sábado, 22 de agosto de 2009
EL SECUESTRO DEL CHORIPÁN
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Hambre (o el secuestro del choripan)
Se viene la choripaneada democrática.
No es justo que los pobres no los coman mientras ven fútbol gratis por TV. En la Argentina no es democrático secuestrar choripanes.
¿Reutemann aportará Lo-le chones?
Por Juan Carlos Sánchez Dodorico
En tiempos pre electorales es habitual que el apetito domine los escenarios políticos. Sea cual sea el real de entre todos los descriptos en estas notas y las de otros medios y colegas, la curiosidad es que no transitamos tiempos pre electorales sino post electorales. ¿Verdad?
Técnica y lógicamente estos deberían ser horas de bonanza durante las cuales oficialismo y oposición se ocupen de esmerilizar diferencias en orden a la gobernabilidad y la eficiencia del sistema. Es exactamente lo contrario lo que sucede en la Argentina del kirchnerismo huyente.
Es posible que la PresidentA termine su mandato. Es posible que no.
Es posible que Cobos asuma el cargo vacante. Es posible que Eduardo Duhalde sea el Presidente oculto en la Jefatura del Gabinete de Ministros. Es posible que no.
Es posible que haya elecciones en 2011. Es posible que no.
Nada es definitivo en la Argentina. Todo es posible en la Argentina del kirchnerismo vacante. Porque hay un vaca-antes y un vaca-después: La crisis con el campo.
La resignación del movimiento obrero organizado cedió espacios al país del interior y esto conmueve al peronismo que considera al primero como su columna vertebral. Nunca dejará de serlo porque en el campo –el país del interior- también los trabajadores son mayoría, de allí el desarrollo positivo del Momo Benegas, del Intendente de Armstrong (Fisher), del presidente comunal de Chabás (Salomón), de los llamativos hermanos puntanos Rodríguez Saá, del Vicepresidente Cobos y del Senador Reutemann entre otros.
Esta resignación a ocupar espacios secundarios o políticos por fuera de su naturaleza (sintetizada por Perón en 1974 al decirles a los dirigentes obreros que vayan a sus organizaciones y dejen a los políticos gobernar) y comerciales determina la imperiosa necesidad de retornar a sus fuentes para desde allí, con la eficacia que le es propia, sirva a los intereses de los trabajadores. Lógicamente los espacios vacíos son ocupados por otros sectores. De allí la prepotencia marginal de las sincréticamente llamadas organizaciones por los derechos humanos que nuclean desde terroristas a travestis y pro abortistas y la vigencia del campo que invade lo urbano al no encontrar este oferta alternativa.
¿Quién toma las riendas de este país por siete días locos?
Reutemann huye del escaparate donde lo colocaron los Duhalde a modo de silueta de tiro al blanco. El gambito expone a Eduardo (Duhalde) en ese lugar. Es el hombre que desde las sombras pudo sacar dos presidentes y colocar a Kirchner y eso Reutemann lo sabe. Sabe que si hoy “se fueran todos” Duhalde quedaría y que él, el Lole, sería el gladiador que gritaría con el puño en alto “Ave Cesar, morituri te salutant” tal como lo hizo Rodríguez Saá.
Es que el bonaerense carece de oportunidades legítimas cuando adelante queda alguien vivo. ¿Es esa la explicación por la cual dejó a Kirchner en el gobierno? ¿Para que nuevamente la crisis anunciada desde los orígenes lo convocara a pilotear la tormenta?
Si es así, Duhalde es el profeta de la “nueva alianza” nacional. Y también el más peligroso de los argentinos.
En el país del fútbol gratis y del hambre, próximo al estallido social, la única posibilidad de supervivencia de Duhalde es la matanza.
Reutemann se desactiva como modelo de ineficacia ante el poder del bonaerense y la movida es doble: Por un lado, expone a Duhalde en el mismo sitio donde este lo colocó. Por el otro, sacrifica a Roxana Latorre porque negarle a los Kirchner el manejo irrestricto de los fondos es provocar su huída en 48 hs. máximas y si tras de ellos se va Cobos, el Presidente de ocasión sería “el gringo de Llambi que no se pierde en París” que agotaría su crédito de la misma forma que le fue agotado a Adolfo Rodríguez Saá y entonces llegaría de nuevo Duhalde. Reinaría hasta los próximos perejiles sacrificados, los nuevos Kosteky y Santillán.
¿Deliro? Es posible. También es posible que mire la realidad sin cristales de color ante los ojos.
Que a nadie extrañe que en algún futuro cualquiera Reutemann perdone a Latorre. En la política real y en el lecho placentero debe haber perdones. La vida funciona así y las relaciones políticas son parecidas a los matrimonios modernos.
Los Kirchner deben hacerse cargo del desastre que produjeron y para el cual difícilmente habrá calmantes eficaces. Ya es tarde, el cáncer avanzó y el desenlace es inevitable.
Y deben hacerlo sin excusas: Con superpoderes y facultades delegadas. Por eso la firma de Latorre (en disidencia) y la oportuna ausencia de Adolfo Rodríguez Saá al momento de hacerlo.
Néstor Carlos presenta batalla, es un animal político y no es adjetivar su animalismo, es un dato. Ella, la PresidentA, irá de compras. Eso tenemos.
Por el tiempo que les quede nada bueno harán. En una de sus primeras medidas anticrisis compraron la diversión nacional a precio escandaloso: Fútbol pagado con hambre, muertos y desesperanza.
Y algo más inevitable: Si Reutemann quiere ser Presidente tendrá que comenzar a definir cosas.
Va para cualquier candidato.
La comunidad política aprendió que los cheques en blanco son incobrables y la nacional, que se pagan con intereses usurarios. Paradoja de la realidad.
El reordenamiento de la Argentina necesita al menos un período presidencial austero y cumplidor de sus promesas pre electorales y los votantes comienzan a exigir respuestas definitivas a los grandes temas que perturban la convivencia. De ellos ya hablé varias veces antes.
Mientras tanto ocurre la parodia del fútbol gratis para todos, otra mentira K. En verdad lo pagamos entre todos, el rico ni se entera de su parte del costo, la clase media sentirá otro cimbrón en la deprimida billetera y el pato de la boda –como siempre- serán los pobres.
Me remito a la nota de Gabriela Pousa que se publica en esta edición. Clarita y al toque con afiche digital y todo.
Dicen por allí que gracias a los superpoderes renovados, Cristina afectará algunas partidas destinadas a viviendas sociales y a leche materna a choripanes, porque no es justo que solamente los ricos y la puta oligarquía los coman mientras ven fútbol por TV.
“No quiero una Argentina donde se secuestren lo choripane...”, ¿lo dijo?
E-mail del autor zschez@yahoo.com.ar
20 Ago 09
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