que nos ocupa, y trascenderá nuestras vidas terrenales, el gobierno argentino cede ante la inobjetable realidad del lugar de comisión del delito no para solicitar un arbitraje internacional frente a Irán como autores intelectuales del estrago. Cede ante los asesinos para continuar ocultando a los verdaderos autores del delito y entrega su soberanía política para que la causa del atentado nunca logre ser justa y resuelta conforme a derecho. Algo similar al entorpecimiento de pruebas potenciado durante el menemato. C.F.K., en un intervalo no lúcido de su bipolaridad twittera, sugirió sobre los supuestos cómplices del atentado expresada por el titular de la A.M.I.A., Guillermo Borger:”… ?@CFKArgentina. Está claro q nunca podrían ser los países firmantes. Serían quienes se oponen al acuerdo? Países, personas, servicios d inteligencia? Quiénes? ¡No sea cosa, señora PresidentA, que algún mal intencionado suponga un acuerdo espurio entre los regímenes kirchneristas e islamistas!!!!! Como este gobierno sólo comprende su propia sinrazón al ver en las calles la razón de los demás, seremos miles quienes este jueves 14 de febrero a las 19.00 hrs. Nos demos cita frente al Museo del Holocausto (Montevideo 919) de la Capital Federal para hacerle comprender el oprobio ciudadano ante su necedad. Tras este oscuro tema que nos debe sacudir como sociedad toda, “el Plan Federal” de reforma monetaria pasa a un lejano segundo plano, no porque no se encuentre en estudio su implementación antes del día 61 (2 de abril) cuando caduque el frágil corsé del control de precios impuesto por Guillermo “Diocleciano” Moreno, sino porque será una mera “cosmética de alta complejidad” frente a la “cirugía mayor” que requiere la sanidad de nuestra economía. Será una copia desprolija del “Plan Austral” para tratar de crear en los pocos meses que restan a las primarias de agosto y legislativas de octubre una ilusión monetaria de un papel pintado con un cero menos y una supuesta flotación sucia de un dólar que largará “recontra-alto”, por recordar a Guido Di Tella, equivalente a 10 pesos de hoy o un futuro federal de 1 a 1, para causar el efecto de shock anti-inflacionario al recomprar dólares que naturalmente la población cambiaría por el “federal” para así lograr estabilizarlo mediante “flotación sucia” o dirigida por el B.C.R.A. en una banda que oscile entre los $ 7,50 a $8,30 (0,75 a 0,83 federales); liberar todo cepo cambiario como síntoma de estabilidad y permitir la liquidación de exportaciones a valores altamente superiores a la ficticia conversión oficial de 5 a 1 peso por dólar. No debemos caer en la trampa de los espejos de colores que se les cambiaban a los indios por oro. El “Plan Federal” no será un verdadero plan de ajuste como requiera nuestra macro-economía sino un “caballito llamador” para recuperar votos de la clase media, hoy irrecuperables. La opción bolivariana ha quedado descartada ante el rotundo fracaso de la mentira chavista que debió recurrir para licuar gasto público excesivo en una macro devaluación del 45,6% a fines de la semana pasada, que alcanza al 193% desde 2011 en que el dictador caribeño instaló el “bolívar convertible” con el final ya conocido por todos, especialmente por los venezolanos. La única verdad es la realidad, decían Aristóteles y Perón: ¡qué razón tenían los viejos pensadores!

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