Otra vez en Parque Norte, Cristina de Kirchner practicó la misandria
En Parque Norte, Cristina de Kirchner insistió en que a ella le ocurre el paro agropecuario porque es mujer. No es la 1ra. vez que Cristina de Kirchner aburre con intentar achacar la responsabilidad de sus malas decisiones en su condición de mujer, o sea que a Néstor Kirchner no le ocurriría.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Cristina de Kirchner dijo que el 10 de diciembre anticipó que "como mujer me iba a costar más", y a esto le achacó el paro agropecuario.
La actitud de Cristina de Kirchner resulta, más que victimización, una preferencia por la misandria.
¿Qué es la misandria? Por etimología es el directo antónimo de misoginia.
La Real Academia Española aun no la contempla como palabra española, y como antónimo de "misoginia" (‘odio a la mujer’) utiliza "androfobia" (‘horror al varón’), que en realidad es el antónimo de ginefobia (esta palabra sí aceptada por la RAE). El griego fobos significa ‘fobia, miedo’, en cambio miseín significa ‘odio’.
Esta palabra surge a finales del siglo 20 por la aparición (mediados de ese siglo) de una cultura feminista que —en algunas organizaciones de ideologías extremistas— raya en el odio al hombre (otra forma de sexismo).
Según Wikipedia, Sigmund Freud ya contemplaba desde sus análisis del psiquismo humano un movimiento opuesto a la misoginia, descubierto al estudiar un caso de homosexualidad femenina o lesbianismo, pero en su tiempo aún no existía un nombre para definirlo: "Indignada y amargada ante esta traición, la sujeto se apartó del padre y en general del hombre. Después de este primer doloroso fracaso rechazó su femineidad y tendió a dar a su libido otro destino. En todo esto se condujo nuestra sujeto como muchos hombres, que después de un primer desengaño se apartan duraderamente del sexo femenino infiel, haciéndose misóginos" (S.Freud Obras Completas. “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina o lesbianismo”, 1920. Ensayo CXII, pág.1516).
La Real Academia Española aun no la contempla como palabra española, y como antónimo de "misoginia" (‘odio a la mujer’) utiliza "androfobia" (‘horror al varón’), que en realidad es el antónimo de ginefobia (esta palabra sí aceptada por la RAE). El griego fobos significa ‘fobia, miedo’, en cambio miseín significa ‘odio’. En la Wikipedia se encuentra la entrada inglesa [Misandry] palabra con un uso más extendido que en el español, pero también de nueva acuñación e impugnada por algunas corrientes feministas. También está en uso el vocablo francés [Misandrie].
Paul Nathanson y Katherine K. Young son los autores del libro Spreading Misandry: The Teaching of Contempt for Men in Popular Culture, publicado en 2001, con el que se convirtieron en los más recientes investigadores del fenómeno. Según estos autores la misandria convierte a los hombres en los chivos expiatorios de todos los males sociales y a las mujeres en las víctimas oficiales responsables de todo lo bueno. Arguyen que el feminismo misándrico: “es una ideología derivada del marxismo y del Romanticismo en la cual la clase o la nación son remplazados por el sexo como concepto central”.
Otra investigadora del fenómeno, Judith Levine, en su libro de 1992 My Enemy, My Love: Man-hating and Ambivalence in Women's Lives denomina la misandria como “el odio que no se atreve a declinar su nombre”. Y añade: “el odio al hombre es un problema emocional en la medida en que crea dolor y hostilidad entre hombres y mujeres. Pero no es una neurosis individual… El odio al hombre es un problema cultural… un fenómeno cultural… y los hombres, en cuanto objetos de ese odio, son también parte de él”.
Un ejemplo de Misandria es el Manifiesto de SCUM de 1967, escrito por la feminista radical [Valerie Solanas], famosa por disparar un revólver contra Andy Warhol. El Manifiesto ha sido traducido al castellano y comentado por Diego Luis San Román en su trabajo SCUM, Cell 16 y la revolución hiperfeminsta.
La tesis fundamental del Feminismo de la Emancipación, que tiende a la vindicación de la igualdad entre mujeres y hombres, tiende también a pretender anular las diferencias de naturaleza entre los sexos (en contraposición al Feminismo de la Diferencia) bajo la hoy muy compartida y justa reivindicación de la igualdad de derechos ciudadanos. Este posicionamiento junto a la tesis central de que es el Hombre, como sexo (y no las condiciones estructurales, sociales, psicológicas, económicas, biológicas, etcétera) el que ha mantenido a lo largo de toda la Historia de la Humanidad a las mujeres dominadas y sometidas, lo que se conoce como Patriarcalismo o Falocentrismo, ha llevado a que en diversos grados se exprese, experimente y cultive la misandria en el Feminismo Emancipatorio. Identificar al varón como el sujeto del mal y la causa de los dolores y los sufrimientos de las mujeres de todos los tiempos es, en cuanto punto de partida y nudo central de ciertos tipos de feminismo, un posicionamiento misándrico o que puede generar misandria.
jueves, 27 de marzo de 2008
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