KRISTINA NO ME DEFRAUDÓ

Señora, Ud. NO me defraudó

Esperé que dijera lo que dijo. Que dividiera, que marcase fronteras entre argentinos, que siguiera ciega a la realidad, que se desentendiera del pueblo. Ud. lo hizo. Kirchner lo hizo.

Por Juan Carlos Sánchez


Me sorprendió el final pero le faltó director a la tragedia. Ud. y su equipo saben de comedias. Esa especie de humildad para la pantalla pidiendo diálogo no convenció, menos aún con los chicos de Moyano, D’elía y Pérsico trabajando de mediadores a tiempo completo.

Todo lo demás es tal cual Ud. misma lo dijo, copia lo anterior, nada novedoso: La reflexión setentista, la auto referencia familiar innecesaria (todos sabemos que ud. es Kirchner), la profundización de la brecha con la oposición, la memoria de los ’70 y los ’90, el estilo maestra. Sorprendente la nueva división: Entre rubios de ojos claros y negros. Nada peronista. Y que Ud. se defina peronista mientras levanta paredes en lugar de construir puentes. El peronismo nunca planteó la lucha de clases, es cierto, Ud. lo dijo, el “Che”, Fidel, Hugo sí, ellos no son peronistas. Ud. y su mandante y esposo tampoco. Uds. avalan el diálogo en democracia apuntando al otro con una pistola en la cabeza. Uds. nacieron de la violencia y se rodean de violentos. Ahora uds. no son violentos activos, ya son ricos, para eso están los negros, los despreciados, los carenciados a los que les compran la dignidad a precio de achuras y caldo de menudos.

Señora, ¿sabe lo que pasará mañana y pasado si no racionaliza su soberbia? Hambre, saqueos, golpizas y algún muerto. Ojalá que se logre el diálogo.

Pero lo peor de este discurso suyo que ratifica el anterior es esa nueva división a la que aludí arriba entre rubios y negros, entre campo y ciudad, entre ¿Puerto Madero? y la villa 31. Es irreal, una construcción fabuloide. El pueblo batió sus cacerolas estas últimas horas, el pueblo sufre la inflación, el pueblo sale a la calle, el pueblo es golpeado impunemente por su guardia imperial piquetera, el pueblo, señora. El pueblo está harto de los Kirchner y de sus veleidades. Ud. lo sabe, imposible que no se de cuenta, pero no le importa, primero su vanidad, su orgullo, su mentira y su interés.

¿Y ahora qué…?


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