domingo, 23 de agosto de 2009
POLICIAS CAIDOS
POLICÍAS CAÍDOS
LA NECESIDAD DEL CORRECTO USO DE LOS ELEMENTOS DE SEGURIDAD
El día 20 de agosto pasado, el subteniente Pastrana, de 39 años, se convirtió en el décimo miembro de la Policía de la Provincia de Buenos Aires asesinado en lo que va del año. Tenía cinco hijos, tres niñas de 10, 7 y 4 años, y dos varones de 6 y 2, y cumplía servicio en la comisaría primera de Ituzaingó.
Esta absurda pérdida de un hombre que nos defendía a toda la sociedad, pone en tela de juicio algunas de las metodologías que implementa el ministerio de seguridad para la fuerza.
Las preguntas son inevitables, porque han aumentado exponencialmente las heridas en cuello y rostro de los funcionarios policiales, la respuesta surge del sentido común, que a veces parece ser el menos común de los sentidos para algunos funcionarios que planifican las medidas en pos de nuestra seguridad. Es simple el por qué: las policías del mundo utilizan el chaleco debajo de la ropa y no por fuera. La reacción en un enfrentamiento armado es instintiva y el delincuente si ve al policía con un chaleco que lo asemeja a una tortuga dispara a la cabeza.
La conveniencia del uso bajo ropa de los chalecos para el personal de patrullas ha sido demostrada ampliamente por empresas extranjeras como Second Chance que traducido significa ni más ni menos que "segunda oportunidad" y testimonio de ello es lo que la empresa publica como manual de salvaciones, donde una cantidad importante de policías cuentan de qué manera el chaleco les salvo la vida.
Este tema aunado a que los patrulleros nada más tienen blindado en una forma muy cuestionable los parabrisas y las puertas con una especie de almohadón interno de Kevlar, no así las ventanillas, hace que realmente el personal policial se encuentre en indefensión absoluta.
Ni hablar de chalecos vencidos, sin pasar por la calidad del armamento que frente a las armas que utilizan los delincuentes, ponen al personal policial en una notable inferioridad de condiciones.
Ahora la pregunta que queda es, ¿cuándo los malos funcionarios del Estado van a empezar a pagar culpas por no saber elegir los elementos de protección del personal policial que nos protege a los ciudadanos? No interesa si lo hacen por torpeza o por coimas, eso se investigará en cada caso en particular.
Sí interesa el resultado de su negligencia, la que se tiene que terminar para que ya no haya mas Garridos o mas Pastranas que no puedan volver a su casa a ver a sus hijos. Tenemos que concientizarnos que le pagamos los salarios a los funcionarios para que hagan eso: hacer funcionar las instituciones. Y si no tienen la capacidad suficiente que se vayan y que dejen el lugar a quien sí la tenga.
Alberto Weckesser
Especialista en Alta Dirección de Seguridad
Especial para Tribuna de periodistas
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