Por Roberto Roth
Junto con Burkina Faso y Liberia somos de los contados países del mundo que tienen impuestos sobre sus exportaciones. Actualmente se llaman retenciones, en otra época se llamaron derechos de exportación y hasta hubo la época de cambio oficial de las divisas – similar a la actual con un dólar inflado por compras del Banco Central – cuando los exportadores tenían que vender las divisas que obtenían al Banco Central a un precio inferior.
Como en general la gente no entiende bien como funciona la retención, vamos a graficarlo:
Si el precio de exportación de la carne es 100
Costos y ganancias del frigorífico serán 50
Comprará novillos a 50 El productor que recibe 50
Tiene gastos por 25
Le queda una ganancia de 25
Veamos que pasa cuando se establece una retención del 10%
El precio de exportación no varía, es 100
La retención es 10% 10
El Frigorífico recibe 90
Sus costos y ganancias siguen en 50
Por lo cual comprará novillos a 40 El productor que recibe 40
Tiene los mismos gastos por 25
Con lo cual le quedan 15
La retención del 10% le ha tragado el 40% de su ganancia.
Veamos que pasa cuando se lleva la retención al 25%
Si el precio de exportación es 100
Con la retención del 25% 25
El frigorífico recibe 75
Sus costos y ganancias siguen en 50
Por li cual comprará novillos a 25 El productor que recibe 25
Tiene los mismos gastos por 25
Con lo cual se queda con 0
La retención del 25% le ha comido el 100% de su ganancia.
Este que he bautizado “El Teorema de Bobby” fue publicado por primera vez hace unos 50 años en un semanario que ya no existe, “El Economista”, y reproducido por algunas revistas como la de la Asociación de Corriedale. Durante esos 50 años he continuado viendo si era aplicable y lo es en el 99% de las situaciones, aunque un pico de precios como el actual puede desacomodarlo temporariamente, después recobra plenamente su vigencia.
No solo es aplicable a la carne, sino también a los granos y restantes productos agrícolas. En casos como el queso, en que la materia prima es en porcentaje despreciable del precio final, seguramente con una retención de entre 5 y 10% eliminarías el 100% de la ganancia del tambero, que explica porqué se siguen cerrando tambos.
Saludos
Roberto Roth
lunes, 31 de marzo de 2008
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